julio 13, 2015

DE PROFUNDIS... la sonrisa del verdugo.


A continuación, uno poco más adelante, un artículo del Premio Nobel de Economía Paul Krugman, publicado en la prensa después de la última ronda de negociaciones entre el Eurogrupo y las autoridades griegas, pero visiblemente redactado antes de conocerse el desastroso resultado de esta.

Según Krugman… desastroso para la Unión Europea… quizás (aunque tengo serias dudas al respecto)… pero con toda seguridad desastroso para Grecia y la inmensa mayoría de los griegos… que se ven impuestos unos “ajustes” muchísimo más severos que los que, apenas unos cuantos días antes, una gran mayoría de estos desaprobo en las urnas.

Una vez más cabe preguntarse.
¿De qué sirven las votaciones, llamar al pueblo a expresarse supuestamente democraticamente… cuando se sabe de antemano que, sea cual sea el resultado expresado en las urnas… este no tendrá ningún valor, carecerá de más mínima fuerza… ante la voluntad de los poderes económicos y financieros multinacionales y multilaterales que de facto gobiernan?


Al ver, en la fotografía que ilustra el principio de esta entrada, la sonrisa del verdugo Merkel satisfecho de haber cercenado de un golpe, ni tan limpio pero finalmente certero, la cabeza de millones de griegos… me da una tremenda gana… no de llorar… sino de ajusticiarla… apretarle el cuello, hasta que, no solo desaparezca esta sonrisa de su rostro, sino que este se ponga violáceo… y deje para siempre este mundo… que cree ser suyo. 

Tsipras conversando con Krugman

Matar el proyecto europeo
Ser un miembro de la zona euro significa que los acreedores pueden destruir su economía si se sale del redil.



Supongamos que consideras a Tsipras un imbécil incompetente. Supongamos que quieres ver a Syriza fuera del poder a toda costa. Supongamos que, incluso, ves con buenos ojos la idea de empujar a esos griegos molestos fuera del euro.
Incluso si todo eso fuera cierto, esta lista de exigencias del Eurogrupoes una locura. La etiqueta de Twitter ThisIsACoup es exactamente correcta. Esto va más allá de la venganza pura, la destrucción completa de la soberanía nacional y la falta de esperanza de alivio. Probablemente pretende ser una oferta que Grecia no pueda aceptar; pero aun así, es una traición grotesca de todo lo que el proyecto europeo se suponía que representa.
¿Puede algo sacar a Europa del borde del abismo? Se dice que Mario Draghi está tratando de volver a introducir un poco de cordura, que Hollande está finalmente retrocediendo un poco frente a la economía de la moralidad alemana que fracasó tan rotundamente en el pasado. Pero gran parte del daño ya está hecho. ¿Quién va a volver a confiar en las buenas intenciones de Alemania después de esto?
En cierto modo, la economía casi se ha convertido en secundaria. Pero aun así, seamos claros: lo que hemos aprendido estas últimas semanas es que ser un miembro de la zona euro significa que los acreedores pueden destruir su economía si se sale del redil. Esto no tiene nada que ver con la economía subyacente de la austeridad. Es tan cierto como siempre que la imposición de duras medidas de austeridad y sin alivio de la deuda es una política condenada al fracaso sin importar lo dispuesto que esté el país a aceptar el sufrimiento. Y esto a su vez significa que incluso una capitulación completa de Grecia sería un callejón sin salida.
¿Puede Grecia lograr una salida exitosa? ¿Intentará Alemania bloquear una recuperación? (Lo siento, pero ese es el tipo de cosas que ahora debemos preguntar.)
El proyecto europeo (un proyecto que siempre he alabado y apoyado) simplemente ha sufrido un golpe terrible, tal vez fatal. Y piense lo que piense de Syriza, o Grecia, no fueron los griegos los que lo han dado.
Paul Krugman es profesor de Economía en la Universidad de Princeton y Premio Nobel de Economía de 2008.


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