agosto 19, 2015

LANZARSE AL VACIO


Ayer, supe…
por boca de Marina, quien lo sabía por la de su madre…
(o sea mi suegra)…
la historia que a continuación les relato.

Unos policías tocan a la puerta de una señora…
esta les abre…
ellos le preguntan si sabe donde se encuentra su hija.

Esta les dice que en su habitación…
a lo cual estos buenos servidores públicos…
sin pensárselo mucho…
le anuncian que su hija ha fallecido.

Hace un rato…
se tiro por la ventana.

Hasta aquí, lo que supe…
no conozco a la señora que abrió su puerta a los policías…
como tampoco a la hija suicida.

Solo supe que la suicida tiene…
tenia…
una hija de unos veinticuatro años…
amiga de una sobrina de Marina…
es todo.



Hace ya bastantes años…
(disculpe por la falta de precisión)…
en el edificio en el cual vivía…
y sigo viviendo.

Una joven adolescente…
de unos doce, trece o catorce años…
(quizás algún día me cruce con ella, pero no la conocía)…
se tiro del octavo piso…
y según dicen, falleció en forma instantánea…
supongo que al momento de hacer contacto con el piso del estacionamiento.

La pequeña historia cuenta…
que recibía tratamiento por una depresión…
y que el vigilante del edificio presencio su caída.



Cada mañana…
al despertarme y levantarme…
me dirijo a la ventana de mi recamara…
para abrirla de par en par…
dejar entrar el aire fresco de la noche…
respirar profundamente…
y asomarme al vacío.

Vivo en el décimo piso…
y cada madrugada…
me pregunto…
si llegado el día…
en que por voluntad propia..
decida dejar este mundo…
el lanzarme al vacío
sería una opción a considerar.

Tengo que admitir…
y  ustedes conmigo…
que tiene indudables ventajas.

La primera…
su efectividad…
dudo que una caída libre desde un décimo piso…
no se salde por la muerte instantánea del saltador.

La segunda…
su rapidez…
no creo que pasen mas de unos dos a tres segundos…
entre el momento de emprender el vuelo…
y el del contacto con el suelo.

Incluso…
visto el estado de mi corazón…
posiblemente fallezca en pleno vuelo…
de un infarto fulminante.

Sin embargo…
también tiene sus inconvenientes…
igualmente en nombre de dos.

El primero…
existe la posibilidad de que abolle un coche estacionado…
y que su propietario…
carente de toda sensibilidad…
exija a mi familia el pago del daño.

El segundo…
que el conserje…
apenas repuesto del susto…
tenga que limpiar el charco de mi sangre...
y quizás, incluso…
recoger uno que otro trozo de mi masa cerebral.



NO…
es todavía muy temprano para tomar esta decisión…
ni siquiera he tomado la de la fecha de su ejecución….
sin contar que no me vería bien.


Quiero que me encuentren apaciblemente dormido.




Posdata: pensé y estructure este texto (casi tal cual) mientras hacia mi ejercicio de rehabilitación cardiaca… de alguna que otra forma hay que matar al tiempo mientras camina o pedalea uno sin avanzar. ¡Dios… que buena metáfora!... ¿metáfora?

Segunda y ultima posdata: tantos años pensando en el mismo final para la misma película de terror (ver mi reciente entrada de fecha 18 de junio de este mismo año)… hace que no pueda no reírme.
En suma una película de terror… con un final… trágico… al punto de parecer cómico... hilarante, no… simplemente cómico.
Cuando el sujeto de la burla es uno mismo… siempre se es cómico… de lo contrario se mataría uno en el instante mismo.





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