enero 11, 2015

SOLEDAD



La SOLEDAD en este capitalismo de hoy es, sin duda alguna uno de los principales motores  y generadores del mal llamado “progreso” o avance tecnológico.
Al tiempo que este pretendido progreso tecnológico favorece, induce, la soledad.

He aquí la infernal retroalimentación que lleva el ser humano a la pérdida de su humanidad, de su capacidad a convivir con sus semejantes siendo que tal convivencia tiene por única razón de ser la “mercantilización” del mundo, de una humanidad gobernada por el productivismo, la eficiencia, la rentabilidad, en última instancia el “calculo” (los algoritmos)… lo cual políticamente (es decir la forma, la naturaleza, de la convivencia entre los individuos de un determinado tiempo y espacio) da lugar a la gobernanza.

La progresiva e irrefrenable tendencia a la desaparición del antiguo sistema de dominación del hombre por otros hombres… de una mayoría de individuos sumisos y sometidos al incuestionable gobierno de una pequeñísima parte de individuos y “organizaciones” conformando la “elite” detentora de todos los instrumentos permitiendo el ejercicio del poder.

Individuos sumisos… pero esencialmente disgregados, que ya no conforman una comunidad sino un simple conglomerado de “almas solitarias” con la obligatoria prescripción de ser el único emprendedor (constructor) de su vida sin el apoyo (el sostén) de una comunidad proveedora de una mínima seguridad, protección y solidaridad sociales.
Todos sometidos a las necesidades y exigencias de una “ideología” del progreso que se materializa en la implementación, con la mayor celeridad y extensión posible, de los supuestos “avances tecnológicos” cuya finalidad no es jamas el bienestar de sus productores/consumidores sino la mayor rentabilidad financiera de su proceso de mercantilización. 
Mercantilización que abarca todos los ámbitos de la vida de los individuos y la totalidad de los procesos que aseguran la autonomía, autosuficiencia y auto reproducción de esta “civilización tecnológica” regida por la lógica del continuo e incontenible avance de la tecnología y la correspondiente continua e incontenible obsolescencia del hombre.

Las relaciones humanas y/o sociales ya no se dan entre hombres sino entre entes humanos solitarios y las maquinas, los artefactos, los dispositivos y sus prótesis.


Una recomendación para que entiendan mejor lo que quizás no fui capaz de expresar: no dejen de ver la película HER.



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