noviembre 07, 2008

¿ACCIDENTE O ATENTADO? (primera parte) De la Realidad (o realidades) y la Verdad (o verdades).


Martes 4 de noviembre… cerca de las 19:00 horas… Lomas frontera con Polanco… a trescientos kilómetros por hora un pequeño jet se desploma estrellándose sobre coches y paseantes… acaba de fallecer el “entrañable amigo Iván” (mejor conocido por la plebe como Juan Camilo Mouriño, de profesión exitoso empresario, quien en sus momentos libres también fungía como Secretario de Gobernación… y con su muerte entro con todo y honores presidenciales al panteón de los héroes nacionales... injustamente "desconocidos").
Seguramente que su entrañable amigo Felipe, de profesión Presidente de la Republica (espurio dicen algunos) se lamento amargamente (y con un deje de culpabilidad) preguntándose ¿por qué será que los mejores son siempre los primeros en irse?.
A nosotros, los simples mortales, la pregunta que de inmediato nos asalto fue ¿accidente o atentado?

En este momento me viene a la memoria (¿verdad o fabulación?) que muchos años atrás, en el ultimo curso de bachillerato, el profesor de filosofía nos había dado cuatro horas para disertar sobre un tema (típicamente francés) “Realidad y Verdad” (así con mayúsculas).

Si puede haber alguna duda fundada de que la Realidad realmente real sea una incontrovertible realidad… en cambio no hay la menor duda de que la Verdad verdaderamente veraz sea una falacia… de hecho ¡solo la real realidad de la percepción es verdaderamente veraz!. Dicho mas sencillamente, solo la percepción es realmente veraz…. o todavía mas sencillo, solo la percepción de la realidad es veraz… al no ser que, con ganas de confundir, se pretenda que solo la percepción sea verazmente real.

¿Y?

Esta digresión viene al caso porque la total totalidad (expresión quizás aparentemente tautológica pero mucho mas elegante que el seco 100%) de mis familiares, amigos y compañeros de trabajo creen firmemente (sin el mas mínimo asomo de duda) que la estrepitosa caída de la aeronave (en cuyo interior, además del ya mencionado héroe patrio, se encontraba también un tal José Luis Santiago Vasconcelos, importantísimo personaje de la lucha contre el narcotráfico, aparentemente caído en desgracia estos últimos tiempos) no fue lo que nos quiere hacer creer el tal Felipe… un accidente… sino un atentado… al no ser (la inventiva gubernamental no conociendo limites) que se trate de un accidental atentado o un atentado accidental. ¡Vaya usted a saber cual de los dos! Por mi parte opto por el atentado accidental, ¿y usted?.
Ahorra que si me preguntan cual es la diferencia entre los dos, sinceramente no lo se… apenas si se me ocurre que el accidental atentado puede ser un accidente disfrazado de atentado (¿quién sabe con que fín?) y que un atentado accidental podría ser un atentado disfrazado de accidente (¿quién sabe con que propósitos?). Es que en estos dos mundos, uno al margen de la Ley (crimen organizado) y el otro por encima de esta (gobierno) una de las mas importantes reglas de funcionamiento es que su actuar se mueva en la mas completa opacidad y el mas refinado engaño.

Finalmente lo bueno de todo esto es que una vez mas tenemos la confirmación de que ellos viven en un mundo muy alejado del nuestro… pero eso si no ajeno… dado que, tal como debe de ser, a menudo somos las fichas con las cuales juegan y apuestan… para ganar, ellos, la partida, a nuestras costillas. A ver si terminamos aprendiendo. Aunque lo dudo… es tan cómodo ser espectadores y no actores… al punto de que como todo buen “mirón” somos capaces de gozar intensamente cuando el espectáculo nos procura este escalofrío que nos saca (aunque sea solo por unos instantes) del letargo en el cual nos complacemos… de nuestra ausencia a la vida.

Descanse en paz la Verdad… y con mayor razón si esta se ufana de ser oficial.


Posdata preguntona (con una pizca de mala leche): ¿Quién fue el autor del atentado?
Opción A: el narcotráfico.
Opción B: el gobierno.
Opción C: ninguno de los dos.
Opción D: los dos en contubernio.
Opción E: alguna mano negro.
Opción F: quien sabe.

No se requiere que la respuesta se finque en pruebas o datos duros… acuérdense que basta la percepción (o intuición)… y que por lo tanto cualquier respuesta tiene plena validez.
Que la percepción adquiera rango de Verdad… es tarea de quienes nos gobiernan… todos empeñados en ser magos e ilusionistas.

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