La “Rayuela” del diario La Jornada de esta mañana
(sábado 14 de septiembre) dice: Vinieron a dar a conocer su drama, y se
atrevieron a tomar la principal plaza del país, desde donde resistieron el más
feroz linchamiento mediático de que se tenga memoria. Y ahora, ¿qué sigue?
He aquí mi respuesta… que siempre ha sido la misma
desde que tengo uso de razón (o sinrazón, dirán casi todos)
Este viernes por la tarde (1), millares de policías
antidisturbios apoyados por “vehículos antimotines” se presentaron al Zócalo
(de hecho todo el centro histórico), ocupado por maestros inconformes con la
“reforma educativa” (que sea dicho de paso, y así demostrado por muchos
“expertos en educación”, no tiene nada de una reforma educativa, limitándose a
ser una mera reforma laboral, con los objetivos propios de toda reforma laboral),
para proceder a su desalojo… con la finalidad de que “nuestro” Presidente pueda
cumplir este próximo 15 de septiembre con el ritual del “Grito de la Independencia”…
el cual, a estas alturas, ya no es una contradicción sino una burla de muy mal
gusto… y el pueblo pueda tener el gusto y el orgullo de asistir al desfile
(encabezado a prudente distancia desde el balcón de Palacio Nacional por su
Comandante en Jefe) de nuestras heroicas fuerzas armadas.
Después de algunos momentos de tensión, (salvo algunos
pequeños grupos que siempre será difícil saber si se trata de provocadores o de
genuinos inconscientes) los maestros decidieron abandonar el Zócalo.
Hicieron lo correcto.
¿Para qué … o más bien dicho ¿cómo?... enfrentar a
unas fuerzas del orden muy superiores en equipamiento y entrenamiento… las
cuales, de ser necesario, no dudarían ni un minuto en derramar la cantidad de
sangre que hiciera falta para que el ORDEN prive sobre el CAOS.
Como todos lo sabemos sería un suicidio enfrentar “de
frente” (valga la redundancia) al cuerpo policial (o militar si fuese
necesario) cuya función consiste en reprimir las manifestaciones de
inconformidad que puedan propinarle, aunque sea solo un “coscaron” o una leve
“abolladura” al estatuó quo. Hacerlo es caer en la trampa, es aceptar
“combatir” con sus armas sobre su terreno.
NO… lo único que se pueda hacer… sabiendo de los
riesgos que esto representa para la integridad física (golpes, detención,
tortura y hasta desaparición) de quienes participen de ello, sabiendo de las
campañas de denostación, sabiendo de todo lo que es capaz cualquier Gobierno
que ve confrontada su autoridad… es organizarse en los dos “frentes”, hacer uso
de las dos vertientes o “modalidades” (de preferencia en forma simultánea) más
representativas y eficaces de LA ACCION
DIRECTA… cuya finalidad última es romper el binomio dominación/sumisión
sobre el cual hoy (de hecho desde siglos atrás, pero particularmente desde el
advenimiento del capitalismo) descansa la totalidad de las relaciones sociales…
todo el andamiaje económico y su institucionalización política… pero también (y
quizás sea lo más importante) en nuestras cotidianas y privadas practicas
vivenciales con nuestro entorno más inmediato (porque, salvo en muy pocas
personas, han logrado hacernos creer que el querer dominar y el aceptar la
sumisión es parte de nuestro ADN, es “ley natural”, siempre ha sido así y
siempre lo será) (2)
Una… pacífica y masiva… consistiendo en rehusarse a
cumplir con nuestro destino de sumisas victimas. En este momento no me acuerdo
quien dijo “Si unos (pocos) mandan es porque (muchos) otros obedecen”… y
efectivamente así es.
Desobediencia civil… esta es la primera (y primordial)
de las dos modalidades de la Acción Directa. Se trata de acciones de rebelión
activa cuya resultado sea la parálisis del sistema... que este vaya marchitándose,
desecándose por la falta de los nutrientes que le dan vida, le son
indispensables a su sobrevivencia.
¿Cuáles son estos nutrientes?... simple y
principalmente tres… el trabajo…el capital… la delegación de nuestro poder de
decisión mediante la supuesta elección de supuestos representantes.
A partir de ahí, la lógica nos indica que las acciones
propias a propiciar este desecamiento por falta de nutrientes son también tres
(de hecho una sola… LA HUELGA… bajo
tres modalidades)… la huelga general
indefinida en todos los centros de trabajo, es decir en los lugares en los
cuales ¿aceptamos? cambiar nuestras capacidades y destrezas, manuales e intelectuales contra un salario de miseria
para la gran mayoría o contra la ilusión de ser parte de quienes ejercen una
parcela de poder para unos cuantos (huelga…
verdaderamente general y verdaderamente indefinida, no el acostumbrado parcial paro
de labores, que siempre ha conducido a la derrota, aun cuando nos lo venden
como “una gran victoria”)… la huelga de
todo tipo de recaudación (sea esta promovida por el Estado bajo la forma de
impuestos o por entidades particulares tales como las instituciones
financieras, por ejemplo bajo la forma del cobro de intereses)… la huelga de todo tipo de votación (la
abstención, la no participación a toda farsa electoral cuya única finalidad es
dotar de una pretendida legitimidad democrática el andamiaje político
institucional, la superestructura dirían los marxistas, que asegura el
funcionamiento y la perpetuación de la dominación)
La otra… por su propia naturaleza, minoritaria y
violenta (la legítima violencia de quienes se oponen a las mil y una formas de
la cotidiana violencia soterrada constitutivas de todas las relaciones de
“dominación/sumisión”) consistiendo en la formación de pequeños grupos herméticamente
compartimentados entrenados para llevar a cabo el SABOTAJE bajo todas sus formas y modalidades…desde la hábil y
anónima destrucción del equipo de producción y administración en los centros de
trabajo… hasta toda la gama de las acciones destinadas a “infartar” el corazón
y bloquear las arterias que irrigan la economía… que son la energía (tanto en su producción como su traslado)… las comunicaciones (bajo todas sus
formas, vías de comunicación, medios de transporte, telecomunicaciones, tanto
en lo que se refiere al hardware como al software.)… sin olvidar el capital (desde las mas simbólicas
que efectivas “expropiaciones”, hasta su “desvió” y destrucción, mediante la
intercepción y utilización de los sofisticados sistemas computacionales que lo
hacen “trabajar” cada segundo de cada minuto de cada hora de cada día, de cada
año, ad eternum… ya no crisis financieras provocadas por los mismos
capitalistas para su propio beneficio, sino inducidas por hábiles
manipulaciones)
Hoy todo es computarizado, automatizado… ¿qué pasaría si
las computadoras y/o los programas que “operan” la economía en sus aspectos
productivos, distributivos, financieros, comunicativos, burocráticos, etcétera,
dejaran de funcionar… aunque fuese por algunos días o incluso algunas horas...
o mandaran ordenes “equivocadas”?
Hoy en día infiltrarse en los centros neurálgicos del
poder en los cuales se procesa la información y toman las decisiones sobre la
base de esta… es sin duda la primera tarea, la más efectiva de cualquier
estrategia que se dé por objetivo el combatir al sistema mediante su paralización.
Hasta hoy, los Manning Assange, Snowden y otros, solo han divulgado
“información reservada”… ¿que pasaría si ciertos émulos se decidieran a
hackear, intervenir, interceptar datos y programas para trastocarlos,
inutilizarlos? Sobre este tema recomiendo encarecidamente la lectura del
pequeño libro francés “L’insurrection qui vient” cuyo autor colectivo se
autodenomina “Le Comité invisible”. Que vendría siendo “La insurrección que
está por llegar”, ignorando si existe alguna traducción al español.
(1) Me preguntaba, ¿por qué por
la tarde, con tal aparatoso despliegue de fuerza y filmado a todo color por las
televisiones? cuando estas operaciones de desalojo acostumbran hacerse de
madrugada, casi de incognito, aprovechando el cansancio de los acampados… la
respuesta vino esta misma noche (a las 10:00 pm para ser mas preciso) con el
“relato” del evento hecho, en cadena nacional, por el mismísimo secretario de
gobernación.
Se trato de una acción deliberadamente diseñada para inducir temor… de
carácter disuasivo… ante las posibles inconformidades generadas por las demás
“reformas estructurales”.
Con un destinatario en particular… López Obrador y su oposición a la
reforme energética (en particular de Pemex)… ya veremos si también surtió
efecto sobre los grandes consorcios de la Iniciativa privada que se oponen a la
reforma hacendaria (dado que estos no necesitan acampar en el Zócalo para
presionar al gobierno con una mucha mayor efectividad)
(2) Aunque tenga que ver solo de manera tangencial con
esta temática, me parece oportuno precisar que si bien hace algunos lustros el
filosofo francés Paul Virilio, caracterizada nuestra sociedad occidental como
la del “reino de la velocidad”, me parece que, pasado estos lustros, hemos
entrado de lleno en el reino de la “simultaneidad” y nos encontramos en los
albores de lo que muchos pensadores llaman el “transhumanismo”.
Necesaria Posdata.
En este blog son muchas las entradas en las cuales se
“diserta” sobre la violencia, su legitimidad y sus modalidades…y quienes tengan
la paciencia de hacerlo, pueden buscarlas y leerlas.
Por lo pronto solo precisar que… no se trata de que la
futura organización de unas relaciones sociales libertarias, igualitarias y
fraternales (dirían los franceses, solidarias diría yo) se vean alumbradas por
la violencia (por legitima que esta sea)… sino ¿simplemente? que resulta
imposible construir algo (lo que sea) radicalmente nuevo y contrapuesto a los
valores y las estructuras del sistema imperante, sin que este alumbramiento sea
precedido (insisto, precedido, no construido sobre, o a partir de) del
derrumbamiento del orden existente… nuevas relaciones y nuevas organizaciones,
las cuales, ante la natural resistencia del viejo orden a morir, no podrán
ahorrarse el empleo de la violencia.
También es importante precisar que acciones tales como
la Huelga General Indefinida son las que por su propia naturaleza espontanea,
autónoma y autogestionada participaran (serán la levadura habrían dicho los románticos
revolucionarios libertarios de antaño) del enraizamiento de los nuevos valores
y la autoconstrucción de las nuevas relaciones sociales.
Segunda necesaria, inculpatoria y vergonzosa posdata:
En una de las fabricas donde trabaje (digamos que supuestamente
como gerente de producción) se dieron en algunas ocasiones “actos de sabotaje”
en una que otra maquina por parte de uno que otro trabajador. Actos de sabotaje
que no correspondían a alguna “premeditada acción revolucionaria” sino expresaban
el consecuente desquite al natural coraje que siente todo trabajador en las
cárceles que (como tantos otros espacios sociales e incluso privados) son las
fabricas en este sistema capitalista.
Como fiel “perro guardián del orden capitalista” que
fui (¿sino cual es la principal función de quien detenta alguna parcela de
poder, por mínima que esta sea?) me toco investigar estos actos y sancionar sus
autores… sobra decir que siento vergüenza por ello… como la siento por traidor
a mis ideales (y los de mi padre que si lucho por ellos las armas en las
manos)… no haber tenido nunca el valor de ir mas allá de estas simples
“proclamas”… de no ser la de participar en mi juventud (benditas “locuras
juveniles” que se nos encomienda abandonar con la mayor prontitud posible por
el necesario proceso de “maduración”) en la preparación de una que otra huelga
(obviamente siempre ambivalentemente victoriosas y fallidas) o la redacción de
panfletos y pasquines distribuidos a la salida de facultades y fabricas (que
seguramente todos tiraban sin leerlos)… sin olvidar “la inolvidable experiencia
político existencialista del imborrable mes de mayo del año 68.”
Tercera y ahora si ultima posdata, en la cual, “forzándome la mano”, intento contestar las dos preguntas hechas por un sobrino sobre este conflicto:
Tercera y ahora si ultima posdata, en la cual, “forzándome la mano”, intento contestar las dos preguntas hechas por un sobrino sobre este conflicto:
A la primera parte de tu pregunta, lo que puedo
decirte es que en mi opinión la pretendida “reforma educativa” no es tal… que
en realidad se trata de una reforme de tipo laboral (disfrazada de evaluación)
destinada a separar el grano (los maestros políticamente afines al actual sistema
de enseñanza y a sus finalidades políticas) de la paja (los maestros que
cuestionan el sistema educativo, tanto del punto de vista tecnico-academico
como político) haciendo particular hincapié en los maestros procedentes de las
normales rurales, que por su formación y procedencia son quienes representan el
mayor riesgo para el sistema.
En cuanto a si la UNAM debería de “ir al paro”… dudo
mucho que esto pueda tener alguna influencia sobre el desenlace del actual conflicto
entre los maestros disidentes y las autoridades… sin embargo… siempre es
importante demostrar (aun en forma meramente simbólica) apoyo y
solidaridad con quienes se atreven a cuestionar el Poder.
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