noviembre 12, 2008

ELUCUBRACIONES Y CONSPIRACIONES


Puede que quienes hayan leído la anterior entrada de este blog (en realidad la tres anteriores forman una sola) la etiqueten bajo la categoría de lo que se conoce como la teoría de la conspiración.
Es decir que ante la falta de una información completa y que se pueda considerar como mínimamente veraz, el sujeto que intenta encontrarle o darle sentido es proclive a elucubrar, armar una explicación que incluye elementos especulativos que carecen de un fundamento racional, en el sentido de basarse en lo que a ultimas fechas se ha dado por llamar “datos duros”. Elucubración que generalmente intenta encontrar responsables o culpables, anteponiendo al análisis objetivo las empatias y fobias personales e ideológicas.

Puede ser. Admito que al tener una particular y profunda aversión (incluso patológica si quieren) por todo lo que de cerca o de lejos tiene que ver con el ejercicio de la dominación y en particular quienes la ejercen… ocultándolo bajo los conceptos del deber, la necesidad, incluso el sacrificio… cuando la realidad es que solo satisfacen la imperiosa necesidad de detentar y ejercer el poder como única manera de gozar, es decir sentirse vivos (además de la secundaria necesidad de procurar y defender sus intereses materiales, ya sea personales o de grupo)… admito, decía, que, partiendo de la base que quienes ejercen la dominación son capaces de cualquier crimen para satisfacer y preservar el gozo que esta les procura (va de por medio la negación del vacío y la nada que “invaden” su ser, junto a la afirmación del sentir de su existencia)… resulta “natural” que la búsqueda de alguna explicación a lo inexplicable (generalmente carente de credibilidad y de aparente racionalidad) me lleve a encontrar respuestas que inculpen a quienes… disponen de los medios que les da el ejercicio del poder… uno, para llevar a cabo estos crímenes… y dos para ocultar, esconder, (en numerosas ocasiones literalmente “desaparecer”) su responsabilidad.

De ahí mi creencia (certidumbre) expresada en este blog… de que la caída de las torres gemelas de Nueva York haya sido obra de los “neocons” para parir al enemigo del cual carecían después de la caída del muro de Berlín (y que necesitaban para implementar su política de atemorización de la población que les autorizaba a restringir las libertades)… como recientemente del atentado perpetrado contra el avión de Mouriño por parte del panismo salinista (o salinismo panista) para hacerse de las riendas del poder en este momento de zozobra (sentimiento de tristeza, angustia e inquietud de quien teme algo) generalizada... sin olvidar el asesinato de Kennedy, el de Colosio y un sin fin de etcéteras.

De ahí también mi creencia que la explosión de las granadas la noche del 15 de septiembre durante la ceremonia del grito en la plaza central de Morelia, no fue obra de narcoterroristas sino de un terrorismo de Estado.
¿Porque?
Esta será la “temática” de la próxima entrada… si algún evento o situación personal no me imponen otra.

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