enero 20, 2015

¡QUE DIFÍCIL RESULTA MENTIR!



En el periódico español El País, acabo de leer en este mismo instante la siguiente información:
Los científicos no logran identificar los restos de la matanza de Iguala
Los peritos austriacos de la Universidad de Innsbruck dicen que la alta temperatura a la que fueron sometidos los cadáveres ha destruido el ADN.

Ya lo sabíamos... como sabemos que para alcanzar  la temperatura necesaria, cercana a los 1000 grados centígrados... estos 43 estudiantes  no fueron incinerados, apilados, todos juntos, a campo abierto, como nos lo dijo el Gobierno (además según Jorge Montemayor, investigador titular del Instituto de Física de la UNAM, para cremar 43 cuerpos se requieren 33 toneladas de troncos de cuatro pulgadas de diámetro, lo que equivaldría a dos tráilers de leña y 53 kilogramos de gas por cada cuerpo)… sino en un crematorio.

La pregunta es ¿en cuál crematorio?

Hasta donde se varios cuarteles del ejército disponen de crematorios (no sé si la policía también, pero lo dudo). Tampoco creo que quien los haya asesinado, haya mandado maquilar su cremación a La Gayosso o cualquier otra agencia funeraria.

Conclusión.......................


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