noviembre 29, 2008

LA TRAMPA


“En sus cálculos nuestro PIB toma en consideración la contaminación del aire, la publicidad a favor del tabaco y los recorridos de las ambulancias que recogen los heridos en nuestras carreteras.
Contabiliza los sistemas de seguridad que instalamos en nuestras casas como el costo de las cárceles en las cuales encerramos quienes logran burlarlos.
Integra la destrucción de nuestros bosques de sequoias así como su sustitución por un urbanismo desenfrenado y caótico.
Incluye la producción del napalm, las armas nucleares y los coches policíacos blindados destinados a reprimir los motines en nuestras ciudades.
Toma en consideración la fabricación del fusil Whitman y del cuchillo Speck, así como los programas de televisión que ensalzan la violencia con la finalidad de vender los correspondientes juguetes bélicos a nuestros niños.

En cambio el PIB no toma en consideración la soledad de nuestros niños, la calidad de su instrucción ni la felicidad de sus juegos.
No mide la belleza de nuestra poesía o la solidez de nuestros matrimonios.
No se le ocurre evaluar la calidad de nuestros debates políticos o la honestidad de nuestros representantes.
No considera nuestro valor, nuestra sabiduría o nuestra cultura.
No dice ni palabra de nuestro sentido de compasión y abnegación hacia nuestro país.

En una palabra el PIB mide todo menos lo que hace que la vida valga la pena ser vivida”.



No puedo mas que suscribir a este discurso, pero… ¿Cuál radical (semilla de futuros terroristas) lo pronuncio?

Respuesta: Robert Kennedy, en la universidad de Kansas, el 18 de marzo del año 1968, pocas semanas antes de su asesinato.

Reacciones:

Uno, con una tal profesión de fe, ¿que hubiese sido de los Estados Unidos (y por lo tanto del mundo) si este señor hubiese llegado a ser presidente?. ¿Viviríamos hoy la peor crisis económica que hayamos visto quienes nacimos después de la segunda guerra mundial?

Dos, del dicho al hecho hay un trecho… largo… largo… muy muy largo.
De haber llegado a ser presidente de los Estados Unidos este señor hubiese tenido que rendir cuentas, no a los cándidos “ciudadanos de a pie” que hubieran creído haberlo elegido, sino a quienes realmente hubiesen hecho posible su elección, las grandes corporaciones económicas y mediáticas.

¡Favor de no creerse lo dicho por los políticos profesionales… o los profesionales de la política… son profesionales de la mentira y el engaño¡
¡Favor de no caer en la trampa!

Pura especulación... este señor nunca fue elegido, nunca lo sabremos.
De acuerdo... pero acuérdese de algún discurso, de alguna promesa de algún político profesional... el que sea... no importa... Calderón, López Obrador, Zapatero, Sarkozy... el que guste... hasta apuesto lo que sea por el nuevo Mesías Obama... sino lo invito a releer alguno de sus encendidos discursos de campaña y... dentro de algunos meses... a compararlo con los hechos.

No hay comentarios.: