octubre 28, 2013

CONTEMPLAR... ATESTIGUAR

Adventure Is Calling from Shane Black on Vimeo.


Inukshuks Under The Stars from Shane Black on Vimeo.




Cuando veo estos videos, contemplo estos paisajes y ahí en lo profundo la pequeñísima parte del Universo… la sensación que tengo es que la especie humana sobra… sobramos… sobro… el Universo… y la Tierra como parte de este no nos necesitan… y si aquí nos encontramos es únicamente para atestiguar… obvio… no somos vegetales dotados de la capacidad de desplazarnos, sentidos y razón… y sin embargo es lo que siento ser.


octubre 22, 2013

Aqui tendría que ir el titulo del texto retomado



Dignidad al morir, con fe en la vida

Por: EL PAÍS | 22 de octubre de 2013 

Por Juan Masiá Clavel

El teólogo Hans Küng plantea, en el tercer volumen de sus memorias, la opción de asumir la muerte solicitando la aceleración médicamente asistida del fallecimiento. Lo afirma al constatar el avance de su enfermedad. Su testimonio está suscitando reacciones ambivalentes desde posturas a favor y en contra del ordenamiento jurídico despenalizador de la eutanasia.

Contra la opción planteada por el teólogo se ha argumentado:
1) desde algunas instancias religiosas, diciendo que no tenemos derecho a adueñarnos de la propia vida violando una ley divina;
2) desde algunas posturas humanistas no religiosas, diciendo que la autonomía personal no justifica que renunciemos voluntariamente a la vida con una elección que implicaría la destrucción de esa misma autonomía.

Para apoyar la opción de Küng se ha argumentado:
  1) desde algunas posturas religiosas, diciendo que tenemos derecho a ejercitar la libertad dada por Dios para decidir el cómo y cuando del final de la vida;
y 2) desde algunas posturas no religiosas, diciendo que el ejercicio de esa autonomía es un derecho humano inalienable.




Ninguna de estas cuatro maneras (religiosas o no religiosas) de argumentar, centradas en obligaciones y derechos, me parece suficientemente convincente.
Además, la difusión mediática de estas cuatro argumentaciones fomenta en la opinión pública la impresión generalizada que identifica el rechazo de la eutanasia, como si fuera una señal de identidad religiosa, y su aceptación, como si coincidiese necesariamente con la actitud no religiosa o, incluso, antirreligiosa. Es decir, como si el rechazo o la aceptación fuesen cuestión de fe o increencia.

Frente a esa opinión tan extendida, hace años que vengo presentando este tema, en las clases de ética, como cuestión de decisión humana razonable y responsable.
Supongamos cuatro clases de personas (que llamaremos convencionalmente con las abreviaturas A, B, C y D), en la situación aducida por Küng ante la aproximación de la muerte. Dos de ellas (A, no religiosa, y C, religiosa) hacen la opción por la eutanasia. Las otras dos (B, no religiosa, y C, religiosa) rechazan la opción por la eutanasia.

Preguntadas por su motivación, la explican así:

A (persona no religiosa): quiere ser coherente con su convicción de que es razonable y responsable no sólo pedir ayuda en el morir, es decir, ayuda (curativa, paliativa y humana) para vivir dignamente hasta el final el proceso de morir, sino también pedir ayuda para determinar cómo y cuándo acelerar el final del proceso en circunstancias especialmente penosas y amenazadoras para su dignidad.

B (persona religiosa): está convencida en conciencia de que no contradice su fe en el Dios de la Vida la toma de decision personal acerca del momento de despedirse de esta vida y asumir la muerte que se aproxima como acto de confianza en la Vida de la vida. (Entiendo que es el caso de Hans Küng).

C (persona no religiosa): está convencida de que concuerda con su dignidad asumir la vulnerabilidad humana tal cual es, sin forzar la prolongación ni la aceleración del proceso de morir, sino dejándose llevar al mar del morir en que desemboca el río de su deterioro biológico.

D (persona religiosa): se siente llamada o invitada (pero no obligada, ni por ley divina ni eclesiástica) a confiar en el misterio último que da sentido a su vida, dejar la determinaciónn del cuándo y el cómo de su final en manos de quien se la dio, y encomendar su espíritu confiadamente para morir hacia la Vida de la vida.


He de atestiguar que mi propia opción personal es esta última (“D”), a la vez que respeto y reconozco la validez razonable y responsable de las otras tres, y no les impongo la mía en ningún caso, ni impongo a la sociedad civil que la haga suya.

Por eso no me opongo a la despenalización de la eutanasia y, compartiendo la declaración, científica y teológicamente respaldada, del Instituto Borja de Bioética (Hacia una posible despenalización de la eutanasia, Barcelona, 2005), pienso que “lucidez y responsabilidad en el último acto de la vida pueden significar una firme decisión de anticipar la muerte ante su irremediable proximidad y la pérdida extrema y significativa de calidad de vida. En estas situaciones se debe plantear la posibilidad de prestar ayuda sanitaria para el bien morir, especialmente si ello significa apoyar una actitud madura que concierne al sentido global de la vida y de la muerte”.


HE AQUI UNA BREVE RESEÑA DE QUIEN ES EL AUTOR DE ESTE TEXTO:
Juan Masiá Clavel. Jesuita, Profesor de Ética en la Universidad Sophia (Tokyo) desde 1970, ex-Director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas, Investigador del Centro de Estudios sobre la Paz de la Sección japonesa de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz (WCRP), en Tokyo. Es autor del blog En la Frontera.

Como ya lo saben, soy agnóstico… personalmente, estoy, sin la menor duda posible, a favor (soy partidario) de la opción A… sin que esto tenga nada que ver con mi relación a la religión (ateo, agnóstico o creyente)… y si fuese creyente sería partidario de la opción B (lo cual viene siendo lo mismo... por donde se cruzan y asemejan las posiciones de unos y otros... claro que todo estando supeditado al "SI")



octubre 21, 2013

TRES VERDADES


Siempre he pretendido que LA verdad no existe
también dicen que es de sabios saber rectificar
no soy sabio (esto si que es verdad)
y sin embargo me tomo la libertad o el atrevimiento de desdecirme
he aquí tres verdades que no requieren de ninguna explicación o justificación… porque esto son… verdades





Para los que no leen el francés: cada manifestante lo hace con una camiseta puesta que dice “YO”… el que los ve pasar lleva una pancarta que dice “LOS DEMAS TIENEN DERECHOS”… a lo que los manifestantes responden con otra pancarta que reza “NOS VALE MADRE”
Por supuesto quienes crean que se trata de una viñeta cuyo tema tiene que ver (de cerca o de lejos) con el derecho a manifestar…. no lo entendió… y que  toda la gracia y el  sentido radica en el “YO