Brevísima
contextualización.
La noche del viernes 26 de septiembre
la policía de Iguala abrió fuego contra un grupo de estudiantes que viajaron de
Ayotzinapa a Iguala para tomar tres
autobuses de la central camionera.
Horas más tarde, hombres armados
atacaron a los estudiantes que denunciaban los hechos a los periodistas.
Al mismo tiempo, otro grupo armado disparó contra un autobús en el que se
movilizaba un equipo de fútbol de la tercera división de México.
Seis personas murieron esa noche en
Iguala: tres estudiantes, un futbolista, el conductor del autobús que
transportaba a lo deportistas y una mujer que viajaba en taxi y que fue
alcanzada por una de las balas. También se reportaron 17 heridos y 43
estudiantes desaparecidos.
El sábado 27 de septiembre los estudiantes de la Escuela Normal Rural de
Ayotzinapa descubrieron que al menos 57 de sus compañeros estaban
desaparecidos.
Las cifras se fueron actualizando. Al
martes siguiente se reportó que 13 de los estudiantes habían regresado a sus
hogares además de que había un par de nombres repetidos en la lista. Sin embargo, 43 siguen desaparecidos.
El sábado, personal del Ejército
mexicano, la Policía Federal y la Policía Ministerial de Guerrero encontraron varias fosas clandestinas
en la colonia Las Parotas rumbo al punto conocido como Pueblo Viejo, a unos 30
minutos del punto en el que la policía preventiva de Iguala agredió a balazos a
estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa la noche del viernes 26 de
septiembre. En su interior se
encontraron 28 cadáveres calcinados.
Hasta el día de hoy no se han
identificados los cadáveres encontrados.
De manifestaciones y semilleros.
El día de ayer, 8 de octubre, decenas
o centenares de millares de personas en su inmensa mayoría estudiantes (se noto
la patente ausencia de representantes de los partidos políticos así como los
representantes de los Poderes de la Unión y Autoridades en general) se
manifestaron en casi toda la geografía del país, para exigir justicia y la
aparición con vida de los 43 desaparecidos, bajo el lema: VIVOS SE LOS
LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS.
Desgraciadamente, tengo la casi
absoluta certeza (ojala me equivoque) que estos estudiantes fueron vilmente
ejecutados y ya yacen bajo tierra.
Un hecho lamentable me sorprendió… y
me parece muy alarmante… en estas manifestaciones (y en todos los
"eventos" que se han dado desde el comienzo de este bárbaro asesinato
colectivo) ninguna universidad privada ha dado la cara.
Más sorprendente si se acuerda uno de
las manifestaciones ocurridas después de lo sucedido en la Universidad
Iberoamericana en ocasión de la visita del entonces candidato Peña Nieto… con
la consiguiente creación del movimiento YO SOY 132, en el cual participaron
todo tipo de estudiantes e intelectuales, logrando una cobertura mediática
pocas veces vista.
Después de un pequeño esfuerzo de
reflexión sobre esta diferencia entre estas dos movilizaciones… he llegado a
una conclusión que les comparto:
La Universidad Iberoamericana, junto con
todas las demás universidades privadas, son un semillero… y la Escuela Normal
Rural de Ayotzinapan, junto con todas las demás escuela normales rurales, son
otro semillero. Dos semilleros que representan, expresan estos DOS MEXICOS del
cual tanto se habla.
En estas Universidades privadas de
prestigio tales como la Iberoamericana, el ITAM, la Panamericana, el Tec de
Monterrey, Anahuac, La Salle, etcétera), estudian los jóvenes privilegiados,
hijos de las familias acomodadas, y “blancos” miembros del México exitoso. En
ellas se forman los futuros cuadros y líderes (políticos y económicos) de la
elite que ejerce la dominación en el país. He aquí el primer semillero.
En las Escuelas Normales Rurales
estudian algunos de los hijos del México rural, de la pobreza (extrema o no,
pero por lo general extrema), de los abandonados a su suerte, marginados,
excluidos, y para colmo de “piel morena y rasgos indígenas”. En ellas se forman
los futuros maestros que enseñaran los rudimentos del saber a sus semejantes… hijos
de quienes aceptan su subordinación, sumisión y explotación por los hijos del
primer semillero. He aquí el segundo semillero.
Nada más que de vez en cuando en este
semillero surgen semillas inconformes con su condición, que no la aceptan,
rebeldes que luchan por la defensa de sus intereses… incluso, han surgido
verdaderos revolucionarios y guerrilleros como Lucio Cabañas, Genaro Vázquez y
Othón Salazar… jóvenes que cursaron sus estudios en la misma Escuela Normal
Rural de Ayotzinapan.
En
el primer semillero se forman las elites políticas, económicas y culturales del
México “moderno” que ejerce la dominación.
En
el segundo semillero se forman quienes, a la vez que transmitirán los
rudimentos del saber, también transmitirán la inconformidad, la rebeldía y la
lucha, contra sus dominadores y explotadores.
Así
es como se entiende la no asistencia de estudiantes de las universidades privadas,
los ¿representantes del Pueblo? y las Autoridades a la gran marcha de ayer…
pero no deja de ser ¡¡¡UNA VERGÜENZA!!! Ojala
en un futuro no demasiado lejano estos estudiantes “despreciados y ninguneados”
se sublevan de verdad y hagan realmente temblar de miedo a todas las élites que
subyugan al México de abajo... el que no quieren ver.... el que no existe.
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