junio 16, 2017

¿QUIENES Y COMO? GOBIERNAN NUESTRA VIDA.



El actual sistema de Poder liberal/humanista descansa sobre…

dos valores: individualismo y derechos humanos

dos estructuras institucionalizadas: democracia y libre mercado

tres actores: un primer rol el oligarca, un segundón el Estado, un cómplice y valedor, el político

dos indispensables espectadores, compinches, sin los cuales nada funciona y todo se derrumba: el cliente y el votante.



Posdata: obviamente es un muy resumido resumen, cada concepto podría desarrollarse en cientos de líneas, al igual que no es una rotunda afirmación y puede debatirse.




junio 14, 2017

FUERA MASCARAS... Macron, ultraliberal, autoritario y liberticida.



En las pasadas elecciones presidenciales francesas, muchos amigos, parientes y conocidos votaron por Macron.
Algunos por convicción ideológica, otros por rendirse al canto de las sirenas del novedoso y poderoso oxímoron del “populismo de una derecha tecnocrática”, la gran mayoría por hacer uso del consabido “voto útil” que pretendía cerrar el camino al Frente Nacional (incluso desde el primer turno.)
“Voto útil”, que, en mi opinión, más que cerrar el paso al FN, abría unas largas avenidas a un “tecnócrata ultraliberal” representante de los intereses del neocapitalismo.

En un primer momento, en lugar del verbo “votar”, iba a hacer uso del vocablo “elegir”. De lo cual me arrepentí, a sabiendas que en las actuales “democracias capitalistas” los gobernantes no son elegidos por los ¿ciudadanos?, sino escogidos por quienes detentan, de facto, el poder de imponer su economicista y utilitarista visión del mundo, “armar” unas relaciones sociales que sustituyen la Política por la gobernanza.

No es que pretenda hacer gala de un desconocido poder, propio de un oráculo o una moderna Pitonisa… pero desde el 5 de este mes de junio, en apenas dos días, el presidente Macron empezó a quitarse (aunque sea todavía de modo oficioso) su máscara para dejar ver su auténtico rostro… el de un gobernante ULTRALIBERAL, AUTORITARIO y LIBERTICIDA.

Ultraliberal y autoritario.

El día 6 de junio, el primer Ministro y la Ministra del Trabajo presentaron el anteproyecto de la reforma del Código del Trabajo.
Presentación muy breve e imprecisa de esta reforma, pero de la cual el periódico Le Parisien, dio un adelanto sobre la base de la filtración de una “versión de trabajo” de fecha 12 de mayo.
Reforma cuyos 7 principales y prioritarios puntos serian:

1.- El Contrato de Trabajo, en la totalidad de sus artículos y clausulas se negociarán en el seno de todas y cada una de las empresas, y ya no por rama industrial.

2.- Las indemnizaciones otorgadas a los trabajadores en caso de despido, se determinarán dentro de un piso y un techo a los cuales deberán de someterse el “Tribunal des Prud’hommes” (instancia judicial que resuelva los conflictos obrero patronales.)

3.- Posibilidad para los empleadores de organizar referéndums en sus empresas. ¿En relación a qué?

4.- Instaurar la primacía de los “acuerdos de empresa” sobre los “acuerdos de ramas industriales”.

5.- Fusión de las diversas instancias representativas del personal (comité de empresa, comité de higiene y seguridad, comité de condiciones de trabajo, delegados del personal, etcétera)

6.- Posibilidad para el patrón de entregar “recursos financieros” al sindicato de su preferencia.

7.- Profunda reforma del Seguro de Desempleo. Sin que se sepa todavía en que consistirá esta reforma.

Tal como lo expone en un editorial, el prestigiado semanario francés L’OBS (pretendidamente de orientación socialdemócrata, pero muy afín a Macron desde antes de su elección), comentando esta reforma del Código de Trabajo: “En el equilibrio de la “flexiseguridad”   propuesta, se aprecia mucha “flex” para los empleadores y muy poca “seguridad” para los trabajadores. La una sin la otra es la certeza de un desastre, con disminución de los salarios, degradación de las condiciones de trabajo e incremento de las tensiones sociales… Por prueba, las organizaciones patronales muestran una gran impaciencia, mientras los sindicatos su inquietud y oposición.”

Ultraliberal pues, pero también autoritario.
En efecto, tanto Macron como su primer Ministro y la Ministra del Trabajo, han asegurado que esta reforma no será sometida a discusión parlamentaria alguna, sino que se impondrá mediante el recurso a las “ordonances” y los artículos constitucionales 38 y 49.3 que, en la práctica son equiparables a gobernar mediante decretos presidenciales que no requieren de debate parlamentario para su aprobación, rechazo o enmendamiento.

Autoritario y liberticida.

Según un proyecto de ley que el prestigioso diario frances Le Monde pudo tener conocimiento: “El gobierno de Edouard Philippe se prepara para ir muy lejos en la lógica seguritaria. Con la finalidad de salir del estado de emergencia, a confeccionado un proyecto de ley reforzando la lucha contra el terrorismo y la seguridad interior… Según este texto, todas las medidas del estado de emergencia pasarán al derecho común… Asignación a residencia, registros administrativos, clausura de los centros religiosos, zonas de protección y seguridad, todas estas medidas emblemáticas del estado de excepción… seguirán siendo privilegio del ministerio del interior y los prefectos, sin intervención alguna de un juez… Este texto va incluso más allá de lo contemplado en el estado de emergencia. Así el ministerio del interior podrá determinar que toda persona sospechosa podrá verse colocado un brazalete electrónico… Este proyecto de ley consta también de una serie de medidas relativas a los servicios de inteligencias. Entre estos, la vigilancia de las “comunicaciones hertzianas.”

Dicho de otra manera, la intención declarada es la de un estado de emergencia permanente que no se atreve a decir su nombre.

En cuanto a su autoritarismo, si bien la aplastante mayoría de su partido (La Republica En Marcha) hace innecesario que recurra a este para poder implementar sus políticas, ya dio una inquietante muestra del mismo en su relación con la prensa.
Así a los pocos días de sus victorias electorales (tanto a las presidenciales como a las legislativas) 23 asociaciones de periodistas emitieron un comunicado conjunto en el cual se dicen sumamente preocupados por la actitud del nuevo gobierno hacia la prensa.
Comunicado en el cual expresan: “Frente a la libertad de informar, el nuevo ejecutivo ha escogido el intento de presionar, la represión judicial, y el proceso de intenciones… seguiremos incomodando porque informar al público es tanto un deber como un derecho, y porque una prensa libre e independiente es esencial para la democracia.”

En efecto, por ejemplo, el ministerio del trabajo presento cargos por robo y encubrimiento, contra tres medios, Liberation, Le Parisien y Mediapart, quienes habían dado a conocer documentos de trabajo relativos a la reforma del Código del Trabajo.


¿Tercera vuelta en la calle?

Después de la primera vuelta de las elecciones legislativas y a unos cuantos días de la segunda vuelta, parece ser más que seguro que el presidente Macron dispondrá de una mayoría absoluta más que holgada (aplastante) en la cámara de Diputados. Por lo cual es también más que probable que este en posibilidad de materializar y llevar a buen puerto estos primeros esbozos de su política hiperliberal y liberticida, sin la más mínima resistencia del poder legislativo.

Con las manos totalmente libres en el plano institucional, el único freno a la próxima implementación de esta política -no tengamos miedo de insistir una vez más, en calificarla de ultraliberal y liberticida- se encontrará en la respuesta de la calle.
Respuesta que tendrá que ser decidida, enérgica, múltiple, constante… pero ante todo imaginativa. Sin concesiones, en una resistencia y obstrucción que no rehúya la legitima violencia de la defensa propia de los agraviados, pero evitando el enfrentamiento directo… sabiendo mezclar las manifestaciones y otras acciones mediáticamente espectaculares con las clandestinas de la estrategia de obstrucción y bloqueo, de todos los ámbitos posibles de la actividad social y económica.