Los dados están tirados… Estados Unidos (al cual
quizás se agregue algún otro Estado de los que se autocalifican como
“occidentales y democráticos”) ha decidido castigar militarmente al régimen
sirio de Bashar el Asad por, según ellos, haber hecho uso de armas químicas
contra la población civil.
Del empleo de estas armas… no hay la menor duda… este
ha sido ampliamente confirmado y documentado por fuentes “confiables”, tales
como, por ejemplo, “Médicos sin Fronteras”.
Sin embargo queda, hasta el día de hoy, una pregunta sin respuesta… ¿quien o quienes
han hecho uso de estas armas? Obviamente que no tengo una respuesta que sea
totalmente certera, innegable… sin embargo si hay argumentos y hechos que la
pueden respaldar… el ataque con armas químicas fue obra de los rebeldes (o
insurgentes, como se llamen) o de algún comando a las ordenes de los servicios
de seguridad e inteligencia de algunas “potencias occidentales” (entiéndase,
principalmente, CIA, NSA, Mossad o MI6).
He aquí la secuencia de hechos que permite inferir
esta opinión.
El 20 de agosto del 2012, en una conferencia de prensa,
el presidente Barack Obama aseguro que el uso de armas químicas por parte del
gobierno de Bashar el Asad supondría traspasar una línea roja y llevaría al
empleo de la fuerza por parte de Estados Unidos: “Se lo hemos dejado muy claro al régimen de Asad
y a otros actores en la región. Para nosotros se llegaría a un límite si
empezamos a ver movimiento o uso de armas químicas. Eso haría cambiar mis
cálculos”.
A principios de diciembre del mismo año, en un
simposio sobre desarme nuclear, Barack Obama advirtió nuevamente al régimen
sirio en contra del “trágico error” de emplear armas químicas
en contra de los rebeldes, lo cual “tendría serias consecuencias”.
¿Por qué tanta insistencia en el eventual uso de armas
químicas y sus consiguientes consecuencias…porque la delimitación de esta línea
roja, si hasta la fecha de la advertencia el régimen de Damasco no había dado
la menor señal de su posible uso… no seria que desde este momento se estaba
montando la coartada que se requería para poder intervenir.
A partir del mes de abril de 2013, el ejército sirio,
apoyado por milicias del Hezbolà, inflige duros reveses a los rebeldes
retomando muchas de las posiciones estratégicas que estos habían previamente
conquistado.
El 17 de agosto, el diario francés Le Figaro informa
que un contingente de aproximadamente 300 rebeldes adiestrados en Jordania y
apoyados por comandos israelíes, jordanos y de la CIA, entraron en Siria. Lo
cual se repitió el día 19 de agosto.
El 21 de agosto se produce el tiro de misiles cargados
con agentes químicos, en Ghouta, al este de Damasco y en Mouadamiya al suroeste
de la capital siria, zonas bajo control de los rebeldes. Bombardeo que produce
centenares de víctimas civiles, entre hombres, mujeres y niños.
O el señor Asad tiene marcadas tendencias suicidas, o
se encuentra en un estado mental que no le permite actuar con la debida
racionalidad.
Al poco tiempo del bombardeo, en cuestión de minutos,
un periódico español (del cual ya no me acuerdo cual era) reporta que en
YouTube se pueden ver 139 videos de esta masacre… son muchos videos en tan poco
tiempo… como si quienes los filmaron y los subieron a YouTube hubiesen sabido
con anticipación lo que iba a suceder… ¿o no?
Apenas ayer, 27 de agosto, el señor Secretario de
Estado norteamericano John Kerry, en una declaración leída y para la que no
hubo turno de preguntas, nos dijo que, el uso de armas químicas es
"una obscenidad moral" que debería "traumatizar las conciencias
del mundo y desafía todo código de moralidad", agregando,
sin el menor rubor, "Mientras esperamos a las investigaciones,
nuestro entendimiento está basado en los hechos, está formado por la conciencia
y guiado por el sentido común"
Mientras este mismo día se filtraban informaciones a
la prensa en el sentido de que las primeras andanadas de misiles caerían sobre
Siria desde este mismo jueves… eso si… solo seria durante unos tres días como
máximo.
Retomando el titulo de la célebre novela de Gabriel García
Márquez… podríamos titular esta secuencia como… la “Crónica de un castigo
anunciado”… intervención militar de los Estados Unidos en Siria, so pretexto
del abominable crimen de la “gasificación” de civiles… después de la de Irak,
con el pretexto de las armas de destrucción masiva iraquíes que nunca
existieron… después de la guerra de Vietnam, con el pretexto del ataque contra
el barco estadunidense Maddox en el Golfo de Tonkin, el cual se supo en abril
de1999 que nunca había existido.
Castigo… más que anunciado… que a pesar de su
pretendido carácter quirúrgico, se saldara por cientos de víctimas civiles…
¡¡daños colaterales, nos dirán!!
Una última “reflexión”… personalmente me parece que es
igualmente reprobable y criminal matar con alguna sustancia neurotóxica… que
con una bala… un obús… una bomba convencional… una que sea nuclear o
termonuclear… una simple arma, dicha blanca (puñal, bayoneta, espada,
etcétera)… incluso con los puño, las manos o los pies.
Claro que no se trata de valorarlo del punto de vista
del instrumento como tal… sino de la eficacia y eficiencia de este… pero, eso sí,
siendo respetuoso de las “leyes de la guerra” (¿por cierto quienes decretaron
estas reglas?)
Si, como dicen, mi memoria no me traiciona… creo que
fueron los civilizados Estados Unidos que mataron a decenas (o centenares) de
miles de civiles un 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y otro tanto, tres días después
en Nagasaki… claro que fue con unas bombas atómicas y no un gas neurotóxico… resulta
que este ultimo produce sofocación y convulsiones antes de la provocar la
muerte… cuando las primeras simplemente te desintegran antes de siquiera haber
visto el relámpago o escuchado el estruendo de la explosión… (siempre y cuando
te encuentres a una distancia suficientemente cercana a la explosión… y no te
mueras quemado y despellejado… o de cáncer unos días, semanas o años después…
si tuviste la mala suerte de no estar lo suficientemente cerca del lugar del
estallido.
En resumidas cuentas… matar con cualquier arma es admisible,
admitido, por así decir ético… conforme a las leyes de la guerra… siempre y
cuando no sea con alguna sustancia neurotóxica.
No se me malentienda… no pretendo justificar los
crímenes de sangre de un dictador… solo digo que me parece, sospecho… que los
mandamás de “tradición democrática” que también tienen las manos manchadas de
la sangre de sus “valientes soldados” (es verdad que cada vez menos gracias al
progreso de la tecnología de la muerte, como por ejemplo los drones), de sus
enemigos (que evidentemente se lo tienen bien merecido), y de muchos inocentes
victimas (que tienen la culpa de encontrarse en el momento y el lugar
equivocado a la hora en que algún artefacto los mata accidentalmente, “sin
querer”)… planearon fríamente estas muertes por el empleo de alguna sustancia
neurotóxica… hayan apretado el botón ellos mismos o hayan dejado esta tarea a
sus “amigos” sobre el terreno… con tal de lograr sus objetivos… en este caso,
me parece que mas geoestratégicos que
meramente económicos… aunque claro, como siempre… los más directa e
inmediatamente beneficiados serán las grandes corporaciones petrolíferas (se da
por descontado el incremento del precio del petróleo) y la industria
armamentista (que podrá liquidar una parte de sus stocks y probar “sobre el
terreno y en condiciones reales” sus productos de última generación.
Precisión mas no justificación.
Se me acusara de ser adepto de las “teorías conspirativas”…
es cierto… no lo niego… así es.
Mi “fondo anarquista” me doto… uno, de un esencial
escepticismo y una permanente duda… dos, de una profunda incredulidad ante todo
lo dicho por cualquier “autoridad institucional” (ya sea en tanto que afirmación
o negación), siendo que la mentira y el engaño son consubstanciales al
ejercicio del poder.
Nota… que no quisiera quedarse al margen.
Afortunadamente en estos momentos (29 de agosto por la
mañana) parece ser que la inminente intervención punitiva en Siria está
perdiendo fuelle.
Uno, porque los gobiernos “intervencionistas” que se
arrojan la facultad de premiar y/o castigar a quien les complace (es decir en función
de sus propios intereses) se ven presos del bien conocido refrán “si bien se
sabe como las cosas empiezan, se ignora como acabaran”. Romper el frágil equilibrio
geopolítico del Medio oriente puede generar consecuencias insospechadas.
Dos, en un principio mayoritariamente favorable a la deposición
del dictador Al Assad, por razones ideológicas y humanitarias… la opinión pública
occidental expresa, cada vez con mayor fuerza y claridad su oposición a una
posible intervención, de imprevisibles consecuencias.