Signo inequívoco de mi
enajenación al nuevo orden tecnológico y mediático… cada mañana, al empezar uno
más de mis días de “obligado ocio”, lo primero que hago es prender mi computadora
para revisar las páginas web de los periódicos (o semanarios) “Le Monde”, “l’Obs”,
“El Pais”, “Publico” y “La Jornada”.
La primera proviniendo
del semanario francés L’OBS, titulada “Grand Format. La marche républicaine vue
du ciel” (Gran Formato. La marcha republicana vista desde el cielo), como su
nombre lo indica, era (es) un serie de fotos aéreas de la “gran marcha” (no
confundir con la de Mao) que tuvo lugar ayer en Paris y varias otras ciudades
francesas, bajo el lema “Je suis Charlie” (yo soy Charlie), supuestamente para
repudiar, condenar, el, sin duda alguna, horroroso ataque terrorista contra los
periodistas y caricaturistas de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo.”
Serie de fotos que
efectivamente daban fe de la multitudinaria marcha… encabezada por un numeroso
contingente de jefes de Estado o de gobierno de las más diversas proveniencias,
tanto geográficas como políticas.
La segunda proviniendo
del periódico francés “Le Monde”, titulada “La tentation d’un Patriot Act a la française.”
(La tentación de un Patriot Act a la francesa.)
Francamente, no solo
para que se le revuelva a uno el estómago
y se ponga a brincar su corazón, sino también para que se le paren de punta los
cabellos.
Lo repito una vez más…
aunque quienes me leen saben que el terrorismo me parece una modalidad de lucha
legitima cuando es empleada por los “sometidos” que se sublevan contra quienes ejercen
la “dominación” y los mantienen en este estado, siempre y cuando afecte directamente
sus intereses o sus personas… en este caso el terrorismo me parece simple y
llanamente un horroroso acto de barbarie.
Pero estas dos
informaciones no pueden dejarme de parecer… la segunda, más que preocupante para
el futuro de las libertades que se dice querer defender… y la primera,
francamente “chusca” cuando se ven centenares de miles de personas manifestándose
“libremente”, pero cuya marcha está siendo encabezada por un importante
contingente de dirigentes políticos, jefes de Estado y de Gobierno de las más
diversas procedencias, tanto geográficas como políticas.
En estos casos (este
como cualquier otro del mismo género) me sumo, sin pensármelo, a lo expresado
por el poeta y cantante francés anarquista (el calificativo es mío, y de
antemano pido perdón a gran Georges por mi atrevimiento) Georges Brassens: “Dès
que l’on est plus de quatre on est une bande de cons” (desde que se es más de
cuatro se es una cuadrilla de pendejos.)
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