Por
falta de riego en sus principales arterias…
y
plétora de desamor…
por
unos instantes mi corazón dejo de latir.
La
Parca quería llevarme a su cama…
para
siempre.
La
pericia y celeridad de modernos brujos…
la
obligaron a soltar su presa…
irse
en busca de otro amante.
Poco
a poco mi corazón va echando raíces…
por
cuenta propia…
se
enraíza a la vida.
Algún
día…
quizás…
florezca…
y
un colibrí venga por su néctar.
Escéptico
lo dudo…
el
veneno ahí permanece…
la
ausencia ahí sigue…
como
la sobredosis de desamor.
Las
raíces se secaran…
el
corazón nunca florecerá…
ningún
colibrí se acercara…
para
llevarse su néctar.
Sobrevivir…
tratar
de gozar…
leyendo…
manchando
paginas blancas de palabras.
Hasta
que…
testaruda…
la
Parca regrese por su presa…
se
la lleve.
Esta
vez para siempre…
sin
posible retorno.
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