A
continuación, uno poco más adelante, un artículo del Premio Nobel de Economía
Paul Krugman, publicado en la prensa después de la última ronda de
negociaciones entre el Eurogrupo y las autoridades griegas, pero visiblemente
redactado antes de conocerse el desastroso resultado de esta.
Según
Krugman… desastroso para la Unión Europea… quizás (aunque tengo serias dudas al
respecto)… pero con toda seguridad desastroso para Grecia y la inmensa mayoría
de los griegos… que se ven impuestos unos “ajustes” muchísimo más severos que
los que, apenas unos cuantos días antes, una gran mayoría de estos desaprobo en
las urnas.
Una
vez más cabe preguntarse.
¿De qué sirven las
votaciones, llamar al pueblo a expresarse supuestamente democraticamente… cuando
se sabe de antemano que, sea cual sea el resultado expresado en las urnas… este
no tendrá ningún valor, carecerá de más mínima fuerza… ante la voluntad de los
poderes económicos y financieros multinacionales y multilaterales que de facto
gobiernan?
Al
ver, en la fotografía que ilustra el principio de esta entrada, la sonrisa del
verdugo Merkel satisfecho de haber cercenado de un golpe, ni tan limpio pero
finalmente certero, la cabeza de millones de griegos… me da una tremenda gana…
no de llorar… sino de ajusticiarla… apretarle el cuello, hasta que, no solo
desaparezca esta sonrisa de su rostro, sino que este se ponga violáceo… y deje
para siempre este mundo… que cree ser suyo.
Tsipras
conversando con Krugman
Matar el proyecto europeo
Ser un miembro de la zona euro
significa que los acreedores pueden destruir su economía si se sale del redil.
Supongamos
que consideras a Tsipras un imbécil incompetente. Supongamos que quieres ver a
Syriza fuera del poder a toda costa. Supongamos que, incluso, ves con buenos
ojos la idea de empujar a esos griegos molestos fuera del euro.
Incluso si todo eso fuera cierto, esta
lista de exigencias del Eurogrupoes
una locura. La etiqueta de Twitter ThisIsACoup es
exactamente correcta. Esto va más allá de la venganza pura, la
destrucción completa de la soberanía nacional y la falta de esperanza de
alivio. Probablemente pretende ser una oferta que Grecia no pueda aceptar; pero
aun así, es una traición grotesca de todo lo que el proyecto europeo se suponía
que representa.
¿Puede algo sacar a Europa del borde
del abismo? Se dice que Mario Draghi está tratando de volver a
introducir un poco de cordura, que Hollande está finalmente retrocediendo un
poco frente a la economía de la moralidad alemana que fracasó tan rotundamente
en el pasado. Pero gran parte del daño ya está hecho. ¿Quién
va a volver a confiar en las buenas intenciones de Alemania después de esto?
En cierto modo, la economía casi se
ha convertido en secundaria. Pero aun así, seamos claros: lo que hemos
aprendido estas últimas semanas es que ser un miembro de la zona euro significa
que los acreedores pueden destruir su economía si se sale del redil. Esto
no tiene nada que ver con la economía subyacente de la austeridad. Es
tan cierto como siempre que la imposición de duras medidas de austeridad y sin
alivio de la deuda es una política condenada al fracaso sin importar lo
dispuesto que esté el país a aceptar el sufrimiento. Y
esto a su vez significa que incluso una capitulación completa de Grecia sería
un callejón sin salida.
¿Puede Grecia lograr una salida
exitosa? ¿Intentará Alemania bloquear una recuperación? (Lo
siento, pero ese es el tipo de cosas que ahora debemos preguntar.)
El proyecto europeo (un proyecto que
siempre he alabado y apoyado) simplemente ha sufrido un golpe terrible, tal vez
fatal. Y piense lo que piense de Syriza, o Grecia, no
fueron los griegos los que lo han dado.
Paul Krugman es
profesor de Economía en la Universidad de Princeton y Premio Nobel de Economía
de 2008.
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