enero 22, 2011

DE GUERRAS Y MUERTOS: una contabilidad

Número de muertos en el pasado año 2010.

Cifras oficiales dadas por el Pentágono de los USA
y la Presidencia de la Republica de México.


Guerra de Afganistán:
11,700


Guerra contra el narcotráfico en México:
15,273

¿Se nos quitara nuestro complejo de inferioridad?

VIOLENCIA LEGITIMA Y PODER


Un “asunto” de índole estrictamente personal y privado, que tenía que ver con la violencia verbal ejercida por dos distintas personas, me llevo en su momento a cuestionarme sobre la legitimidad de esta en cada uno de los dos casos.
Lo que a su vez me lleva hoy a una pequeña reflexión sobre la legitimidad de la violencia ejercida desde el ejercicio del poder.

Sabemos que según la ciencia política mas “clásica” se considera que la violencia del Estado es la única violencia legítima… cuando para mi es todo lo contrario.
La violencia del Estado es siempre ilegitima, porque si el Estado necesita recurrir a la violencia es porque ha sido incapaz de generar los “acuerdos libremente propuestos, debatidos, alcanzados y aceptados” por el conjunto de quienes integran la comunidad o colectividad libremente constituida y organizada (lo cual nunca ocurre).

En cambio la violencia de quienes se oponen a la violencia institucional (violencia supuestamente legitima de quienes detentan y ejercen el poder, sea este de la naturaleza que sea) si es, para mí, una violencia legítima. Por el simple hecho de que con ella quien la ejerce no hace mas que oponerse a la previa violencia del poder, dicho de otro modo no hace mas que ejercer el derecho (auto otorgado y no solicitado) a su legítima defensa.

De hecho, en ultima instancia, la responsabilidad del recurso a la violencia es siempre del Estado (o por extensión, cualquier entidad o persona que detenta el poder y ejerce la dominación), ya sea que se refiera uno a la violencia del Estado o a la violencia de quien rehúsa someterse a la violencia del Estado… en los dos casos la responsabilidad del ejercicio de la violencia recae en el Estado.

En lo personal, la única violencia legítima (o sea, la de quien no acepta su sumisión y lucha por sacudírsela) que puedo condenar, es la del terrorismo, cuando este escoge por blanco a la población civil en lugar de quienes representan y/o ejercen el poder constituido (integrantes de las mal llamadas “fuerzas del orden”, sean estos policías, soldados, o milicias, pero también los políticos, magnates y sus diversos secuaces).
Sin contar que el terrorismo de Estado (cuyas víctimas siempre son civiles) es pan de todos los días en todos los rincones del planeta.

Lo que pasa es que quienes detentan los instrumentos del poder, detentan (obviamente) el poder de pervertir el sentido de las palabras y conceptos.

UNA VIDA DE MENTIRAS


LA VIDA ES UN PROYECTO ESTUPIDO Y SIN SENTIDO.

LA UNICA MANERA DE SOBREVIVIR ES CONTARSE MENTIRAS.

No lo digo yo… lo dijo alguien de cuyo nombre no me acuerdo… pero lo suscribo plenamente… y lo pongo en práctica cotidianamente... al igual que todos.