julio 21, 2007

Aventar adoquines esta bien... pero no es suficiente


¿PROVOCACION?

¡NO INDIGNACION...


...ANTE LO INTOLERABLE!

De "Camino a Guantánamo" a "V de Venganza"


APOLOGIA DEL AJUSTICIAMIENTO

Acabo de ver la película “Camino a Guantánamo”.

Toda persona (no se merecen que se les nombre como seres humanos) que atenta contra la dignidad de algún ser humano, desde quien dio la orden al mas alto nivel (que haya tomado la decisión política desde una oficina, oval o no, o que haya participado, activa y concretamente o no en su implementación) hasta quien no hizo mas que obedecer alguna orden (todos podemos decir ¡no!), merece la muerte.

Obviamente, no creo en la justicia divina… y mucho menos en la justicia humana… por lo que hago votos para que algún día muchos tomen la decisión de acabar con la vida de todas estas (u otras) personas que atentaron contra la dignidad de estos (u otros) seres humanos.

No solo es Guantánamo con Bush y sus secuaces… también es la guerra sucia, aquí en México y tantos otras tierras, con los Pinochet, Videla, Díaz Ordaz, Echeverría sin olvidar los “héroes panistas del cambio democrático” (en realidad muy pocos gobernantes se salvan, probablemente ni uno, seguramente ninguno, de Sharon a Franco pasando por De Gaulle)… también son los migrantes que pierden la vida cruzando fronteras o ahogándose en alta mar… etc… etc…etc…etc…etc…decenas, centenas, millares de etcéteras… de victimas (por definición inocentes y anónimas la mayoría)… de verdugos (que duermen con la consciencia tranquila de quien ha cumplido con su deber).

Lo llamaran terrorismo… lo llamare ajusticiamiento.
Los llamaran terroristas… los llamare justicieros.

Se que no tengo el valor de hacerlo… ni nunca lo tendré.
Espero que otros, muchos otros, si lo tengan… si lo hagan.

Vean “Camino a Guantánamo”… pero al terminar vean “V de venganza”.


Releyendo este texto antes de “subirlo”, me doy cuenta de que he sido demasiado benévolo con los verdugos y asesinos. Los que se mancharon las manos como los que ordenaron que otros se las mancharan… aun si la muerte de las victimas no fue producto de una orden directa, sino consecuencia de sus políticas.

Ejecutarlos, no es suficiente. Tienen que sufrir en carne propia lo que sus victimas sufrieron.

Quienes hayan ordenado o ejecutado torturas deben de ser torturados antes de su ejecución.
Si sus políticas llevaron a la muerte por inanición o ahogamiento, deben de morir como sus victimas… de inanición o mediante ahogamiento… etc… etc.

Pero… es que regresaríamos al diente por diente, ojo por ojo… a la ley de la selva.

Pero es que (por si todavía no se enteraron) nunca hemos salido de la ley de la selva… siguen siendo los mas fuertes quienes imponen su Ley (no solo en su selva, su territorio, sino en todo el planeta… nuestro planeta… quien les ha dicho que era suyo)… eso si… civilizadamente… respetando pretendidamente “los derechos humanos”.
Menos cuando, de vez en cuando… se meten su civilización y sus “derechos humanos” por donde ya saben… y se les pasa la mano… sin el menor remordimiento… dado que (como ya lo apunte) lo hacen… en todo conocimiento de causa… para salvar SU civilización… SU orden… que quizás no son ni la nuestra ni el nuestro.

Es mas, no regresemos a la ley de la selva… que sigan con su civilización y su orden… pero, eso si, que de entre quienes somos victimas de su civilización y su orden… surjan quienes estén dispuestos a hacerles pagar el precio… que tan alegremente nos hacen pagar.

¡Que quienes nos llevan al “Camino de Guantánamo”… conozcan la “V de venganza”!

julio 15, 2007

El EPR reivindica explosiones en ductos de Pemex


¡Que difícil es pretender
ser revolucionario
en estos tiempos!
El EPR (Ejercito Popular Revolucionario) reivindico las explosiones en algunos ductos de Pemex, y de inmediato la condena fue unánime.
Claro que nos referimos a la opinión de quienes en estos casos se expresan, las autoridades, los partidos, los lideres de opinión (¿quienes?), los medios de comunicación (masivos o no)… pero imposible saber que opina el ciudadano de a pie (que de ciudadano tiene muy poco)… cuando mucho, algunos conocidos y/o parientes “no se la creen” (seguro que fue obra del mismo gobierno… que casualidad que haya sucedido en las tierras donde mas arraigo tiene el Yunque y donde se reportaron campos de entrenamientos de grupos paramilitares). Los medios con afinidades izquierdistas (¿que significa hoy ser de izquierda o siquiera “simpatizar con las ideas de izquierda”?) empiezan condenando de manera inequívoca el hecho (que le viene como anillo al dedo al gobierno), le dan un zape a las autoridades encargadas de la gobernación (por su actitud equivoca y su trastabilleo ante el hecho), para terminar reafirmando una condena “incomoda” (que le incomoda pronunciar).

Definitivamente… ¡Qué difícil es ser revolucionario (o por lo menos pretender serlo) en estos tiempos que queremos modernos!...nadie nos entiende… nadie nos comprende.

Unos cuantos años atrás (o décadas, según los espacios donde nos movíamos), para algunos éramos los villanos que se merecían la horca (el pelotón de fusilamiento estando reservado a quienes si respetan las reglas del arte de la guerra), pero para unos cuantos otros (a veces pocos, a veces muchos) éramos héroes que arriesgábamos nuestras vidas por un esplendoroso mañana en que… o por lo menos por una causa justa.

Hoy… o somos unos terroristas… o le hacemos el juego al enemigo. No, definitivamente los tiempos cambiaron… ya no son lo que eran.

Revolucionarios éramos, porque… uno, nos “reventaban” el poder y las injusticias y habíamos analizado concienzudamente sus modos… dos, habíamos elaborado (o por lo menos imaginado), no menos concienzudamente, la “sociedad del mañana” (libre, igualitaria y justa)… y tres, habíamos tomado la firme determinación de derribar las viejas estructuras para construir la nueva utopía… algunos, menos crédulos y mas impacientes que los demás, con métodos que unos calificaban de violentos y otros de “justicieros”. Incluso, unos cuantos nos saltábamos lo “concienzudo” de la segunda fase…porque “la voluptuosidad de destruir es a la vez una voluptuosidad creadora” (Mijail Bakunin) y porque “no tememos a las ruinas, hemos heredado la tierra… y llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones y ese mundo crece en ese mismo instante sobre estas ruinas (Buenaventura. Durruti).

Hoy, para quienes detentan la dominación y ejercen el poder (con su interminable cola de esbirros y acólitos) ser revolucionario es ser terrorista. Ni siquiera esto… serian términos sinónimos… cuando no lo son… dado que no se es revolucionario, sino terrorista… los revolucionarios ya no existen (salvo cuando el termino alude a una cosa y no una persona, en el sentido de un cambio radical en el tratamiento o el uso de algo), solo existen terroristas.
Al igual que el guerrillero el terrorista puede matar quienes ejercen el poder o quienes integran las fuerzas represivas, pero a diferencia del terrorista, el guerrillero no asesina deliberadamente “civiles inocentes”. El terrorista inocula el virus del miedo, el temor (el atemorizar, aterrorizar, es su misión primera) cuando el guerrillero quiere (al tiempo que lo requiere para su sobrevivencia) ganarse el corazón y el espíritu de la población civil (con la cual convive). Pero el uso de un cierto lenguaje y unas ciertas representaciones puede ser tan efectivo a la hora de querer “diabolizar” (otorgar la calidad de diablo o demonio) al enemigo que no se puede resistir a la tentación… negar la esencia misma, travestir la realidad… he ahí un arma demasiada poderosa para no utilizarla. Hablen de un perro, y todos querrán adoptarlo, digan que es rabioso y todos querrán matarlo. Por lo tanto no hay revolucionarios (guerrilleros u de otra estirpe) sino únicamente terroristas.

Para el espectador, el “publico en general”, no es el actor quien da sentido a su actuación, sino el poder quien impone su propia interpretación mediante el monopolio de los medios de (in)comunicación.

Es mas, quien inocula el virus del miedo no es la guerrilla, sino el gobierno mismo… quien aprovecha la ocasión para profundizar su estrategia de “terrorismo de Estado”, consistiendo en criminalizar toda manifestación de inconformidad y militarizar el país… quien, haciendo uso del falso dilema entre seguridad y libertad, “responsabiliza” a esta ultima del incremento de la primera… acotando y recortando así a sus anchas las libertades mas elementales en aras de la consecución de una mayor seguridad… cuando son sus propias políticas las que generan la inseguridad, además de inducirla deliberadamente o creando (con la complicidad y la ayuda de los medios masivos) lo que se ha dado en llamar “un clima de inseguridad”.

Además el tinglado esta tan bien pensado y armado que las autoridades que gobiernan (al nivel que sea) no ocultan ni disimulan, lo que es parte de su esencia misma… su carácter de instancia manipuladora, desinformadora, que miente deliberadamente, que engaña descaradamente. Todo lo contrario, que la mentira y el engaño sean “altamente visibles” les favorece en la medida en que esto genera e incrementa en el ciudadano de a pie (que de ciudadano tiene lo que yo de seminarista) su rechazo y su incredulidad ante todo lo que, de cerca o lejos, tiene que ver con la política, en el sentido mas despreciable de la palabra (de la política “politiquera” de los profesionales de esta actividad que se asimila a un negocio privado como cualquier otro) pero también en su sentido mas noble de participación activa del ciudadano en la vida de la comunidad en la cual vive. Decía Hannah Arendt que “solo individuos aislados y apáticos pueden ser totalmente dominados”… y esto es lo que se propone, lo que logra hacer realidad, esta “obviedad” de la manipulación, la mentira y el engaño.

Desprecio e incredulidad hacia todos los actores políticos… incluidos quienes dicen luchar por “un mundo mas libre, fraterno y justo”… he ahí lo importante.
Que el desprecio y la incredulidad alcancen quien detenta y ejerce el poder, poca importancia tiene, muy poca, casi ninguna. ¿Le resta legitimidad, credibilidad?... ¿y que?... contra lo que pregonan los sesudos estudiosos de la política, ¿desde cuando se requiere de legitimad y credibilidad para gobernar?... si desde los tiempos mas remotos se sabe (o deberíamos saberlo) que basta con pan y circo. En realidad la “justa” cantidad de pan (la que permita a la fuerza de trabajo ir consumiendo sin consumirse) y la máxima cantidad posible de circo (eso si la mas embrutecedora posible).
Pero que el desprecio y la incredulidad alcancen a quienes pretenden oponerse al estatus quo (político, social, económico, etc., etc.) eso si que es importante, vital. Entonces no es solo el carácter “revolucionario” (si es que pretende tenerlo) que se pone en tela de juicio, sino hasta la autoría de las acciones que se llevan a cabo en el marco de una lucha que se quiere revolucionaria.
En estos casos la pregunta que siempre alcanza su objetivo y mata con la mayor certeza es: ¿a quien beneficia?. Visto la inmensa desproporción (en todos los sentidos y ámbitos) que existe entre quien detenta el poder y quien lo combate… de manera por así decir “natural”… es siempre (y se podría decir que casi en automático) al poder a quien toda acción revolucionaria beneficia. Esto debido en gran parte a la conjunción de dos características que, hoy en día, impregnan nuestras mentes “utilitaristas”, la eficacia y la temporalidad de la inmediatez. Resulta prácticamente imposible concebir mentalmente cualquier “cosa” sin que la relacionemos con la eficiencia… es decir lograr el objetivo (cualquiera que este sea… es mas, el objetivo en si no tiene importancia, lo que si la tiene es que exista un objetivo) con la mayor efectividad posible en el menor tiempo posible.

Piensen y traten de encontrar alguna acción revolucionaria “de fuerza” (que implica la utilización de la fuerza contra la fuerza del poder… bajo la modalidad que sea, desde el sabotaje, hasta la insurrección armada, pasando por el enfrentamiento a golpes limpios con las fuerzas del orden, etc., etc.) cuyo carácter revolucionario y autoría de la misma no queden heridas de muerte a la pregunta: ¿a quien beneficia?. Siempre, siempre… la respuesta de la inmensa mayoría (de los intelectuales como de la plebe) será: al gobierno, quien detenta y ejerce la dominación.

Bastante complicado oponerse a la dominación (de quien sea, de lo que sea) desde una posición de dominado sumiso (sometido, voluntariamente o no) a esta misma dominación.

Apostar a la toma del poder por la vía democrática de las elecciones (además de totalmente utópico… si es que se apuesta a un “verdadero cambio de la naturaleza de las estructuras de poder”) es tanto como querer cambiar de jefe pero no ser su propio jefe… apostar a la “resistencia civil pacifica” es tanto como querer acabar con una fiera pateándola… recurrir al uso de la fuerza (además de que se necesita de mucha fuerza) es exponerse a la condena unánime, tanto de quienes afectamos en sus intereses y posiciones de poder como de quienes empezaran “negándonos” para luego (pretextando que hacemos el juego del enemigo) reprocharnos que pongamos irresponsablemente en riego su paz y los despertemos de su tan preciado aturdimiento (por no decir atontamiento).

Decididamente es mas que difícil… mas que complicado. ¿Será que ser revolucionario, hoy, no es querer cambiar de jefe o querer “hacer la revolución”… sino negar… desconocer… toda institución (estructura) de dominación… a nuestro nivel… en nuestro entorno… en nuestra vida diaria… sin pensar en términos de eficiencia… que las estructuras de dominación (por naturaleza y esencia, liberticidas y promovedoras de irresponsabilidad e insolidaridad) se vayan vaciando por dentro… se vuelvan como el cuerpo que la vida abandona… cadáver?

¡Vaya revolución!... ¡vaya programa!... mas utópica que todas los demás, mas utópico que todos las demás.

Quizás si, si pensamos en términos de eficiencia, de inmediatez, de resultados a escala del “sistema” como tal.

Quizás no, si pensamos en términos de la simple construcción de nuestra propia existencia, de nuestras existencias, de las futuras existencias de los futuros seres… que decimos humanos… que pretendemos y pretenden a una mayor humanidad.


A quienes me lean (y lean el francés, ya que no existe traducción al castellano) les sugiero leer un pequeño libro (opúsculo quizás) titulado: “L’ insurrection qui vient” (la insurrección que viene), editado en este mismo año 2007 y escrito no por un autor identificable sino por un misterioso “comité invisible” (ahí si, sin necesidad de traducción).

julio 04, 2007

UN AÑO DESPUES






De un plantón ¿suicida?...


varias misas...


y millones de credenciales.






Ya paso un año del fraude del 2 de julio del 2006.

Obviamente supongo que los únicos que en estas fechas tienen algo que conmemorar, celebrar y hasta festejar son quienes lo idearon y llevaron a cabo así como quienes con ello se beneficiaron (que no son forzosamente los mismos).

Para muchos de los demás quizás simplemente sea el tiempo de una triste remembranza.

Sin embargo, para una parte de estos muchos… los que no olvidan tan fácilmente los agravios… los que, a pesar de todos los pesares, siguen en pie de lucha… para estos, este primer aniversario de una derrota que sienten como propia y los adentro en una depresión tan profunda que no han podido dar por terminado un proceso de duelo que les ha impedido preguntarse que había pasado (mas allá del ignominioso y bien real fraude que les arrebato, a la mala, su triunfo)… llego la hora tan ansiada de poder una vez mas ver y escuchar a SU líder.

Si escribo estas palabras, que mas de uno de estos agraviados podrá considerar como “un ataque mas de uno de los tantos compañeros de viaje que se pasaron al enemigo”… es porque este pasado domingo primero de julio estuve, yo también, en el Zócalo. No se regocijan ni se asusten, de esta confesión (de haber estado en el Zócalo y no de haberme pasado al enemigo) que solo viene a confirmar lo que ya sabían… o sospechaban.

Lo que vi y percibí fue… una vez mas… UNA GRAN MISA. Una vez mas, el Papa, rodeado de sus obispos y monaguillos, logrando la hazaña de congregar a sus fieles con el único propósito de que estos, al tener la dicha de verle y escuchar su voz, pudieran reafirmar su fe.
Ojala me equivocara, pero esto es lo que percibí… como lo había percibido en todas las concentraciones organizadas (con este mismo propósito) después del famoso (y fatídico) “plantón”.

Como son tan pocas las cosas que se… no se si ahí, en este plantón, se dio el quiebre.
Pero lo que si se… porque estaba ahí y ocurrió… es que después de que millones de personas se movilizaran espontáneamente (por voluntad propia) primero en contra del desafuero y después en contra del fraude (lo que significaba claramente que si bien no ponían todavía en tela de juicio al sistema como tal, por lo menos tenían serias sospechas de que la tan traída “democracia” y el tan pregonado “estado de derecho” no eran lo que les habían dicho que eran)… en la mas magna de estas movilizaciones el “agraviado líder” les pregunto (eso si democráticamente… debiendo responder alzando la mano… sin darles mayor tiempo para reflexionar, analizar la propuesta haciendo uso de su intelecto en vez de recurrir a la trampa de la “respuesta inducida”) si, como parte de un movimiento de “resistencia civil pacifica”, estaban de acuerdo en quedarse ahí en “plantón”. Obviamente no hubo necesidad de contar las manos alzadas a favor… porque obviamente el SI fue ensordecedor… y por lo tanto no hubo oportunidad de que quienes estuviesen en desacuerdo con la propuesta pudieran alzar las suyas para así manifestarlo.

Así fue como… democráticamente (nunca se insistirá lo suficientemente en esto)… y como por arte de magia (que seria del arte de la manipulación de las masas o los individuos sin la complicidad de la magia) a las pocas horas… quien sabe de donde… hicieron su aparición… brotaron literalmente del pavimento, las tiendas que durante meses lograrian inmovilizar este movimiento… hasta matarlo (aunque se pretendiera que estaba, y sigue, mas vivo que nunca).

Porque esto fue el plantón… se trato (obvia y desgraciadamente con éxito) de inmovilizar lo que era un movimiento, de fijar en un espacio determinado (perfectamente bien delimitado) y por un tiempo determinado (el necesario para tener la certeza de que este movimiento ya paralizado no seria capaz de volver a andar) esta espontánea ebullición, esta inconformidad, esta revuelta… que había empezado a caminar (acordémonos de lo impresionante y “regocijador” que era ver millones de personas caminar)… y que quien sabe donde iba a parar (tanto en el sentido de que camino iba a emprender como el de detenerse).

Hasta dan ganas de llorar (de rabia e impotencia) ante tal fechoría… o todavía alguien puede creer que todo fue espontáneo o una simple ocurrencia.

Aunque tampoco se trata de idealizar este movimiento y que muchas eran las probabilidades de que se hubiese extinguido por si solo, por falta de oxigeno (objetivo, auto organización, perspectiva, etc.), pero que quien encarnaba la razón de ser de este fuese quien lo “suicidara” esto si que… se entiende… si se entiende que los políticos profesionales (todos, absolutamente todos, de la extrema derecha mas extrema a la extrema izquierda mas extrema) son esto unos señores que (a pesar de lo que digan y pregonen) están en la lucha por el poder (conservarlo o hacerse de este) y que quienes en esta luchan los acompañan… son esto también… unos “compañeros de viaje” que no son mas que uno de los instrumentos de los cuales hay que disponer para esta lucha…. Disponer de unos instrumentos… unos instrumentos disponibles… favor de dar a estos dos vocablos toda su importancia y significado literal.
Para quienes se dedican a la lucha por el poder, lo mas importante de todo movimiento es tenerlo bien controlado… para poder usarlo a los fines (tácticos y/o estratégicos) que a ellos les convenga… y por lo tanto la historia nos enseña que cuando este les resulta incontrolable (o creen que así es o puede llegar a ser) hacen todo lo posible para recuperar este control… aun si esto significa debilitarlo o incluso acabar con el.
Basta recordar la traición de los integrantes de la “cúpula” de las organizaciones anarquistas cuando en los primeros días de mayo del 37, los obreros de Barcelona alzaron barricadas por toda la ciudad para poner un alto a la contrarrevolución y defender lo poco que quedaba de “su” revolución… la cual ya había sido traicionada por esta misma cúpula cuando, habiendo vencido las armas en la mano la sublevación franquistas, los anarquistas eran los únicos detentores del nuevo “poder revolucionario”, y esta cúpula accedió a pactar con las demás organizaciones antifascistas (pero contrarrevolucionarias) creando una situación de “doble poder” desde la cual estas ultimas fueron debilitando progresivamente el poder revolucionario para reinstaurar el “poder institucional”.

Pero, ¡¿cómo?!… si desde que este plantón se dio por concluido nuestro líder… en vez de dedicarse a la política “polítiquera” ha tomado su bastón de peregrino y se encuentra recorriendo (sin medios y prácticamente a pie) el país para…
Ahí empieza el problema… he aquí la pregunta… ¿para que, con que finalidad recorrerá AMLO el país, municipio por municipio?, informando en su ultima “asamblea informativa”, del pasado día 1 de junio, que a la fecha lleva recorridos ya 530 municipios de los 2500 con que cuenta la republica. Con toda sinceridad y sin intención de mofarse… ¡vaya hazaña!.

La respuesta la da el mismo en esta misma asamblea cuando dice (son sus propias palabras) que se trata de ejercicios de información y dialogo donde se examinan los sentimientos del pueblo… cuya finalidad es la creación de la red nacional de representantes del Gobierno Legitimo… la base de la organización para transformar al país… la construcción de la organización ciudadana desde abajo, porque el cambio y la transformación que necesita México tiene que darse de abajo hacia arriba… desde los pueblos con la participación de todas y todos.

¡Estupendo!... el cambio tiene que darse de abajo hacia arriba… participación… participación… y mas participación (el concepto se expresa muchas veces a lo largo de la asamblea informativa)… en verdad, estupendo… díganme donde firmo.

Lastima que a la hora de implementar la primera y principal medida de la resistencia civil pacifica se hubiese optado por matar (eso si, a fuego lento) esta misma participación.

Mucho me temo (y una vez mas ojala me equivoque) que todo se agote en una “intensa y ardua campaña de credencialización”. Lo cual en la practica significa alcanzar el objetivo de que, a finales del próximo año, cinco millones de mexicanos (de todas las edades, géneros, profesiones y condiciones sociales… pero pobres de preferencia) tengan en su haber un papelito (quizás enmicado… si los recursos alcanzan) que los acredite como integrantes del cada día mas amplio y poderoso movimiento de resistencia contra el gobierno espurio… y en pie de lucha para que cuando se les llamen estén listos para levantarse como un solo hombre para… primero oponerse a las políticas entreguistas de este mismo gobierno espurio y… llegado el momento, abran paso a una verdadera Democracia con Justicia social, la cual requerirá seguramente asentarse en una nueva constitución… habiendo, claro esta, previamente ganado las próximas elecciones… dado que de aquí a que estas tengan lugar, el fragor de las luchas por venir nos hará fortalecido… cambiando a nuestro favor la relación de fuerzas que hará posible la (nuestra) victoria.
Al no ser que se este pensando seriamente en que el advenimiento de la democracia se de cómo resultado de un levantamiento popular. Posibilidad enseguida descartada, por imposible (quien puede hoy creer en la posibilidad de éxito de una revolución armada) y porque, nuestro líder así nos lo ha hecho saber, esta transformación se lograra sin violencia, por la vía pacifica, con la revolución, pero de las conciencias.
En este caso, ¿hay alguna otra vía que no sea la electoral?... si hablamos de hoy y de México, del México de hoy… y de las próximas décadas.

Ojala…¿¡ en serio?!.. así sea.

Desgraciadamente hay uno, o varios, "pequeños problemas" (o contratiempos) que pueden entorpecer (o ya lo están entorpeciendo) este idílico panorama de un futuro que ahorra si será nuestro... mediante la llegada al pode de nuestro lider (o por lo menos de uno de sus mas allegados y cercanos colaboradores o seguidores.)

El primero y mas importante siendo que, mientras tanto, este gobierno (sin ningún lugar a dudas espurio) no se esta quedando de brazos cruzados y… por si acaso, y únicamente por si acaso… esta criminalizando la protesta (seguro que de ser necesario equiparara cualquier movimiento de inconformidad al terrorismo) y militarizando el país (seguro que de ser necesario preferirá ver a la soldadesca hacerse cargo de la gobernabilidad antes que verse en la necesidad de entregar, aunque sea en una mínima parte, el poder… que cree ¿ingenuamente? detentar).

Segundo, que hoy en día el acceso y el ejercicio del poder (político claro esta… no el verdadero) ya no se logra ni se hace a través de las elecciones (las cuales ya no son mas que una simple formalidad) sino del apoyo de lo que se llama elegante y púdicamente los grupos facticos de poder que proveen a sus “representantes” (porque en realidad ellos son quienes detentan el poder y los presidentes, diputados, senadores, gobernadores y demás representantes de la voluntad popular no son mas que sus empleados encargados de garantizarles el gozo de dicho poder) de los únicos medios que se requieren para tal efecto (el pretendido acceso al poder y ejercicio del mismo), Don Dinero (con…ahí si… todo su poder) y Doña Tele (con sus compinches los sondeos de opinión y demás técnicas de mediatización que contribuyen tanto a la individuación como al control).

Siento mucho si los partidarios de AMLO (entre quienes cuento conocidos, amigos y parientes) se sienten agraviados por este texto… les aseguro que mi intención no es la de “perjudicar” su “causa”… ni mucho menos que me haya pasado al enemigo (aunque seguramente, siguiendo la lógica estalinista, pensaran que de hecho son “su aliado objetivo”).
No ha sido mi intención ser fiscal, acusar o inculpar… solo constato… eso si desde una óptica anclada en la tradición libertaria.