Desde hace dos semanas, en México (por lo menos en la
ciudad de México… y este es parte del drama) la Calle disputa al Congreso el
espacio en el cual se pretende “hacer política”… debiendo el Congreso sesionar
en el Centro Banamex (todo un símbolo… ¡¡¡el Congreso sesionando en las
instalaciones de un banco!!)
Empezó con las manifestaciones del CNTE contra “la
reforma educativa”, seguirá con la oposición a “la reforma energética” y la
“fiscal”… e imperdonable crimen (de lesa majestad) llego a trastocar el
republicano ritual del primer informe de gobierno del presidente de turno (no
cualquiera, el del retorno del Dinosaurio al mando) quien tendrá que hacerlo en
la residencia oficial de Los Pinos en lugar del sacrosanto Parlamento, sede de
la “representación popular” (después de echar marcha atrás en la pretensión de
hacerlo en las instalaciones militares del Campo de Marzo… lo que habría
simbólicamente definido la naturaleza de este sexenio hasta su término… por
cierto, nunca sabremos si esta reculada obedeció a que este Presidente a la
diferencia de su antecesor no quiso sentar simbólicamente su poder sobre las
bayonetas, o si estas no quisieron asumir tal responsabilidad.)
Los opositores a estas reformas ocupan las calles,
“desquician el trafico”, impiden que los ciudadanos puedan hacer uso de su
derecho constitucional a circular libremente (no los de a pie, estos no
cuentan, sino los que se desplazan en sus automóviles particulares… obviamente
ninguno de los llamados medios de comunicación ha llorado una sola lagrima para
los pasajeros de los autobuses atrapados en los embotellamientos)… llegando… o
sacrilegio de los sacrilegios, imperdonable y supremo afrenta al derecho al
sano divertimento de las masas… a que las autoridades tengan que optar por la
provisional suspensión del partido de futbol entre el América y los Pumas.
Tal como ocurrió en la toma de posesión del tal Peña
Nieto, Presidente de esta ¿Republica? por la gracia de la compra de los votos…
ya se ha dado en estas manifestaciones la muy conveniente aparición de ciertos
grupos de jóvenes anarquistas (así calificados por las televisiones y las
plumas al servicio del Rey en turno) lanzando todo tipo de proyectiles (con una
singular predilección por los cocteles Molotov) contra los abnegados y
valientes policías encargados del mantenimiento del orden (evidentemente
republicano)
Existe la posibilidad de que efectivamente algunos
jóvenes crean sinceramente ser anarquistas y piensen que lanzando unos cocteles
Molotov hacen… sino la Revolución (hoy en día quien cree todavía posible una
revolución saliendo a la calle con pancartas y algunos proyectiles… incluso si
lo hicieran con “armas de alto poder de uso exclusivo del ejército)
Sin embargo algo tiene que quedar bien claro.
El agredir las “fuerzas del orden” que en realidad son
la fuerzas policiacas y militares encargadas de mantener el estatus quo de la
dominación de las elites político económicas sobre quienes padecen la sumisión…
y no la falacia de un neutral “estado de derecho” (que no es más que la
“institucionalización” de la relación de dominación/sumisión) es totalmente
legitimo (nadie tiene porque aceptar la perpetuación de una dominación espuria
(por esencia y definición impuesta)… el problema es que en muchas ocasiones los
grupos calificados de anarquistas o que se autocalifican como tales, tienen de
anarquistas lo que yo de talentoso escritor o analista y no son más que mercenarios
infiltrados (provocadores) empleados (mediante su correspondiente remuneración
en especie o favores diversos) por estas mismas fuerzas del orden para
desprestigiar y “reventar” las legitimas manifestaciones de inconformidad de
quienes escogieron hacerlo de forma pacífica.
Por lo que ya viene siendo hora que quienes escojan la
inútil pero legitima protesta callejera, paseando su impotencia a un
determinado día sobre un determinado trayecto… implementen lo que en muchas
otras latitudes se ha dado en denominar “un servicio de orden” propio de los
manifestantes.
Como también ya va siendo hora que los verdaderos
anarquistas (si es que los hubiese) vayan dándose cuenta que no es lanzando uno
que otro Coctel Molotov o “castigando” físicamente a un pobre representante del
orden, casi siempre igual o más jodidos que ellos, que aceptan esta poco
honorable profesión para llevar a su casa la comida de su familia (claro que
siempre habrá alguno que otro sádico que gozara rompiéndole la cara a algún
manifestante) que pondrán en aprietos al Poder instituido, mucho menos a los
reales detentores de los medios (económicos, políticos, mediáticos,
tecnológicos y un largo etcétera) que permiten el ejercicio de la dominación… y
ni hablar de una revolución que los lleve a la toma del poder (lo cual sea
dicho de paso entraría en total contradicción con el “ideario” y los “valores”
anarquistas.
Una sociedad igualitaria y libertaria solo será
producto del paulatino (larguísimo, agotador, descorazonador) cambio de las
mentalidades… y a esto es a lo que deben de abocarse los anarquistas
consecuentes con ellos mismo.
Ahora que si algunos no tienen tanta paciencia… queda
el intentar “trabajar” por la promoción y puesta en práctica de la HUELGA
GENERAL INDEFINIDA… la verdadera, es decir una huelga realmente GENERAL y
realmente INDEFINIDA… la única capaz de hacer morder el polvo a los detentores
de los medios… ya no de producción, como se estilaba antaño, sino de
reproducción.
Para que el empujoncito hacia el despeñadero sea más
efectivo… también existe el recurso de preferencia “simultaneo”… aunque también
puede ser previo… al SABOTAJE bajo todas sus modalidades.
Ya he abordado aquí mismo esta “táctica” y sus
modalidades en numerosas ocasiones… así que me contentare de un simple
“copiar/pegar” de lo expuesto la última ocasión en que aborde esta temática, el
30 de abril del 2012 (en anteriores entradas se abordo esta temática de manera
bastante más amplia y extensa):
Durruti
decía: “Al fascismo no se le discute,
se le destruye”. A este capitalismo, tampoco se le discute, también se
le destruye. No se puede discutir de tú a tú con un sistema que somete todo lo
existente (vivo o no) a sus leyes (leyes cuya función y finalidad son el
sometimiento y la explotación), da forma a lo que somos (hoy
agregaría a lo que creemos ser y lo que en realidad somos… es decir… una
virtualidad… una ausencia)
Abandonada
la participación (que no puede ser otra que el sometimiento)… abandonado el
recurso del dialogo y la negociación (que no puede ser distinto al compromiso y
la renuncia) abandonada la resistencia pacífica (que no puede ser otra que la
derrota disfrazada de resistencia)… queda la acción directa.
La acción
directa cuya modalidad central, el sabotaje, bajo la infinita variedad de sus
posibles formas y expresiones, permite socavar el orden antes de derruir las
estructuras.
Sabotaje
de los pilares políticos que son los órganos de los poderes ejecutivos,
legislativos y judiciales (con particular interés por este último, el más
nefasto de los tres por ser el puntal de la falacia del tan cacareado estado de
derecho)… el cual puede ir desde la no participación a la farsa que es todo
proceso electoral enmarcado en la democracia representativa, hasta el atentado
contra los titulares, representantes y símbolos de estos poderes.
Sabotaje de los aparatos de
coerción y control como la policía, pero también (y ante todo) los medios de
comunicación y todas las estructuras que encarnan las dimensiones sociales,
culturales e ideológicas como los centros de enseñanza, las cárceles y un
sinnúmero de etcéteras.
Sabotaje
de los pilares económicos que son en primera instancia los centros de
producción (fabricas) de toda índole y naturaleza, así como los centros en los
cuales la mercancía (tanto real como virtual) expone impúdica sus encantos,
pero sobre todo las instalaciones estratégicas que proveen la energía y
permiten las comunicaciones. En esta etapa del capitalismo, la información y
las comunicaciones (desde las vías de comunicación “clásicas”, hasta los
centros de computo, pasando por las redes satelitales), junto a la siempre
creciente demanda de energía, son las arterias y el corazón que sustentan la
producción de los bienes tangibles e intangibles (hasta la actividad meramente
especulativa)… dan cuerpo y vida a la gran maquinaria que tritura las
existencias.
El factor
tiempo en tanto que velocidad, así como el factor espacio en tanto que
ubicuidad, son también una de las características esenciales, vitales, de la
actual maquinaria capitalista.
Por lo
que en buena lógica, toda acción que logre detener, paralizar, inmovilizar, o
por lo menos frenar, ralentizar, por un tiempo más o menos largo, la producción
de energía y/o su aprovisionamiento, así como los circuitos de producción y
circulación de la información y comunicación, es la más efectiva y por lo tanto
idónea para poner en jaque las estructuras que aseguran (constituyen) el diario
funcionamiento de la actual maquinaria capitalista que genera y perpetua la
dominación de la oligarquía económica y las elites políticas.
Falta
saber cuáles podrían ser las diferentes modalidades de este sabotaje. No es el
objeto de esta entrada y serán quienes opten esta acción los que deberán de
responder a la pregunta… sin embargo podemos decir que el abanico es amplísimo
y puede ir desde la abstención activa en todo proceso electoral, hasta la
destrucción física de los centros de producción y distribución de los bienes y
servicios, tanto físicos como virtuales, pasando por la intervención, desvió y
parálisis de los flujos de información computarizada con lo cual es más
que factible detener la maquinaria.
En estos
tiempos de una intensísima ofensiva del capital y sus secuaces para ampliar su
dominación y sus ganancias… el sabotaje es el único medio mediante el cual
quienes padecen la sumisión y la explotación… dejen de ser reactivos… para
poner, ellos, los temas, tiempos y escenarios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario