Desde hace varias semanas se da en los medios de comunicación un “intenso” debate alrededor de la abstención y/o el voto nulo (o blanco) en las próximas elecciones legislativas del 5 de julio.
Quienes en un principio sostenían o dieron cuerpo a la idea de que había llegado la hora de “castigar a una clase política corrupta que solo se representa a si misma”... viéndose sometidos al incesante ataque de esta misma clase política en el sentido de que con esta actitud o propuesta “están dando el tiro de gracia a nuestra incipiente democracia que tanto nos costo alumbrar”... dedican ahorra su tiempo y esfuerzos a desmarcarse de la “a todas luces condenable abstención”... invitando a que la “ciudadanía exprese su rechazo acudiendo a las urnas y anulando su voto”.
Contrariamente a esta postura, invito (a sabiendas de que esta invitación es todo menos una invitación, dado que nadie lee este ejercicio masturbatorio… y que si de casualidad algunos lo hicieran… entonces se trataría solo de una masturbación colectiva) a
Obviamente no se trata de negar la utilidad y la necesidad de recurrir al mecanismo del voto como tal (he votado… eso si hace bastante tiempo… en numerosas ocasiones cuando se trataba de decidir de alguna manifestación, huelga o cualquier otra acción que se enmarcaba en el cuadro de la lucha contra el sistema que nos oprime) sino del acto al cual quienes ejercen la parte política del poder nos convocan con regularidad para elegir a quienes supuestamente nos representaran o a quienes (también supuestamente a pesar de las apariencias) nos gobernaran (nunca jamás he votado en estas elecciones institucionales y no pienso hacerlo), con el único propósito de legitimar la estructura de gobierno que institucionaliza la dominación.
En estas condiciones, votar es acudir a las urnas para entregar a otros un derecho que es nuestro, de cada uno de nosotros, el de participar activa y directamente en la toma de las decisiones y la elaboración de las condiciones que dan forma a nuestra vida y a la de la comunidad en la cual hayamos libremente optado por vivir.
¡Utopia¡… quizás… pero la realidad es que esta utopia seguirá siéndolo mientras participemos de las reglas del juego que la definen y mantienen como utopia… y no nos atrevamos a emprender las acciones que puedan debilitar el sistema sobre el cual descansa la dominación.
Por lo que el NO VOTAR debe ser solo el primer eslabón de una cadena de ACCIONES DIRECTAS contra los basamentos mismos del sistema que impide que el sueño libertario pueda acercarse a su cumplimiento… aun de manera muy imperfecta.
Acción directa cuya modalidad central, el sabotaje, bajo la infinita variedad de sus posibles formas y expresiones, permite socavar el orden antes de derruir las estructuras.
Sabotaje de los pilares políticos que son los órganos de los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales (con particular interés y predilección por este ultimo, el mas nefasto de los tres por ser el puntal de la falacia del tan cacareado estado de derecho) o los aparatos de coerción y control como la policía, pero también los medios de comunicación y todas las estructuras que expresan las dimensiones sociales, culturales e ideológicas como los centros de enseñanza, las cárceles y un sinnúmero de etcéteras.
Sabotaje de los pilares económicos que son en primera instancia los centros de producción (fabricas) de toda índole y naturaleza, así como los centros en los cuales la mercancía (tanto real como virtual) expone impúdica sus encantos, pero sobre todo las instalaciones estratégicas que proveen la energía y permiten las comunicaciones, corazón y arterias de la gran maquinaria que tritura las existencias.
No tengo la menor duda de que el sabotaje es la mas eficiente manera de poner en jaque, paralizar, las estructuras que permiten el ejercicio de la dominación mediante su diario, habitual, inadvertido y aparentemente inocuo, funcionamiento.
Primera PD… de representación, ausencia y mimetismo : En cuanto a la falacia de la “representación”, basta con tratar de responder a las siguientes preguntas para desenmascararla:
¿Quienes son los candidatos a los puestos de elección, quienes los escogieron, mediante que procedimientos, con que fines?
¿Cómo dan a conocer sus idearios, plataformas y proyectos, con cuantos recursos financian sus campañas electorales, proporcionados por quienes?
¿Mediante que procedimientos y mecanismos estos señores desarrollan su chamba, pretendiendo conocer cuales son sus necesidades y anhelos (los de usted no los de ellos) apoyando y defendiendo sus intereses (los de usted no los de ellos)?
¿A quienes rinden cuentas les escogidos y supuestamente elegidos, mediante cuales procedimientos, cuando?
Si logro contestar las preguntas (o bien si sus respuestas son puras especulaciones o suposiciones) entonces se habrá dado cuenta de que si estos señores fueron elegidos por alguien, seguro que no fue por usted. Usted no hizo mas que dar su aval a una elección que se dio mucho antes del proceso electoral.
En estas condiciones ¿puede usted pretender, con cierto grado de certeza, que estos señores lo representan, representan sus intereses (los de usted no los de ellos)… no será que representan los intereses de quienes los escogieron como candidatos?… es solo pregunta.
Quizás, no sean mis representantes, quizás no me representen… pero si tengo la posibilidad de escoger entre quien me fregara deliberadamente y quien lo hará… quizás por omisión o desconocimiento, sin querer, a pesar de tener las mejores intenciones… o por lo menos sin tantos daños para mi persona (y porque no hasta con algún beneficio)… ¿porque no participaría de este ejercicio?
Concedido, participe, pero tenga presente que la fractura no pasa entre quien explota y quien trabaja, entre quien disfruta y quien soporta, sino entre quien manda y quien obedece… y aunque usted haya elegido el menos malo, el que quizás hasta le proporcione algún beneficio… usted seguirá siendo miembro de la plebe mientras ellos serán parte de la elite y “expertos” que en todo lugar y momento tomaran las decisiones que afectaran su vida, para bien o para mal… y me sospecho que la mayoría de las veces será desgraciadamente para mal… por la simple razón (expuesta anteriormente) de que tomaran sus decisiones en función de su propio interés y no del de usted… y dudo mucho que su interés y el suyo sean los mismos o por lo menos equiparables… de no ser (y puede suceder) que su interés (el de usted) le sea de alguno provecho para el suyo (el de él).
Ciertamente que algunos pueden ser mas propensos que otros a despojarlo de sus bienes, de sus esperanzas y anhelos… pero todos lo despojaran de lo que le confiere su dignidad de ser humano… su libertad a decidir como quiere vivir.
Imposible que cada uno de nosotros pueda vivir como quiera. Mas que probable, es cierto que el entorno (los demás, la naturaleza, las estructuras socioeconómicas, etc.) nos orienta, nos lleva de la mano, nos marca muchas veces el camino… pero si vivo en una comunidad en la cual yo, al igual que todos los demás miembros de dicha comunidad, pueda participar en forma directa en la toma de decisiones que marcan el quehacer y el rumbo de esta misma comunidad… me sentiré mas libre, mas humano, mas vivo… por el simple hecho de ser, en parte, actor de mi destino y no simple espectador, participe de la construcción de mi yo (a través de mi participación consciente y activa a la edificación del entorno) y no mera ausencia.
En fin… que no votar es uno de los primeros pasos en nuestra negativa a seguir siendo espectadores de nuestra vida, ausentes, sumisos al orden (su orden)… primer paso hacia la lucha por reivindicar nuestra presencia a este mundo…que queremos hacer nuestro… y que se empeñan en hacer suyo.
Pocos dan el segundo paso… y muchos de quienes si lo dan, mimetizan, reproducen el orden que rechazan… calcan o adaptan el orden de la dominación… relaciones basadas sobre la separación entre quienes saben y quienes ignoran, quienes pueden y quienes no… realidades estas que al no parir e instaurar las reglas, mecanismos y estructuras libertarias que garanticen la igual participación de todos a la vida de la comunidad, terminan siempre reproduciendo la separación primaria entre quienes mandan y quienes obedecen.
Segunda PD… abstención y harakiri. Abstenerse, es dejar el camino libre para que ganen los acareados, las “maquinarias electorales” de los partidos mas retrógrados que se oponen con mas determinación y virulencia a la “participación ciudadana” y que son la tapadera de los “poderes fácticos”.
Quizás sea cierto… pero no se preocupen… los enemigos de la participación ciudadana y los poderes fácticos (que pueden ser o no los mismos) no requieren ocupar las estructuras institucionales del poder político formal, no necesitan ganar las elecciones para gobernar… lo están haciendo todos los días desde sus propias posiciones de poder… mediante el “estilo de vida” que imponen a todos y cada uno de quienes aceptan ser pasivos, sumisos, espectadores… productores y consumidores que no tienen la mas minima ingerencia en las decisiones que determinan el que, el para que y el como, producen y consumen.
Como dijo Michel Foucault, “gobernar es estructurar el campo de acción de los demás”, es decir normalizar, orientar, controlar conductas y comportamientos... que la supuesta libertad de escoger sea en realidad la obligación de obedecer, entre otras cosas mediante el inmemorial uso de la recompensa y el castigo (la zanahoria y el bastón) pero también el empleo de técnicas de motivación e incitación junto a una permanente evaluación.
No vayan a creer que es mediante su voto que pondrán fin a este hecho… llevando al poder a representantes o gobernantes dispuestos a contradecir su esencia misma, hacerse harakiri.
Tercera PD… sabotaje, terrorismo y ajusticiamiento: En estos tiempos en que el simple hecho de levantar la cabeza o atreverse a decir NO se asimila al terrorismo, resulta de primordial importante hacer la diferencia entre sabotaje y terrorismo.
El sabotaje es la acción que, mediante la destrucción de ciertas instalaciones (o bienes en general) y/o la inhabilitación (paralización) de ciertas estructuras, pretende impedir (o por lo menos entorpecer) el funcionamiento de un orden que se quiere cambiar.
En cuanto al terrorismo, si bien se puede admitir que su finalidad se asemeja a la del sabotaje (a saber, la aniquilación de un cierto orden) sus medios para alcanzar este objetivo son muy distintos dado que consisten en la masacre de “civiles inocentes” (personas que no participan activamente de las acciones de gobierno) para provocar un estado sicológico de miedo, angustia y terror, con el objeto de “fragilizar” el poder instituido al revelar su incapacidad para garantizar la seguridad de los gobernados.
Parece bastante claro que si los dos "métodos" (o estrategias) pueden perseguir el mismo objetivo, el sabotaje reviste una mayor "efectividad practica"... amen de que al igual que todos los métodos sanguinarios, el terrorismo es por esencia autoritario y contrario a cualquier espíritu libertario declarado.
La eliminación física (asesinato) de algunos de quienes tienen las mas altas responsabilidades en el ejercicio de la dominación (ya sea en el aparato político de gobierno, la estructura económica o cualquier otra función de amedrentamiento, control y sometimiento) no es ni sabotaje ni terrorismo, sino un ajusticiamiento, una legitima acción de autodefensa.
