No lo presencie, porque estaba viviendo en México, pero por lo que cuenta
la leyenda familiar, el 20 de noviembre de 1975, mi madre, al igual que millares de
españoles exiliados, brindo con champan (o más seguramente, con “Clairette de
Die”, el champan francés de los pobres) al saber de la muerte del dictador
Franco (dictador, es bastante condescendiente, llamémoslo como lo que fue,
asesino, aderezado con el calificativo despiadado, el cual también es demasiado
leve, como lo seria cualquier otro.)
Pues, ayer, 27 de octubre del 2017, de seguir en vida, también hubiese
alzado una copa de champan para celebrar el nacimiento de la Republica de Catalunya.
De esto no tengo la menor duda, mi madre era “catalanista” (amaba
profundamente, hasta el tuétano, su Catalunya)… al punto de que habiendo nacido
en Francia, en mi casa no se hablaba otro idioma que no fuese el catalán, lo
que me llevo a reprobar el grado de primero de primaria, por no hablar lo
suficientemente bien el francés.
Habiéndose exiliado en Francia hasta
el año 1947 (por tener que cuidar de su madre enferma) nos contaba de la
hambruna de la posguerra que la llevaba a buscar en la basura la piel de las
patatas… al tiempo que discurría, en voz baja (parece increíble pero viviendo
en Francia, decenas de años después del fin de la guerra civil, todavía tenía
miedo de que “alguien” pudiese escucharla) sobre la policía secreta que se subía
a los tranvías de Barcelona para reprimir a quienes se atrevieran a hablar en su
lengua materna, el catalán.
Es por esto, por el recuerdo de
mi madre (y el de mi padre, también catalán, aunque por ser anarquista se
definiese como apátrida, ciudadano del mundo) que ayer me embargo una muy honda
emoción… si bien, me considero “catalán de corazón” (por mi madre), sin ser
independentista (por mi padre).
Ayer se empañaron mis ojos,
mientras gritaba para dentro ¡Visca Catalunya!... aunque quizás mañana me
arrepiente de este momento de desbordada emoción y sentimentalismo… más por mis
padres que para mi mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario