agosto 26, 2015

¿Castigara el Pueblo griego la TRAICION de Alexis Tsipras?


Hoy, 21 de agosto, nos amanecimos con la noticia de que Tsipras dimitió y se llamo a nuevas elecciones para el próximo 20 de septiembre, en apenas dentro de un mes. En el transcurso del día, también supimos que el ala más radical de Syrisa, la Plataforma de Izquierda, había tomado la decisión de abandonar Syrisa y fundar un nuevo partido, denominado Unidad Popular, saliéndose por lo pronto de Syrisa como grupo parlamentario. Partido que ya anuncio, por la voz de su “líder”, Panayotis Lafazanis, que de resultar vencedor y formar gobierno, denunciara el ultimo “rescate” y promoverá el no pago de la deuda, así como, de ser necesario, la salida de Grecia de la zona Euro.

¿Cuál será el resultado de estas elecciones anticipadas?

Nadie lo sabe.

¿Ganara alguno de los partidos “tradicionales” de la política griega, Nueva Democracia de centro derecho o el Pasok de centro izquierda? Difícil de que así sea, recordando que en las últimas elecciones generales (en las cuales Syrisa se hizo del poder, con más del 36% de la votación), el Pasok salió laminado, con menos del 5% de los votos, casi desapareció de la escena política griega. En cuanto a Nueva Democracia, le fue mejor, de hecho se alzo como la segunda fuerza política con menos del 28%, lo cual sin embargo represento también un gran retroceso, comparado con sus resultados históricos que rondaban entre el 54% y el 33%.

¿Los electores refrendaran una vez más su confianza en Syrisa? Posible, más vale malo conocido que bueno por conocer… sobre todo si consideramos que en este momento no existe el tal “bueno”. Sin embargo una gran parte del electorado que voto por Syrisa en enero del 2015, hoy se siente, con o sin razón, traicionada. Los electores más izquierdistas se irán con el nuevo partido que ya constituyo el ala izquierdista de Syrisa. En cuanto a los más conservadores y los socialistas decepcionados por el Pasok, se decantaran probablemente por Nueva Democracia los primeros y por la abstención los segundos.

Sin embargo Tsipras tiene muchas posibilidades de salirse con la suya.
El momento escogido para renunciar, así como el de las próximas elecciones generales, no es producto del azar… sino todo lo contrario.
En efecto esta decisión tuvo lugar apenas unas cuantas horas después de que Grecia hubiese recibido (después de una abstinencia de más de un año) una primera bocanada de oxigeno de unos 26,000 millones de euros… y antes de que el gobierno tenga que cumplir con la aplicación de las contrapartidas las más duras, con todas las medidas que acentuaran todavía mas y en una gran proporción la política de austeridad en vigor desde hace ya varios años, y que la población griega resienta de lleno las consecuencias de las mismas. Como lo decía el profesor de ciencias políticas Georges Contogeorgis: “Alexis Tsipras decidió convocar a elecciones en forma inmediata, porque sabe que dentro de seis meses ya no se beneficiara de su actual buen porcentaje de popularidad.”
El apoyo que perderá a su izquierda, lo ganara al centro.

Incluso podrá contar con el apoyo, discreto pero efectivo, de sus acreedores.
Antes mismo del anuncio de su dimisión y el llamado a nuevas elecciones, un tal Martin Selmayr, jefe de gabinete del presidente de la Comisión Europea (Jean Claude Juncker) mandaba un tweet en el cual escribía: “unas elecciones anticipadas en Grecia podrían ser la mejor manera de ensanchar el apoyo al plan de ayuda.” Más claro… imposible.
En cuanto al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, enseguida después de conocer la dimisión de Tsipras declaraba, sin empacho alguno: “Espero que las elecciones llevaran a un apoyo todavía mas amplio al plan de rescate, por parte del Parlamento griego. Esperamos que estas se den relativamente temprano para que Grecia, como previsto, tome importantes decisiones en Octubre”…Esperamos que Tsipras sea reelecto y que este hecho permita una clarificación de la situación política, la cual lleve a la constitución de un gobierno más coherente que apoye de manera más decidida el plan de rescate y la implementación de las reformas exigidas como contraparte.”

Hasta parecería que una vez más el señor Tsipras hace hasta lo imposible para complacer a los “buenos deseos” expresados por quienes están decididos a mantener a Grecia bajo perfusión mientras imponen una política económica que terminara saldándose por la ruina del país heleno y su inevitable salida de la zona euro.
Como lo dijo, Yanis Varoufakis, en muchas entrevistas dadas a diversos medios de comunicación europeos: El tercer rescate está diseñado para fracasar. Seamos sinceros: el ministro alemán, Wolfgang Schäuble, nunca estuvo interesado en pactar nada que pueda funcionar. Su plan es rediseñar la eurozona: parte de este rediseño es echar a Grecia.”
“Lo ocurrido en Grecia es un golpe de Estado: la asfixia de un país a través de restricciones de liquidez. En Bruselas nunca hubo interés por ofrecer un pacto mutuamente beneficioso. Si Grecia intenta, a pesar del sentido común y las leyes más elementales de la economía, aplicar este plan y las reformas que lo acompañan, esta correrá directamente hacia el Grexit. Porque este programa está concebido para hundir a nuestra economía.”

Predicción o afirmación que la realidad y los hechos concretos avalan plenamente.
Como parte del tercer rescate “acordado” entre el Gobierno griego y la ex Troika, por una suma total de 86,000 millones de Euros… pocas horas antes de la dimisión de Tsipras, Grecia recibió un primer tramo de 26,000 millones… de los cuales el pueblo griego no verá ni siquiera un solo euro, sino todo lo contario.
En efecto esta suma se distribuyo de la siguiente manera:
3,400 millones al Banco central Europeo (BCE).
7,160 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI)
10,000 millones al fondo al Mecanismo de Estabilidad (MEDE), con sede en Luxemburgo, expresamente destinados en su totalidad a la recapitalización de la banca privada griega.
Mas 13,000 millones “guardaditos” para saldar próximos vencimientos de la deuda y otros pagos.
Si hacemos la suma y la resta… llegamos a una cifra negativa de menos 7,560 millones de Euros.
Esto sin contar que el “acuerdo” prevé, a modo de garantía, la creación de un Fondo por 50,000 millones de euros para futuras privatizaciones… depositados en Luxemburgo.
¿Adivinen quien fue el primero en sacar provecho de este Fondo? Seguro que si acertaron… Alemania… quien se quedo con la administración (supongo que se trata de un eufemismo para decir posesión) de 19 aeropuertos griegos, entre ellos los de mayor tráfico en los centros turísticos más afamados.

Si “la jugada” de Tsipras es alabada por los acreedores que están destruyendo la economía griega para someterla, en cambio, una gran parte de la población se siente simplemente traicionada por el gobierno griego.
Como lo dice, con todas sus letras, Yanis Varoufakis “Creo que hemos traicionado a la gran mayoría del pueblo griego, al 62% de nuestro pueblo que se atrevió a votar NO en el referéndum… para Grecia este referéndum no habrá servido de nada. No ayudo al Gobierno. Tampoco ayudo al pueblo que voto NO. El pueblo ha sido abandonado y traicionado.”
Verdad que efectivamente comparten muchos griegos.
Así, varios “periodistas” y “politólogos”, que se encontraban en lugares públicos (bares, plazas, etc) reportan que a la hora en que Tsipras anuncio su demisión y llamo a nuevas elecciones, la mayoría de los televidentes mostro su decepción y su hartazgo… varios de los entrevistados asegurando que votarían por Amanecer Dorado, el partido de extrema derecha. Tal es, por ejemplo, el caso del dueño de un café en Atenas, Achilleas Dukas, quien externo: “Estas elecciones anticipadas son un desastre para la población. Psicológicamente, ya hemos pasado por fases intensas, la clausura de los bancos, el control de capitales, y el mismo referéndum del 5 de julio. La gente está muy estresada.”… y levantado los hombros, agrega: “en las elecciones anticipadas de enero, vote por Syrisa con entusiasmo, pero en estas próximas elecciones votare por Amanecer Dorado, es la única opción para mostrar nuestra decepción y nuestro descontento.” 
No está de más recordar que Amanecer Dorado no es un partido de extrema derecha cualquiera (como por ejemplo el Frente Nacional en Francia), sino que se declara abiertamente neonazi.
Como también vale recordar que en las pasadas elecciones de enero del 2015, este partido había llegado en tercera posición con más del 6% de los votos. No es mucho, pero estos partidos de extrema derecha suelen ser como imanes para todos los decepcionados y hartos que integran el “voto popular”.

Hoy en día, nadie puede afirmar saber cual será la composición del Parlamento alumbrado por las próximas elecciones generales y por lo tanto quien saldrá victorioso de las mismas, es decir quien se encontrara en la posibilidad de formar un Gobierno.

Muchas son las posibilidades de que, con su voto, el pueblo griego (si es que reducimos tramposamente la noción de Pueblo al espectro de quienes votan) decida dar una nueva oportunidad a Syrisa y su líder Tsipras.



Pero esto no resuelve lo realmente importante… lo que el gran filosofo esloveno Slavoj Žižek, en un extenso y excelente análisis (en mi opinión obviamente) en las páginas de la revista francesa L’OBS (de tendencia socialdemócrata “progresista”), expone así: “La elección a la cual se ve confrontado el gobierno griego es una elección realmente difícil, un problema que debe de enfrentar en términos brutalmente pragmáticos. No se trata de una elección de principios, entre un acto autentico y una traición oportunista. Las acusaciones de traición hechas al gobierno de Syrisa tienen por objetivo evadir la verdadera cuestión, la que realmente importa: ¿Cómo enfrentarse al capital en su forma contemporánea, como gobernar CON EL PUEBLO, como dirigir un Estado CON EL PUEBLO.”



Dejemos la última palabra a Yanis Varoufakis… quizás lector y seguidor del filosofo francés Jacques Rancière, quien defiende la idea de que la Polis debe ser gobernada por ciudadanos elegidos al azar… quien al saber de la dimisión de Tsipras y el llamado a elecciones generales, comento: "No creo en aquellos que quieren hacer carrera en política. Un político así es alguien que miente, manipula la verdad para adaptarla a las realidades, firma por ejemplo un plan de financiación que no es correcto. En este sentido, no soy un buen político."


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