noviembre 23, 2015

¿OJO POR OJO? ¿DIENTE POR DIENTE?


En este momento me encuentro en la tarea de recabar la suficiente información para poder contestar el ¿POR QUË? de la precedente “entrada” y publicarla en este blog.

Mientras termino esta “investigación”… me permito dar a conocer un MANIFIESTO firmado por varios políticos (obviamente no quienes se consideran “profesionales de tiempo completo, al servicio de los intereses de SU partido”), intelectuales, artistas, periodistas, “organizaciones de la sociedad civil”, etcétera… el cual es un llamamiento a manifestarse para que quienes nos gobiernan no se vayan por el fácil recurso de dar una respuesta violenta a la violencia terrorista… la cual, tratándose de políticos (en el Poder o que aspiran a ocupar el lugar de estos) se entiende si consideramos que esta postura “guerrera” es la que, en la actual situación de “duelo”, reclama la “borregada” que con sus votos da o quita el Poder en cuestión.

He aquí el MANIFIESTO en cuestión.

MANIFIESTO
Los brutales atentados perpetrados en París el pasado 13 de noviembre buscaban instaurar un clima y un régimen de terror entre la población, levantando muros de sospecha y odio entre vecinos, quebrando la vida en comunidad e instaurando la política del miedo en nuestro día a día. Si la respuesta a la barbarie pasa por suspender derechos, recortar libertades y encerrarnos en casa, la victoria del terrorismo será total. Si al dolor por las víctimas inocentes se responde provocando más dolor a otras también inocentes, la espiral será imparable. Si buscamos culpables entre nuestros vecinos y vecinas por el simple hecho de vestir o pensar diferente, si criminalizamos a quienes huyen precisamente de ese mismo horror, estaremos contribuyendo a apuntalar los mismos muros que el fanatismo quiere crear. No podemos permitirlo.
El fanatismo terrorista del Daesh (ISIS) es funcional y retroalimenta al fanatismo racista europeo, mientras nuestros Gobiernos practican recortes de derechos sociales y libertades fundamentales, xenofobia institucional y bombardeos indiscriminados, que se han demostrado ineficaces. Nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad. Aquí, en París, en Iraq o en Siria, son los pueblos los que ponen las muertes mientras unos y otros trafican con influencias, armas e intereses geoestratégicos. El odio fanático de unos no puede esgrimirse como justificación para nuevos odios. Nos negamos a ser rehenes del odio, el terror y la intolerancia, eso sería claudicar ante el terrorismo.
Las y los abajo firmantes creemos que la democracia, los Derechos Humanos y la aspiración a una paz con justicia no son un camino ni una moneda de cambio para nada, sino que constituyen en sí mismos el camino y el horizonte, además de la mejor respuesta contra quienes quieren acabar con ellos. Por eso nos oponemos drásticamente a cualquier respuesta al odio que implique más odio, más intolerancia, más muertes de inocentes y menos derechos y libertades.
Desde el convencimiento de que en estos momentos la ciudadanía no solo no puede esconderse, sino que debe ser protagonista y liderar la respuesta contra el terror, nos convocamos el sábado 28 de noviembre a las 12:00 en la plaza del Museo Reina Sofía para mostrar nuestra repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, nuestra repulsa a los bombardeos contra la población civil siria, nuestra repulsa a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por el Bush-Blair-Aznar. Invitamos al resto de municipios a sumarse a esta iniciativa impulsando convocatorias ciudadanas similares.
Contra el terrorismo, contra la islamofobia y contra sus guerras.
Ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz.
NO en nuestro nombre.
Firma el manifiesto
Ahí les va el enlace al original de dicho “Manifiesto” por si quieren estampar su firma.


Vengar esto…





…con esto.







¿ES LA SOLUCION?


noviembre 14, 2015

¿POR QUÉ?



HORROR
CARNICERÍA
MATANZA
GUERRA
MASACRE

A nadie se le ocurrió titular

¿Por qué?


¿Por qué será?


noviembre 11, 2015

DESTINO... Destin... Destinée


Hace unos cuantos días, al leer un libro francés, caí en la cuenta de que en el idioma español (o castellano si prefieren) se dispone de una sola palabra DESTINO, para expresar dos “conceptos” tan diametralmente opuestos como lo son, en el idioma francés, DESTIN y DESTINÉE.

Hecho a partir del cual no me atrevería a afirmar que el idioma francés es más rico y preciso que el castellano (existen casos contarios)… pero sí creo que puede resultar, por lo menos interesante, hacer una sucinta “disertación” sobre la diferencia entre los vocablos DESTIN  y DESTINÉE.

DESTIN se refiere, en un lenguaje con connotación religiosa, a lo que podríamos designar por “Providencia”…  y en un lenguaje más profano, como el azar, la fatalidad, la imperiosa necesidad, lo ineluctable.

El DESTIN tiene que ver con el futuro. Un futuro, el nuestro, sobre el cual no tenemos el mas mínimo poder de decisión, ni siquiera de orientación. Una “fuerza” exterior a nuestra persona, que nos moldea, nos va construyendo sin la más remota intervención nuestra… que solo podemos aceptar, nunca rechazar, y de ahí, cuando mucho, intentar adaptarnos a su dictado, su imposición.
Sin siquiera ser capaces de determinar, ni adivinar, el origen o la procedencia, mucho menos la “esencia”, de esta “fuerza ciega” (que solo alcanzamos a materializar y visualizar bajo la forma de “eventos”) que nos impone su voluntad… por definición ajena a la nuestra.

En cambio la DESTINÉE es todo lo contrario. Es la capacidad de todo ser humano (o que pretende serlo) de erigirse en dueño de su futuro, participe de la creación de su ser, su existencia, su humanidad… su mundo… y por lo tanto, en mayor o menor medida, participe de la creación del Mundo.
Dueño de su futuro, creador de su ser… sino en su totalidad (resulta imposible abstraerse del entorno) si con la capacidad de aceptar, rechazar, o por lo menos componer (que no transigir), con los condicionamientos externos que disfrazan su imposición de una supuesta libre aceptación.

Aun, condicionado por su entorno… cada ser humano puede vivir su Destino o abandonarse a este… luchar activa y arduamente día con día, para crear su propia vida, participando a la creación del mundo… o aceptar pasivamente que pretendidas ciegas e inmateriales fuerzas sean las que vayan moldeando su supervivencia.
Difícil elección… la primera requiere luchar contra la corriente… la segunda dejarse llevar por ella. La segunda, invisible e inaprehensible, nos es dada, nos envuelve, nos inmoviliza… la primera, por alcanzar, requiere que desatemos los nudos que nos atan, rompamos las cadenas que nos encadenan, dejar el inmovilismo y el confort, ponerse en marcha y aventurarse.

Hoy en día, el Destino, en tanto que DESTIN, es aceptarse como Homo-economicus, Homo-predator. Ser un engranaje más en una “maquinaria social” funcionando según un bien aceitado mecanismo jerárquico y mercantil.
Un engrane sin más libertad de movimiento que la de rotar indefinidamente sobre su propio eje… sumiso, obediente, sometido… carcomido por la competencia, la angustia de la permanente evaluación, la obligatoria eficiencia y rentabilidad… sin más anhelo que el de poder seguir con su mecánica función, su trabajo… sin más aspiración que la de adquirir objetos… poder comprar, tanto lo necesario como lo superfluo, lo indispensable a la supervivencia, lo que permita seguir siendo funcional objeto entre objetos… comprar y ser comprado… ser comprado para poder seguir comprando. Supervivencia reducida a un balance entre pérdida y beneficio… acompasada entre codicia y poder… entregada al esforzado ocultamiento de su ausencia, a su propia persona, a los demás, al mundo. Un mundo que gira sin el… engrane movido por otros engranes… ignorantes todos de la fuente de poder que los pone en movimiento… estático movimiento… sobre su propio eje.

El Destino, en tanto que DESTINÉE, es negarse a seguir siendo este engrane… rehusarse en ceder a la multitud de solicitaciones y explícitos mandatos que nos llevan a privilegiar el tener sobre el ser. La afanosa búsqueda del ser implica aprender a desistir del tener.
El darse a la tarea de forjar su propio Destino, en tanto que DESTINÉE, nos obliga (si es que queremos tener éxito en nuestro propósito) a rehuir de todo lo que nos integra al Homo-economicus y el Homo-predator. Rechazar la dominación al igual que la sumisión… renunciar a la apropiación y la explotación (tanto de sus semejantes como de la naturaleza)… repudiar al trabajo, actividad, tiempo y espacio en los cuales se encuentran y refuerzan mutuamente la dominación y la explotación. Renunciar al ejercicio de una racionalidad instrumental, mecánica, que privilegia el cálculo, la evaluación, la competencia, los valores propios de la economía… en detrimento de una inteligencia sensible que acoge, sentimientos, sensaciones, emociones… en busca de la solidaridad y el gozo. Sustituir el valor de cambio por el valor de uso… el intercambio monetario por el don y la gratuidad. Suplantar la fuerza productiva, por la fuerza vital… el consumo que nos consume, por la creación que nos asemeja a los Dioses.


El hombre puede construir su Destino… dejar la necesidad de la sobrevivencia por la tentación de vivir, el sentimiento del existir… abandonar la preeminencia del tener sobre el ser, la cantidad sobre la calidad, el trabajo sobre la creación, el cálculo sobre la sensibilidad, el vender sobre el dar, la apropiación sobre el compartir, la dominación y la explotación sobre la fraternidad y la solidaridad.


Desde los albores de la humanidad, con las huellas de su mano en las paredes de sus hábitats o centros ceremoniales, el hombre dejo constancia de su presencia y paso por el tiempo… de su humanidad.
Las líneas de la palma de mi mano no marcan mi DESTINO… al igual que mis huellas digitales, me hacen único, insustituible… único dueño de mi DESTINÉE… si así lo quiero, si así lo decido, si así me atrevo.