enero 05, 2015

BLOQUEAR LOS "FLUJOS"


El capitalismo no es esencialmente un sistema de producción sino una cierta organización del mundo en torno a une cierta tecnología, la más eficiente y rentable posible, que va creando una forma de vida.

Si el proceso productivo, el modo de producción, no conforman, por si solos, la esencia misma del capitalismo, estos no dejan de tener una cierta centralidad en el mismo. Sin embargo, el centro de gravedad ya no reside en las fábricas y consecuentemente tampoco en quienes trabajan en estas. Lo cual relativiza ampliamente el rol de estas y estos como centros y sujetos de la lucha anticapitalista y la modalidad del sabotaje.

Las fábricas, como cualquier centro de producción de los bienes tanto materiales como intangibles, no son más que uno de los numerosos “centros especializados” constitutivos del tejido social capitalista que no es otro que la dispersión a escala planetaria de una inmensa red de “sitios” de entrada y salida interconectados.

Lo que genéricamente constituye el sistema productivo capitalista es el “flujo”. Entendido como interconexión entre esto diversos sitios, pero también y ante todo como el elemento por sí mismo constitutivo del capitalismo (su esencia misma) y no únicamente de su modo de producción.


De ahí que el modo más efectivo (¿el único?) de combatir este tejido capitalista sea el “bloqueo”… la parálisis de este flujo en algunos de sus puntos.
Bloqueo, del cual cualquiera puede participar (productor, consumidor, obrero, ingeniero, administrativo, profesor, estudiante, ama de casa, desempleado, vagabundo, joven, anciano, etcétera, etcétera), ser participe, actor.



Como lo expresaba un cartel, en el año 2006, en el movimiento francés contra el CPE (Contrato del Primer Empleo): “C’est par les flux que ce monde se maintient. Bloquons tout”… que traducido al español vendría ser:

“Es mediante los flujos que este mundo se mantiene. Bloqueemos todo.”

Si el sujeto de la huelga, como cesación del trabajo, es el productor, el del bloqueo puede ser cualquiera.
El sistema de producción es tan complejo, tan “alargado”, tan intrincado, tan interdependiente, tan interconectado, que basta que uno de sus eslabones se paralice para que una gran parte del conjunto también se paralice… la maquina se detenga.


A sabiendas de que si, hoy, el poder no se encuentra en las instituciones políticas, ni siquiera en su economía, sino es el orden mismo de las cosas, su tecnología, su saber, su control de las mentes y los cuerpos… este también se mantiene mediante el uso de las fuerzas encargadas de su protección y defensa (policía y ejército) por lo que toda acción de bloqueo contra la estructura y esencia misma de este poder, debe de ser consciente que tendrá forzosamente que enfrentarse a estas fuerzas encargadas del mantenimiento del orden natural… y por lo tanto ya no solo contar con el coraje y la determinación sino hacerse del conocimiento y la sabiduría necesarias para pretender lograrlo con un cierto margen de éxito… lo cual pasa por el bloqueo de los flujos propios de estas fuerzas del orden y su conexión con los demás sitios.




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