La geografía es la
distribución, el acomodo del espacio y la población (que algunos habitan
mientras otros ocupan) en función del sistema de “gobernanza” dominante en un
determinado tiempo.
Hoy, en la presente
estructura de dominación, la sociedad como tal ha dejado de ser el sustrato de
la geografía, sustituido por el territorio, la “zonificación”.
Al tiempo que el ideal
programático de integración (cuyo apogeo se dio con lo que se ha llamado el
periodo de “las treinta gloriosas”, de los años 45 a los 75 del siglo pasado)
es rápidamente sustituido por el de separación y selección. La segregación no
data de hoy, siempre ha existido (y no solo la obvia segregación racial)… la
diferencia reside en que esta no es producto de un orden considerado como
“natural”, sino que es precedida de un proceso de selección, al frente del cual
se encuentran quienes ejercen, hoy, la dominación que se expresa en la
“gobernanza”, es decir el gobierno de la “tecnología” como tal, bajo la férula
de toda la cauda de los “expertos.”
Esta geografía
capitalista secciona, parte, el espacio en territorios productivos, generadores
de valor y extracción de la mayor plus valía y otros siniestrados, abandonados
a su suerte. En zonas de paz y bienestar y otras de guerra y pobreza.
Groso modo… en grandes
regiones metropolitanas (de preferencia “inteligentes” para las más avanzadas) que
compiten las unas con las otras para la atracción de los capitales y en las
cuales se concentran y viven los “smart peoples”…
Las zonas
metropolitanas “de segunda” que salen adelante por su especialización en ciertos
procesos de producción: principalmente industriales pero también comerciales,
turísticos, culturales, universitarias, servicios de salud, nudos de
comunicación, cohabitación de varios de estos u otros…
Las zonas agrícolas
ricas que mediante la agroindustria surten los alimentos indispensables para
las grandes metrópolis concentradoras de la tecnología (con una neta tendencia
a la separación entre los “cultivos extensivos y químicos” y los cultivos
“bios” reservados a los smart peoples, sin olvidar las extensiones reservadas a
la biodiversidad)…
Las
zonas rurales pobres que la van pasando con la esperanza de llegar a ser los
lugares de residencia de los citadinos en busca de “naturaleza” y tranquilidad…
Para terminar con las
zonas de destierro donde se hacinara toda la población que sobra, que al no ser
fuente de ganancia, no reviste utilidad alguna para la marcha adelante del
sistema, sino que represente para este un lastre, que se sembraran de
checkpoints, vigilaran sus movimientos día y noche con millares de cámaras y
drones, y controlara mediante la masiva intercepción de todos los intercambios
de comunicación.
Esta es la geografía
del capitalismo contemporáneo… el que previa selección, fracciona el territorio
entre zonas exclusivas reservadas a las elites generadoras de valor y zonas de
confinamiento para los “inútiles”, quienes sobran, son de mas, afean el
paisaje.
Sin olvidarse de las
zonas intermedias (hoy principalmente ocupadas por las clases medias en proceso
de desaparición) para quienes se encuentran en espera de saber de qué lado
caerán, si se verán llamados a integrar las zonas de confort o violentamente
empujadas hacia las de confinamiento.
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