octubre 31, 2014

SUICIDIO SIMBÓLICO... SUICIDIO DE LA APARIENCIA.



Cuando uno (los dedos de una mano sobran para contarlos) de mis amigos (que es medico) supo de mi terrible infarto al miocardio con todo y paro cardiorespiratorio… supongo que con la intención de levantarme el ánimo, me mando un correo que en una de sus partes decía textualmente: Me alegro que todo se solucionara. A partir de ahora seguro que la percepción que tienes de la vida es distinta. Se disfrutan los minutos y segundos de cada momento. Sin duda bien intencionado y bien dicho… pero falso.
 
No me acuerdo con exactitud lo que le conteste… seguramente le daba las gracias por sus palabras de aliento… pero la realidad es la que le conteste indirectamente a través de mi blog escribiendo:

La verdad es que a pesar de haber estado a un pasito de la muerte… mi percepción de la vida sigue siendo la misma. Quizás incluso con mayor indiferencia. Además de ser hijos de nuestras circunstancias… ¿vivimos? lo que nos atrevemos a vivir… que por lo general es muy poco… y punto final.
Como decía el gran CIORAN (no me acuerdo de la frase exacta, pero es bastante cercano a lo que quiso expresar)… no es pesimismo, ni siquiera el sentirse mayormente atraído por la muerte que por la vida… sino, simple y llanamente lucidez.

No creo (más bien estoy seguro) que de ahora en adelante no viviré cada minuto ni cada segundo… menos cada día… con un mayor disfrute… sino todo lo contrario…o por lo menos, como lo exprese anteriormente… con la misma indiferencia… cavilando no sobre él cuando me llevara la Parca (que, aunque en esta ocasión me zafe in extremis de sus garras, tarde o temprano siempre se sale con la suya) sino sobre el cómo… y todo lo que esto implica (con la posibilidad de un necesario suicidio)… incluso sobre el destino de mi envoltura corporal ya desprovista de vida.

Apenas unos cuantos días después en una nueva entrada de mi blog escribía:

…muchas de estas mismas personas saben que la muerte (en general, pero obviamente la mía en particular) ha sido un tema recurrente de mis reflexiones.

Como también saben que, en cuanto a la mía, hace ya bastante tiempo que el cuándo ha dejado de tener la importancia que en un tiempo ya lejano tuvo,  quedándome con él solo como… temiendo el dolor, innecesario y carente de sentido… pero también (y quizás con mayor importancia) la perdida de las facultades mentales y/o físicas cuya carencia aniquilan la digna humanidad… además de resultar un calvario para quienes tienen que cuidar diariamente y hasta en sus más mínimos detalles la física supervivencia del enfermo…en resumen, un verdadero calvario, o peor, infierno… tanto para el enfermo que para quienes se sienten con la obligación de cuidarlo.

Obviamente que en este caso, para mí, la opción largamente madurada, es, sin duda alguna, el suicidio… de mi propia mano (si me encuentro todavía en posibilidad de hacerlo) o asistido (en caso de no poder llevarlo a cabo yo mismo). Ya sé que en caso de ser necesario puedo contar con la efectiva comprensión de algunas personas cercanas…

he aquí, para terminar,  el perfecto ejemplo de lo antes dicho… desde que la medicina y los médicos me regresaron a este mundo (que dicen ser el de los vivos… que por suerte pocos se atreven a calificar como el de seres dotados de “existencia”… el ingrediente más escaso que germina en esta tierra) no puedo dejar de pensar… que quizás perdí el tren… la oportunidad de tener la muerte “soñada”, casi instantánea, casi sin dolor, sin verdadero temor, sin consciencia de su llegada (perdí el conocimiento en la ambulancia y solo la recobre a la hora en que me internaban en la unidad coronaria, con una total pérdida de memoria de lo sucedido entre mi pérdida de conocimiento y el regreso de este)


Lo que hoy quiero expresar… es que la idea del suicidio me es cada día mas presente.
No solo en el supuesto caso de que lo amerite alguna incapacidad física y/o mental de tal magnitud que el suicidio, no pueda no ser la única respuesta a tal situación… sino simplemente el suicidio como tal… aun encontrándome sano de mente y cuerpo.

Esto por varias razones:

La primera… digamos que de orden meramente filosófico… la cual ya había expresado en una ya bastante anterior entrada de este mismo blog, la cual, en una de sus partes, decía:

El suicidio… he aquí una posible respuesta a la doble pregunta del cuándo y el cómo morir. Sin duda… con ciertas condiciones… la más digna para el ser humano… la más acorde con su humanidad.
La humanidad del ser reside esencialmente en su libertad. Es obvio que la libertad absoluta no existe. Lo queramos o no, todos los seres humanos somos seres sociales, inmersos en un entorno, unas circunstancias (presencia de otros seres en un tiempo y un espacio dados). Sin embargo en estos determinados entornos y circunstancias, tenemos la capacidad de ejercer nuestra voluntad, de escoger y decidir nuestro accionar.
La “vida” de todo ser humano sigue el mismo camino “cronológico”: ser, nacer, vivir, existir y morir.
Productos del azar y la necesidad, tanto el ser como el nacer, el vivir y el morir nos son impuestos. No tenemos la más mínima “soberana intervención” en ellos, escapan a nuestra voluntad. Solo el existir nos pertenece, es nuestra obra. Para ponerlo en términos sencillos, es lo que, dentro de nuestras propias limitaciones y las del entorno, hacemos con nuestra vida… y lo que podemos hacer es decidir terminar con ella.

Paradójicamente, el suicidio es decir si a la vida y no a la muerte. El suicidio es un acto de amor a la vida… el ultimo. La última posibilidad de ejercer mi libertad, mi último acto “voluntario” (producto de mi voluntad). Es morir para morir vivo, apropiándome de lo que me escape… sobre lo cual no tengo ningún poder, lo que me es impuesto por el hombre, la naturaleza o los dioses… que mi muerte sea un acto y no una consecuencia o una fatalidad… el último acto que al “adueñarme” de mi muerte corrobora, ratifica, refrenda mi existencia.

Para que el suicidio sea un acto de amor a la vida, la última expresión de mi existencia (o la reapropiación de esta), y no un renunciamiento, una derrota, una huida (todas cosas que son por ejemplo el suicidio como consecuencia de un impulso depresivo), este solo puede llevarse a cabo en dos circunstancias.
Una…  cuando el cuerpo y/o la mente no son capaces de mantener, ya no la vida, sino la existencia. Existencia entendida como  “el sentimiento del existir”,  
siendo este la capacidad de interrelación e interacción de mi yo (corporal y espiritual) con el entorno mediante los sentidos (que perciben y dan presencia) y el intelecto (que procesa, interpreta y dispensa sentido) cuya conjunción de ambos procesos físico-cognitivos confiere el sentimiento de existencia. Cuando mi estado físico y/o mental son tales que no me permiten siquiera ejercer las acciones más elementales necesarias a la mera supervivencia, cuando mi única opción de vida es la de una vida irremediablemente condenada a la impotencia y/o el dolor.
Dos… cuando sano de cuerpo y mente, o únicamente de mente, decido poner fin a mi vida, simplemente porque no encuentro alguna razón lo suficientemente “satisfactoria” para seguir asumiendo mi ausencia al mundo… cuando asumo que para mí el “sentimiento del existir” se ha definitivamente esfumado.

El suicidio es no esperar la muerte sino ir hacia ella, no padecerla sino poseerla… es la muerte para evitar la vida inerme… la inexistencia. Cuando la existencia se muere (el existir resulta imposible)… el vivir no tiene razón de ser… entonces llega el momento de tener el valor de afirmar su existencia por última vez… venciendo la muerte considerada como un hecho inaprensible, en el cómo y el cuándo… poniendo uno mismo fin a su vida... insisto, por encontrarse esta despojada de su existencia.
Es una decisión por la cual no tenemos que rendir cuentas a nadie, ni los dioses, ni los hombres (con sus Estados y sus leyes) ni siquiera a quienes se quedan.
Si no pedimos venir al mundo… y si una vez en este resulta tan difícil ser al mundo… existir… que por lo menos podamos decidir cómo y cuándo dejarlo.

El suicidio es sustituir el ¿Cómo y cuándo moriré? por el cómo y cuándo morir... es el acto ultimo y por lo tanto supremo del ejercicio de nuestra libertad.

La segunda… que de hecho está implícita en la primera… simplemente porque… ya no encuentro alguna razón lo suficientemente apasionante para seguir viviendo… no encuentro una respuesta que me satisfaga a la pregunta ¿por qué seguir viviendo?... si (tal como lo exprese en un pasaje de la entrada anteriormente mencionada) el sentimiento del “existir” se ha ido, se ha esfumado… si siento que con lo vivido hasta el día de hoy, ya viví todo lo que me atreví a vivir… y la decrepitud propia de la edad hace cada día más improbable que me atreva a vivir de tal modo que me embargue de nuevo “el sentimiento del existir”… pienso… siento (definitivamente se trata más de un sentir que de un pensar, una sensación que una racionalidad)… que el estar vivo, seguir vivo, carece ya de todo sentido.
No solo he extraviado el sentimiento del existir… sino de modo natural como consecuencia lógica e ineluctable, de esta pérdida se instalo el sentimiento de la inutilidad del vivir… de su sin razón… de su absurdidad.

Entonces, porque no me aviento del decimo piso del departamento en el cual vivo… no me cuelgo (seria este el último de los procedimientos que escogería)… no me enveneno ingiriendo una altísima sobredosis de algún medicamento, con cuya ingesta me duerma para ya no despertarme… no compro una pistola (en México, todo puede conseguirse) y me pego un tiro en la boca, apuntando hacia mi cerebro… me corto las venas medio sumergido en el agua caliente de mi tina.
                                                                                                                  
Simplemente porque no ha llegado el momento.
Porque tengo todavía tres buenas (o malas) razones para querer seguir viviendo en este planeta.
La primera… y sin duda alguna la más importante… el no querer dejar en el desamparo (emocional y no económico) y el no querer lastimar emocionalmente a mi familia… mi compañera Marina (prefiero esta palabra a la de esposa o peor todavía mujer) y mis hijos Xavier y Emilio.
Sobre todo Marina que, en su trabajo en la empresa familiar, desde hace muchos años padece casi diariamente la violencia psicológica de sus hermanos (regaños, gritos, acoso, etc.)… y necesita de quien la escuche para no caer en el hoyo de la depresión, que hoy ronda a su alrededor… sobra decir que también, obviamente, por el afecto y el cariño que le tengo.
Dicho de otra manera… no quiero dejar en la “orfandad” a los miembros de mi familia que sigo queriendo y quienes quizás, por una razón u otra, todavía necesiten de mi presencia.
La segunda… el gozo que todavía siento con el diario ejercicio de mi “masturbación neuronal” con un cierto tinte sadomasoquista.
Siendo mi principal masturbación… por la cual todavía quiero seguir en vida… el terminar el “relato” que titule POURQUOI PAS DEMAIN ou LA MEMOIRE INFIDELE, el cual quiero legar a mis hijos para que (si así lo desean) lo lean después de mi fallecimiento. Acompañada esta, de vez en cuando, de la redacción de alguna entrada para mi Blog… que nadie lee.
La tercera… porque antes de fallecer me gustaría pasearme por la callejuelas y rincones del pequeño pueblo en el cual pase mi infancia y parte de mi adolescencia… donde empecé a aprender lo que se de la vida.

¿Razones suficientes para no poner un término a mi vida?... de momento pienso… siento… que si… mucho mas la primera… que la segunda… y esta que la tercera.
Como dije… el momento de mi suicidio… no ha llegado todavía.



Pensando (rumiando, seria quizás la palabra más exacta) en cómo resolver esta contradicción entre mi hondo sentimiento de ausencia e inexistencia que me llevan a la idea del suicidio… y las razones que todavía tengo para no cometer tal acto (ahora sí que to be or not to be), en uno de los tantos momentos de tantas noches que paso en vela… repentinamente… me vino a la mente una idea… un estratagema… suicidarme “simbólicamente”… dejando de ser quien soy… es decir, esencialmente (en el sentido de esencia), únicamente, apariencia.


Desde mi adolescencia me deje crecer la barba y me ha gustado llevar el pelo largo. Si fuese por mí, llevaría los dos, pelo y barba, realmente largos, muy largos… como las famosas fotos de Marx o Bakounine (apariencia, les digo.) De vez en cuando así los llevo (aunque no tanto como quisiera)… pero siempre llega el momento en que cedo al deseo de Marina de que me corte los dos a una medida “normal”, “razonable”, aceptada por las buenas costumbres sociales (primacía de la apariencia que llamo prejuicio).
La insistencia, últimamente, de Marina en que me corte el pelo y la barba es lo que de hecho me ha llevado a pensar … y encontrarle sentido… a este suicidio… que califico de simbólico.

Como todos (nada más que muchos no lo saben… o no quieren saberlo)… soy solo apariencia… para el espejo… para la mirada de los demás… para mi mismo (sobre todo para mi mismo)…solo apariencia.


Nadie sabe quién soy, nadie nunca lo supo y nadie jamás lo sabrá… ni yo mismo.

Por lo tanto… si solo SOY APARIENCIA… y cambio esta (aunque sea solo en cuanto al aspecto físico)… en realidad (para una realidad que no es tal)… dejo de existir… dejo de ser quien soy… quien aparentemente soy.

Sería perfectamente plausible… y exacto… afirmar que un profundo cambio de mi apariencia equivale a un suicidio… mi suicidio… el suicidio de quien soy para el espejo y las miradas de quienes creen saber quien soy… quienes saben quién soy, solo en tanto que apariencia (por lo menos de quienes saben, conocen, de mi actual apariencia.)

He aquí el porqué de este… aparentemente incomprensible… acto de cortarme hasta la mínima expresión, tanto mi pelo como mi barba.

Ahora bien… este suicidio simbólico… tiene también la ¿inestimable? ventaja de poder ser un renacimiento… un nuevo impulso.
No seguiré cortándome casi al ras pelo y barba para siempre… sino que dejare que, poco a poco, este y esta crezcan de nuevo… hasta ser de nuevo la imagen que fui… es decir… siendo solo la apariencia que fui… ser nuevamente quien fui…deje de ser… y nuevamente seré.
Para, si así lo quiero, suicidar nuevamente mi apariencia… las veces que quiera… hasta que llegue el momento de quitarle el calificativo de simbólico… y vaya consciente y voluntariamente al encuentro de la Parca

¿Qué les parece… un acto de locura… el pensamiento de alguien cuyas cavilaciones denotan una pérdida (total o parcial) de lo que se acostumbra llamar razón?        

Antes de contestar piensen… aunque sea solo un poco… en el sentido de la vida… ¿no es esta ausencia… esta inexistencia…este sin sentido… la mayor de las locuras?

¿No será un acto de locura… en acuerdo, en sintonía… con la locura que es la vida… la mía… la de cada uno de nosotros?
¿Se enojaran… si sustituyo el “nosotros” por el “ustedes”?
¿Se enojaran conmigo o con lo absurdo de la vida… con lo absurdo de MI vida y SU vida?

TODO ES APARIENCIA…
ESPERO QUE ESTE SUICIDIO DE LA APARIENCIA…
QUE NO APARIENCIA DE SUICIDIO… 
NO SEA UN FIN…
SINO UN RENACER.


Posdata: con la inestimable ventaja de que podre seguir (bajo esta modalidad u otra) “suicidándome simbólicamente” las veces que quiera… hasta el día, si es que este llega, en que ya no lo haga de manera simbólica… tome la decisión no de suicidar mi apariencia… sino mi persona.


Segunda Posdata, quizás esclarecedora: Hace ya algún tiempo (un poco más de cuatro años y medio para ser más exacto) una cortísima entrada de mi blog era la siguiente:

LOCURA
A veces quisiera enloquecer.
Dejar la apariencia de mi vida...
la realidad de mi ausencia...
la realidad de mi inexistencia.
Vivir en MI mundo.
Vivir estando muerto.


¿LO LOGRE?

Regrese del peluquero… me vi en el espejo… mi pelo es más corto que nunca… pero todavía demasiado largo… para que pueda afirmar que mi “suicidio simbólico” haya sido todo un éxito.
Los espejos a menudo son mentirosos… nos reflejan la imagen que queremos ver reflejada. A ver que dicen las miradas de los demás.

Ahora me doy cuenta que para poder asegurar el éxito de este suicidio simbólico habría tenido que rasurarme la cabeza (dejarla como una bola de billar) así como mi barba.

No me atreví… siquiera a un suicidio simbólico… ¿me atreveré algún día… cuando llegue el momento… a dejar para siempre este mundo… y no solo mi mundo.

Creo poder contestar afirmativamente… me parece necesario tener un mayor atrevimiento para ejecutar un simbólico suicidio… que el que se requiere para desaparecer para siempre, ingresar en la Nada… porque entonces la apariencia ingresa en la Nada con nosotros… las miradas ajenas o el espejo… ya no ven ni reflejan nada.
Quizás… solo algunas miradas se acuerden por un tiempo de nosotros… antes de perder ellas también la memoria… sobre todo si a la hora de nuestra partida eran jóvenes.

Bueno… en realidad solo falle a medias.
Al mediodía Marina me vio… y se quedo sorprendidísima… ¿qué paso con tu pelo, jamás te había visto con el pelo tan corto? Hasta dijo que me tomaría una foto para mandársela por WhatsApp a Emilio (mi hijo menor quien vive en Barcelona)… no lo hizo… ¡decepción!
Sin embrago…unas horas después llego Xavier (mi hijo mayor) y de inmediato me dijo que como era posible que me hubiesen cortado el pelo tan corto… que parecía un militar o un policía… ¡colmo de la vergüenza!

Lo logre… a medias… ahora falta ver si este medio éxito será suficiente para que este intento de suicidio simbólico… se traduzca en el esperado Renacimiento.

A la espera de que el árbol (de la ilustración con la cual empieza esta entrada) crezca lo suficiente… ¿y con la suficiente rapidez?    
                                       

Posdata concluyente: Esta noche… en un desvelo más… me dije que un suicidio simbólico no es una locura si se trata de suicidar la apariencia… sino todo lo contrario. ¿Cómo suicidar una apariencia si no es mediante un suicidio simbólico?... la apariencia de un suicidio. Si algún día, por los motivos que sean, me suicido “realmente”… significara que con este acto habré abandonado la apariencia… alcanzado la realidad de mi ser… justo en el momento mismo de mi propia muerte.

octubre 30, 2014

"YO SÉ LEER": VIDA Y MUERTE EN GUERRERO.

No sé si incurro en un delito al copiar este artículo de opinión del escritor LUIS VILLORO, publicado este 30 de octubre en el periódico español EL PAIS… violando las leyes referentes a los derechos de autor… pero me parece demasiado bueno… y digno de reproducirse (cuantas veces mejor)… sin tomar en cuenta estas consideraciones legaloides.

“Yo sé leer”: vida y muerte en Guerrero

JUAN VILLORO


El pasado 17 de octubre el cadáver de Margarita Santizo fue velado en la calle Bucareli de la Ciudad de México, frente a la Secretaría de Gobernación. Así se cumplía la última voluntad de la difunta, que había buscado sin éxito a su hijo desaparecido. La escena sirve de alegoría para un país donde la política amenaza con transformarse en un rito funerario.
La espiral de violencia alcanzó un grado superior el 26 de septiembre con el asesinato de seis jóvenes y el secuestro posterior de 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa. Ese día me encontraba en la Universidad Autónoma Guerrero para dar una conferencia sobre José Revueltas. Mi anfitrión era un alto funcionario de la Universidad que en su juventud perteneció a la guerrilla de Lucio Cabañas. Hablamos del escritor comunista tantas veces encarcelado por sus ideas. Esto permitió que el académico repasara su propia trayectoria: “Lucio Cabañas me salvó la vida”, comentó con una peculiar mezcla de admiración y tristeza: “Me obligó a bajar de la sierra antes de que mataran a su gente: ‘No tienes aspecto de campesino’, me dijo: ‘Si te encuentran acá, no podrás decir que andabas sembrando; tienes que continuar la lucha donde vales más: el salón de clases”.
La exigencia del guerrillero significó la pérdida de una ilusión. Al mismo tiempo, el solitario camino de regreso a la vida civil permitió que un luchador social siguiera con vida.
La gran paradoja del Estado de Guerrero es que ser maestro también es un oficio de alto riesgo. Cabañas nació en un pueblo que refutaba su nombre (El Porvenir) y se dedicó a la enseñanza primaria. Muy pronto descubrió que era imposible educar a niños que no podían comer. Al igual que otro maestro, Genaro Vázquez, creó un movimiento para mejorar la vida de sus alumnos y se topó con la cerrazón oficial. Con el tiempo, quienes enseñaban a leer radicalizaron sus métodos de lucha.
La cultura de la letra ha sido un desafío en una zona que dirime discrepancias a balazos. En los años sesenta del siglo XX, dos terceras partes de los pobladores de Guerrero eran analfabetas. La Normal de Ayotzinapa surgió para mitigar ese rezago, pero no pudo ser ajena a males mayores: la desigualdad social, el poder de los caciques, la corrupción del gobierno local, la represión como única respuesta al descontento, la impunidad policiaca y la creciente injerencia del narcotráfico. Esas lacras no son ajenas a otras partes del país. La peculiaridad de Guerrero es que el oprobio ha sido continuamente impugnado por movimientos populares.
En México armado, libro fundamental para entender este conflicto, Laura Castellanos narra el tránsito de los maestros a la guerrilla. Genaro Vázquez fundó una Asociación Cívica que recibió el repudio de las autoridades y el mote despectivo de “Civicolocos”. Por su parte, Lucio Cabañas creó el Partido de los Pobres, pero no logró incidir en la política local. El Gobierno ofreció a los cabecillas dinero y puestos políticos (en Guerrero, suelen ser sinónimos). Los líderes rechazaron esa salida "negociada" y optaron por un camino sin retorno en la montaña.
La cultura de la letra ha sido un desafío en una zona que dirime las discrepancias a balazos
La salvaje represión de la guerrilla se conoció con el redundante eufemismo de “guerra sucia”. Después de la muerte de Cabañas, hubo 173 desapareciedos. Castellanos cuenta la historia de la base aérea en Pie de la Cuesta, Acapulco, donde los aviones despegaban para arrojar disidentes al océano, inclemente recurso que también usarían las dictaduras de Chile y Argentina. En los años setenta, durante la presidencia de Luis Echeverría, México fue el país esquizoide que daba asilo a perseguidos políticos de Sudamérica y sepultaba a sus inconformes en altamar.
Hablábamos en Acapulco de José Revueltas y Lucio Cabañas cuando supimos que seis jóvenes habían sido asesinados en el municipio de Iguala. Esta noticia del infierno venía agravada por una certeza: el horror no era nuevo; llegaba de muy lejos. En Guerrero, la violencia ha sido sistemáticamente alimentada por las masacres cometidas por el ejército y grupos paramilitares. Luis Hernández Navarro, autor de un libro crucial sobre el tema (Hermanos en armas), señala que todos los movimientos insurgentes de la región han surgido después de matanzas (la de Iguala, en 1962, produjo el levantamiento de Genaro Vázquez; la de Atoyac en 1967, el de Lucio Cabañas; la de Aguas Blancas en 1995, el del Ejército Popular Revolucionario).
¿Cuál será el saldo de 2014? El narcotráfico ha ganado fuerza en la región con la presencia rotativa de los cárteles de La Familia, Nueva Generación, los Beltrán Leyva y Guerreros Unidos. Pero no es la principal causa del deterioro. En ese territorio bipolar, el carnaval coexiste con el apocalipsis. El emporio turístico de Acapulco y la riqueza de los caciques contrasta con la pobreza extrema de la mayoría de la población. La indignante desigualdad social justifica el descontento y explica que muchos no encuentren mejor destino que sembrar marihuana o matar a sueldo.
En 2011, el Partido de la Revolución Democrática llevó a la gubernatura a Ángel Aguirre, que había pertenecido al PRI y fungido como gobernador interino en 1999, sustituyendo a su jefe, Rubén Figueroa, responsable de la matanza de Aguas Blancas. Su elección fue un giro oportunista para sumar intereses políticos con el engañoso mensaje de una alternancia en el poder. Como los barcos que utilizan la insignia de Panamá, el PRD se ha convertido en una entidad que alquila su bandera. En la búsqueda del poder por el poder mismo, apoyó a un personaje que jamás combatiría la corrupción ni la injusticia. Al amparo de esa gestión, surgieron figuras dignas de Los Soprano, como el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, también del PRD y hoy fugitivo. De manera inverosímil, la cúpula partidista respaldó a Aguirre después de la desaparción de los estudiantes. Sólo la presión social llevó a su renuncia, que en modo alguno mitiga el eclipse del “Partido del Sol”.
La indignante desigualdad social conduce a muchos a sembrar marihuana o matar a sueldo
En la búsqueda de los normalistas desaparecidos se han encontrado fosas con otros muertos. De 2005 a la fecha han aparecido 38 criptas de ese tipo. Excavar la tierra en Guerrero es un inevitable acto forense.
Durante medio siglo, los abusos de las autoridades han sido repudiados por una población pobre pero politizada. La Escuela Normal representa un centro neurálgico de la discrepancia. Conviene recordar que en los años sesenta uno de sus activistas se llamaba Lucio Cabañas.
El 26 de septiembre hubo cuatro balaceras distintas y un solo blanco: los jóvenes. Con el apoyo del crimen organizado, el alcalde Abarca sembró el terror para amedrentar a los normalistas que se movilizaban para recordar a las víctimas de la matanza de Tlatelolco. Una vez desatado el mecanismo represivo, también fue acribillado un equipo de fútbol. ¿Su delito? Ser jóvenes; es decir, posibles rebeldes.
“Hay una tensión entre leer y la acción política”, escribe Ricardo Piglia. Interpretar el mundo puede llevar al deseo de transformarlo. En ocasiones, la letra, y la ortografía misma, son un gesto político que desafía un orden bárbaro: “Podríamos hablar de una lectura en situación de peligro. Son siempre situaciones de lectura extrema, fuera de lugar, en circunstancias de extravío, o donde acosa la amenaza de una destrucción. La lectura se opone a una vida hostil”, argumenta Piglia en El último lector.
El Che Guevara pasó su última noche en una escuela rural. Ya herido, contempló una frase en la pizarra y dijo a la maestra: “Le falta el acento”. La frase era “Yo sé leer”. Ya derrrotado, el guerrillero volvía a otra forma de corregir la realidad.
Hace años, maestros acorralados por el Gobierno decidieron tomar las armas en Guerrero. Lucio Cabañas decidió salvar a uno de los suyos para que volviera a la enseñanza, instrumento de lucha en un país sin ley.
43 futuros maestros han desaparecido. La dimensión del drama se cifra en una frase que se opone a la impunidad, el oprobio y la injusticia: “Yo sé leer”. El México de las armas teme a quienes enseñan a leer.
A ese país le falta el acento. Llegará el momento de ponérselo.
Juan Villoro es escritor. Acaba de publicar ¿Hay vida en la Tierra? (Anagrama).


Comunicado del EPR sobre la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de AYOTZINAPA


















Hoy la organización guerrillera EPR (Ejercito Popular Revolucionario) emitió este comunicado, en el cual asegura que los normalistas se encuentran en cuarteles de la policía federal e instalaciones del  ejército y la marina donde están siendo torturados… hecho que forma parte de la política de terrorismo de Estado implementada por el Gobierno mexicano.

No tengo ninguna prueba de que este comunicado haya sido realmente emitido por el EPR (ya sabemos que el mismo Estado puede filtrar este tipo de documentos si considera que asi conviene a sus intereses)
Como tampoco tengo la seguridad de que lo expresado en este comunicado sea cierto.

Sin embargo, teniendo la personal convicción de que si existe una política de terrorismo de Estado por parte del gobierno mexicano… me permito copiar este comunicado, tal cual fue dado a conocer por el EPR... o quien haya sido.


Ahí les va:



AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS NACIONALES E INTERNACIONALES
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
A LOS ESTUDIANTES NORMALISTAS Y UNIVERSITARIOS
A TODAS LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!

La represión generalizada en nuestro país es parte del terrorismo de Estado. Una muestra contundente de la barbarie de esta política es lo que sucede en el estado de Guerrero contra nuestra juventud inerme y con esperanzas de un cambio, nuestro pueblo en su conjunto, no importa al sector al que pertenezcamos, todos debemos exigir justicia, el castigo a los criminales de Estado y el cese de esta política de terror.

El Estado mexicano se ha cebado actualmente con el pueblo de guerrero y sobre todo con su juventud y los luchadores sociales, como se cebó con el pueblo de Atenco. No se puede tratar de "hechos violentos", ni de "enfrentamientos", ni de "fuego cruzado" o de "agresiones de los manifestantes a los policías", como lo han dado a entender voceros del Estado y algunos medios de comunicación, sino de una política criminal de un estado policíaco militar.
Lo sucedido el viernes 26 de septiembre contra los normalistas de Ayotzinapan constituye una masacre, es decir, un crimen de Estado planificado por el mando único policiaco-militar, el cual coordina la agresión permanente contra el pueblo.

Los normalistas de Ayotzinapan, cuando de manera pacífica realizaban volanteo y colecta, son reprimidos con toda saña ordenada por los mandos superiores de la cúpula gubernamental estatal y federal, por lo tanto, es una gran mentira que se haya tratado de un enfrentamiento producto de la violencia de estos jóvenes inermes contra la policía municipal.

Los estudiantes de la escuela Normal Rural Isidro Burgos, han sido criminalizados sin descanso desde las instituciones gubernamentales como parte de la política del terrorismo de Estado, como consigna política la han retomado medios de comunicación serviles, voceros oficiosos y plumas mercenarias, políticos de oficio profascistas, individuos de toda laya que comulgan con las posiciones reaccionarias.

Los 43 normalistas que permanecen en desaparición forzada están siendo torturados en los cuarteles de la policía federal, instalaciones del ejército y la marina como sucedió en la represión del 28 de abril y el 15 de octubre de 2012 en Michoacán, cuando los mantuvieron desaparecidos temporalmente en las instalaciones de la academia de policía donde fueron también brutalmente torturados.

Constituye una cínica burla la declaración del gobierno estatal al afirmar que se "abocará" a su localización, porque es de todos sabido y existen evidencias fehacientes de que fue la fuerza policíaco-paramilitar quien se los llevó, operativo realizado coordinadamente entre policía municipal, estatal, federal, ejército, marina y paramilitares. Los misteriosos "civiles armados y encapuchados" que perpetraron parte de esta masacre en realidad son elementos activos de las fuerzas policiaco-militares realizando acciones de paramilitarismo. 

Es grotesco sostener la tesis de la infiltración del crimen organizado para endosar este crimen de lesa humanidad a la "delincuencia organizada", dicha afirmación constituye una burda maniobra política para diluir la responsabilidad del Estado y garantizar impunidad a los criminales materiales e intelectuales. Especulaciones dolosas promovidas por el Estado mexicano y difundidas perversamente por "sesudos analistas" y funcionarios públicos.

La tesis del estado fallido independientemente de su modalidad con la que se pretende "justificar" la supuesta violencia generalizada, por la "delincuencia organizada" y el narcotráfico se encuentra circunscrita dentro de la doctrina de la guerra contrainsurgente dictada desde el imperialismo norteamericano.

La masacre de Iguala es la expresión fiel del grado de terrorismo de Estado con el cual se trata de imponer de forma incuestionable la criminalización de la protesta popular, bajo la mascarada e instrumento jurídico de "regular" marchas, plantones y la protesta popular, para evitar que "actos violentos" como los ocurridos en Ayotzinapan vuelvan a suceder.

La detención de 22 policías municipales no garantiza justicia para nuestro pueblo, por el contrario es una maniobra recurrente para administrar y prolongar la impunidad, porque enseguida salen libres, como es el caso de los policías federales que asesinaron, el 12 de diciembre de 2011, a dos normalistas también de Ayotzinapan, esos criminales hoy gozan de libertad y completa impunidad. 

En los últimos decenios la juventud ha sido víctima del intento de la más aguda mediatización sin que se haya logrado, tenemos el ejemplo de todos esos jóvenes que siguen en prisión desde el primero de diciembre de 2012 que fueron torturados, vejados y violados sus derechos humanos, que a pesar del esfuerzo de quienes pidieron su libertad, también fueron reprimidos y aún continúan en las mazmorras de este gobierno. 

Con indignación y razón se levantan los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), porque se les respeten sus derechos, en el fondo constituye la resistencia contra la reforma educativa neoliberal, que en los avances de su imposición está reduciendo el contenido científico de la educación, empujando a la tecnificación y privatización de ésta para construir un sujeto dócil y presa fácil para la explotación por las compañías nacionales y extranjeras a las cuales el Estado mexicano les ha facilitado el saqueo de las riquezas nacionales.

Compañeros, de 1968 a 1971 el Estado se ensañó con la juventud asesinándola. Son 46 años que nuestra juventud ha sido masacrada, y casi después de medio siglo el gobierno priísta lo sigue haciendo, recordemos que el 68 fue la continuidad de la represión de 1956-58 ejercida contra ferrocarrileros, médicos y maestros. 

En 1963 el Estado cometió el asesinato de Rubén Jaramillo y su familia; en 1965, el 23 de septiembre asesinó a los jóvenes que asaltaron militarmente el cuartel Madera en Chihuahua, precedentes históricos para que un conjunto de jóvenes, antes y después de 1968, con su ingenuidad unos y otros conscientes pero ambos congruentes, crearan grupos de guerrilleros revolucionarios, convencidos de que se podía perder la vida por un cambio en el país a favor del pueblo.
Muchos jóvenes derramaron su sangre en pos de la libertad, siempre los recordaremos porque son parte de esta lucha histórica, que hoy en las condiciones en que actúa el Estado, no dudamos que ante una acción del mismo exista una reacción popular combativa. Los intentos del Estado como siempre son perversos, no confíen en este gobierno represivo.

Conmemorar el dos de octubre no sólo es recordar, es retomar la experiencia que genera un Estado totalitario utilizando el terrorismo. Hemos sido parte de todas estas luchas y seguiremos siendo parte de todos aquellos que hoy, aunque piensen de distinta manera y desde distintas trincheras, coadyuvamos intentando cambiar este país para lograr un gobierno libertario.

En consecuencia, el PDPR-EPR recordamos el dos de octubre, no separados de las masas, de las luchas populares, sino con nuestros modestos esfuerzos ¡Estamos presentes! ¡Dos de octubre no se olvida, se recuerda y en el combate estamos!

Desde nuestra trinchera de la crítica de las armas, rendimos un homenaje a todos aquellos que sobrevivieron a esta represión, que congruentemente siguieron una vida y continuaron peleando por la liberación de nuestro pueblo. Es el caso del luchador social Raúl Álvarez Garín, con quien en un momento histórico perteneciendo a la revista Punto Crítico tuvimos profundas divergencias, porque algunos individuos que pertenecían a ella nos vilipendiaron, nos acusaron de terroristas e intentaron obstaculizar nuestra relación con las masas, sin embargo, es un honor recordar a este luchador social quién después, producto de una reflexión personal se solidarizó con todas las luchas del pueblo sin importar cuáles fueran las siglas, con los más necesitados, con las nuevas generaciones que luchan por el respeto de los derechos humanos, por la presentación de los detenidos-desaparecidos, por la libertad de los presos políticos y contra la represión de un Estado totalitario.

Los jóvenes de hoy, no olvidemos a Raúl Álvarez Garín, porque hay ejemplos contemporáneos de heroicidad de muchos luchadores sociales. No perdamos la memoria histórica porque eso nos desmoviliza, no seamos presas del terrorismo de Estado.

Nuevamente una masacre más por los militares, que no pudieron ocultar el asesinato de otros jóvenes en Tlatlaya, Estado de México, fuesen lo que fuesen, también fueron ejecutados de manera extrajudicial como pretenden hacerlo con los 43 normalistas detenidos-desaparecidos. 

Probado está que el ejército mexicano es dirigido por psicópatas que han dado la orden para el cometido de crímenes de lesa humanidad, porque en anteriores comunicados decíamos, la policía y el ejército no van a aprehender sino a asesinar, estos asesinatos son una prueba irrefutable.

Los jóvenes por el solo hecho de serlo están siendo asesinados y/o obligados por el ejército o sus paramilitares a enrolarse en sus filas, están haciendo una leva de jóvenes para que participen en este tipo de asesinatos como parte de las autodefensas paramilitares degradándolos como seres humanos. Y si no es así, los asesinados o encarcelados son quienes rechazan ser parte de estas fuerzas.

Hoy como es costumbre y tradición de un PRI-gobierno asesino, dicen condenar a tres militares, pero no revelan que grado tienen los que se configuran como chivos expiatorios, y sin importar el grado también son víctimas -aunque no son justificables sus hechos- de la cadena de mando que llega al generalato de la zona militar hasta el presidente como jefe supremo de las fuerzas armadas.

Ante la violencia generalizada contra el pueblo, ante el terrorismo de Estado y ante la acción criminal de las fuerzas policiaco-militar-paramilitar:

Todas las familias de las víctimas de la política terrorista de Estado debemos unirnos a los demás familiares de todas las víctimas, que por una u otra razón, han sido asesinadas o aquellos que han sido detenido-desaparecidos. ¡Ni una lucha aislada más!

Todos debemos unirnos, cada cual en su trinchera y forma de lucha, en la exigencia de la presentación con vida de los normalistas detenidos-desaparecidos, juicio y castigo de los responsables materiales e intelectuales, así como el alto a los crímenes contra el pueblo.

Al terrorismo de Estado se le enfrenta con la unidad popular, constituye una necesidad la generalización en el plano nacional de las acciones políticas de masas, la acción popular combativa, la acción múltiple de solidaridad en todo el país y la estructuración de la autodefensa del pueblo para que se ejerza la justicia popular.

¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS! No es tiempo de miedo, éste y la impotencia deben transformarse en resistencia popular combativa.

¡A SEGUIR EXIGIENDO LA PRESENTACION CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS
DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLITICOS!
¡A CERRAR FILAS CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ CENTRAL
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA GENERAL
DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR



octubre 28, 2014

MASTURBACIÓN NEURONAL un tanto sadomasoquista.


¿Quiénes somos, quién soy?

Durante mucho tiempo me pregunte si era yo UN ESPIRITU DOTADO DE UN CUERPO o UN CUERPO DOTADO DE ESPIRITU.

Hasta que un día (harto de este cuestionamiento sin satisfactoria ni posible respuesta) decidí (quizás erróneamente, quizás con acierto… ¿para quién?... ¿para mí?) que solo era, soy, un “conglomerado” de moléculas, que un día cualquiera, producto del azaroso encuentro entre un espermatozoide y un ovulo, vino a poblar por un infinitivamente corto tiempo, una infinitivamente minúscula parte del UNIVERSO… para después de este infinitivamente brevísimo tiempo, desaparecer, desvanecerse en la NADA.

Bastándome distinguir el vivir del EXISTIR… siendo este existir la capacidad de interrelación e interacción de mi YO (corporal y espiritual) con el entorno mediante los sentidos (que perciben y dan presencia) y el intelecto (que procesa, interpreta y dispensa sentido) cuya conjunción de ambos procesos físico-cognitivos confiere el sentimiento de existencia.

Siendo… durante esta cortísima presencia en un determinado tiempo y espacio, en la inaprensible e incomprensible, inmensidad del Universo… por mucho tiempo, ausente a lo que conforma nuestro mundo, simple testigo y pasivo espectador… y por pequeñísimos instantes, actor que vive y experimenta la sensación de un verdadero existir.


Como UNO, como unicidad, como YO, he convivido con otros seres, por su naturaleza, semejantes a mí… unos cuantos, amigos… unos, muy escasos, amados y dadores de amor… unos, odiados… la inmensa mayoría simples presencias que ignoramos y nos ignoran, pasando inadvertidos, tanto yo para ellos como ellos para mí.


En el transcurrir de MI vida (y escasos momentos de real existencia)… desde que supe leer… y unos cuantos años después cuando supuse ¿erróneamente? que sabía escribir con un mínimo de propiedad… mi mayor placer… que por momentos llego a ser gozo… fueron la lectura y la escritura… mi MASTURBACION NEURONAL para ambas actividades, con el calificativo de SADOMASOQISTA para la escritura.

Aunque no siempre sea el caso (no niego que en ciertas circunstancias el acto de leer pueda ser compartido), parece bastante obvia la afirmación de que la lectura (el acto de leer en sí, no su posterior aprovechamiento) es esencialmente un placer solitario, una masturbación.
En lo personal, entre los 14 y más o menos los 22 años fui un devorador de novelas y cuentos… que gozaba por periodos… todo Hemingway y alguno que otro autor norteamericano (Faulkner, Miller, Fitzgerald, etc)… los autores rusos (Tolstoi, Dostoievski, Gogol mi preferido)… los autores franceses del siglo diecinueve (Balzac, Zola, Flaubert)… y dos escritores francés más contemporáneos, que son por mucho los que más goce, Boris Vian y ante todo Louis Ferdinand Celine.
Después, de esta edad y hasta el día de hoy, por estar más interesado en tratar de entender el mundo en el cual vivía, ya no leí ni una sola novela, dedicando mi tiempo (nunca suficiente) en leer ensayos que combinaban sociología, política, filosofía y economía… los cuales también goce mucho… y sigo gozando.
Ya sé que algunos pretenden que se conoce mejor a nuestro mundo leyendo algunas ciertas novelas que muchos ensayos, por muy picudos que sean… obviamente que depende de cuales novelas y cuales ensayos… pero si bien la lectura de muchas novelas me transportaron en las épocas en las cuales estas fueron escritas y reconozco que es de estas lecturas que pude adquirir un cierto conocimiento de estos tiempos pasados y lejanos (o próximos) espacios… por lo que es la sociedad en la cual hoy vivo, me permito discrepar de esta opinión y afirmar que muchos de los ensayos que he leído si me han permitido conocer e interpretar mi época y mi espacio (el cual hoy, ya no es el únicamente el espacio geográfico en el cual vivo, sino el “sistema mundo” en su conjunto.)

En cuanto a la escritura, la afirmación de que en el momento mismo de llenar de palabras la hoja de papel (hoy en día la pantalla de una computadora) es una masturbación… es igualmente innegable. Se trata de un acto solitario que procura un placer que en ciertos momentos puede llegar al gozo. Si bien es también cierto que este placer va acompañado del real sufrimiento propio de todo parto… y por lo tanto puede considerarse como una masturbación sadomasoquista.
Placer solitario que generalmente deja de ser masturbación, a partir del momento en que lo escrito en la soledad es leído por otros… compartido por otros.

Sin embargo en mi caso… suficientemente lucido para ser consciente de las limitaciones de mi talento… siempre he terminado mandando a la basura las páginas llenadas de palabras o apretado la tecla “suprimir”… y si algo ha quedado en mi computadora… es porque lo he considerado como sin real importancia por tratarse de un simple ejercicio de reflexión… además redactado en un idioma que no es el de mi lengua materna.
Esto es para mí este blog… una masturbación neuronal, ligeramente sadomasoquista… sin real importancia… por ser un ejercicio de reflexión personal… por el cual (salvo contadas personas) no siento la necesidad ni el deseo de compartirlo con nadie…y no un ejercicio de escritura.

Sin embargo, llegado el momento en que ya no percibo los pasos de la Huesuda a mi espalda, sino su soplo sobre mi nuca, siento el deseo de dejar a los seres que me son amados y/o me importan, el testimonio de este blog… por lo cual me encuentro en el proceso de “pasarlo” del carácter virtual de la computadora, al carácter, para mi mucho más real, del papel.

Al mismo tiempo que… desde hace algunos meses… he empezado la escritura (esta si en mi lengua materna, el francés) para mis hijos que no me conocen… de un relato que he titulado POURQUOI PAS DEMAIN ou LA MEMOIRE INFIDELE… el cual espero poder terminar antes de que la Parca me lleve a su cama… lo cual ya intento… pero se desistió de ultimo momento… supongo que al sospechar que no sería un amante a la altura de lo que esperaba.