julio 28, 2014

De PARCAS y MOIRAS

Como lo saben quienes por inadvertencia algún día se toparon con este blog… últimamente… y también por las razones que ya saben… he hablado en numerosas ocasiones de la mexicana Huesuda, la francesa Faucheuse, como también a últimas fechas de la PARCA… casi todas sinónimas de la representación de la muerte..

Creo que… por escasos que sean… mis lectores mexicanos saben de la Huesuda, como los franceses de la Faucheuse... en cambio me permito pensar (quizás equivocadamente) que pocos saben de la Parca… por lo que me ha parecido interesante hacer un copiado/pegado del sucinto artículo dedicado a este término en la Wikipedia en su versión al idioma español:




Tapiz mille-fleur de principios del siglo XVI en el que se representan las tres Parcas con sus nombres griegos (los de las Moiras).



En la mitología romana las Parcas (en latín Parcae) eran las personificaciones del Fatum o destino. Sus equivalentes griegas eran las Moiras
Controlaban el metafórico  hilo de la vida de cada mortal e inmortal desde el nacimiento hasta la muerte. Incluso los dioses temían a las Parcas: el propio Júpiter estaba sujeto a su poder. Las parcas son las diosas del destino. 
Son tres hermanas hilanderas que personifican el nacimiento, el matrimonio y la muerte. 
Escribían el destino de los hombres en las paredes de un enorme muro de bronce y nadie podía borrar lo que ellas escribían. Se llamaban Nona, Décima y Morta
Las tres se dedicaban a hilar; luego cortaban el hilo que medía la longitud de la vida con una tijera y ese corte fijaba el momento de la muerte. 
Ellas hilaban lana blanca y entremezclaban hilos de oro e hilos de lana negra. los hilos de oro significaban los momentos dichosos en la vida de las personas y la lana negra, los periodos tristes.


Posdata: entiendo lo del nacimiento y la muerte, pero no así lo del matrimonio… de no ser que este fuese requisito para poder dar a luz y tener la descendencia requerida para que el hilo de la vida no se rompiera definitivamente con la muerte.

julio 12, 2014

¿HA MUERTO LA IZQUIERDA?



En un artículo de la edición digital de este día, el semanario francés « Le Nouvel Observateur » pregunta: LA GAUCHE EST-ELLE MORTE? (¿A MUERTO LA IZQUIERDA?).

Se podrían escribir decenas de páginas sobre el tema… empezando también por algunas preguntas básicas ¿qué es la izquierda? ¿de cuál izquierda estamos hablando?, etcétera.

Dado que, en este mismo blog, he escrito recurrentemente sobre este tema… solo contestare con un categórico ¡¡SI!!

Nada mas precisando que su muerte no data de este día, ni de esta década, ni siquiera de este siglo o el pasado… la Izquierda murió en 1889, con el nacimiento de la II Internacional cuando los anarquistas fueron en forma expedita y definitiva, excluidos de la misma (lo cual no había ocurrido en la I Internacional a pesar de los fuertes “agarrones” entre Marxistas y Bakuninistas) y el nacimiento de la Internacional Social Demócrata.

NO ES CIERTO




Hace unos pocos días, al saber de la gravedad de mi infarto (llegue a urgencias en paro cardiorespiratorio, requiriendo de masaje cardiaco mas dos descargas con el desfibrilador, con la inmediato colocación de un stent y dos días después la de otros tres)… un buen amigo (de los de verdad), me mando un correo expresando lo siguiente: “Leí tus correos y me quede impresionado, porque has reflejado muy bien las sensaciones de una situación límite en la vida. Me alegro que todo se solucionara. A partir de ahora seguro que la percepción de la vida es distinta. Se disfrutan los minutos y segundos de cada día.

A lo cual le conteste: “La verdad es que a pesar de haber estado a un pasito de la muerte… mi percepción de la vida sigue siendo la misma. Quizás incluso con mayor indiferencia. Además de ser hijos de nuestras circunstancias… ¿vivimos? lo que nos atrevemos a vivir… que por lo general es muy poco… y punto final.
Como decía el gran CIORAN (no me acuerdo de la frase exacta, pero es bastante cercano a lo que quiso expresar)… no es pesimismo, ni siquiera el sentirse mayormente atraído por la muerte que por la vida… sino, simple y llanamente lucidez.

No creo (más bien estoy seguro) que de ahora en adelante no viviré cada minuto ni cada segundo… menos cada día… con un mayor disfrute… sino todo lo contrario…o por lo menos, como lo exprese anteriormente… con la misma indiferencia… cavilando no sobre él cuando me llevara la Parca (que, aunque en esta ocasión me zafe in extremis de sus garras, tarde o temprano siempre se sale con la suya) sino sobre el cómo… y todo lo que esto implica (con la posibilidad de un necesario suicidio)… incluso sobre el destino de mi envoltura corporal ya desprovista de vida.

Posdata de circunstancia:
Sin olvidar que de ahora en adelante… bajo la amenaza y el chantaje de repetir este funesto episodio (que ahora si significaría poner el punto final)… tendré que llevar una “vida sana”… lo cual todos sabemos que en buen lenguaje cristiano significa… ejercicio y dieta.
Antes, de este percance cardiaco, de vez en cuando, podía disfrutar de una buena comida acompañada de un buen vino… que a partir de una cierta edad es el único placer “pantagruélico” al que puede uno pretender.
Hoy, ni esto…  solo me queda mi “masturbación neuronal” (leer y escribir... lo cual no puedo negar que disfruto y eventualmente gozo)…sin olvidar el apoltronarse en el dichoso sillón frente a la “pantalla idiota” para olvidarse del tiempo... viendo (aunque a veces con cierto placer) películas y competencias deportivas… y del cual no hay ni dios padre que te levante… si no es para ir de vez en cuanto a vaciar la vejiga.


Segunda posdata de circunstancia:
Hoy, (22 de julio) tuve una consulta de seguimiento con mi cardiólogo. Le conté que estaba escribiendo un texto… quedándome varias horas diarias frente a mi computadora… y que, a pesar de que últimamente este ejercicio se desarrollaba de manera bastante fluida, esta “masturbación neuronal” me producía bastante stress… a lo que me conmino a que dejara este ejercicio de ¿creación literaria?... dado que el stress no es nada recomendable para alguien que ha sufrido un infarto de la magnitud del que padecí.
Lo siento… pero si además de quitarme el placer de la comida, me quitan también el de mi “masturbación neuronal”… que es el único gozo que me queda (aunque este sea estresante)… no creo que le hare caso… por lo menos hasta que haya termina el susodicho texto.