De un tiempo para acá
acostado
en la oscuridad
en silencio
ojos cerrados
vacio
disponible
escuchaba
Buddy Guy
Natalie Merchant
Leonard Cohen
Lucinda Williams
Léo Ferré
Georges Brassens
y otros tantos.
Engullido
absorto
flotando
en este etéreo limbo
entre la cautivadora y avasalladora presencia del
canto y la música
y la llegada de la inasible y evanescente inconsciencia
del sueño.
Tal un caballero del Medievo
mi nublada mente
compartía
mi soledad
con la lejana
desconocida
dame de mes pensées.
Nunca lo supo
sin embargo
no fue de su agrado
rompió el encanto
deshizo el hechizo.
Hoy
en viejos vinilos
escucho
a Francesc Pi de la Serra
de la Nova Cançó
de antaño
cantar en catalán.
Rememoro la Barcelona
de mis quince años
la Rambla
el Mercat de la Boqueria
la bandera republicana crucificada
la anarquista baleada y quemada
mi primer enamoramiento
sin nombrar.
Pienso en mis padres
catalanes exiliados
en la tierra de Francia
que les dio cobijo.
El
miliciano anarquista
con su sueño libertario
hecho añicos por la pesadilla
de la lucha por el poder
albañil
matándose trabajando
todas las horas
todos los días
todas las semanas
todos los meses
todos los años
asesinado por el trabajo.
Ella
hambrienta
con el miedo
metido para siempre
en la cabeza
y las tripas
soportando las humillaciones.
Los dos siempre callados
siempre en silencio.
Pienso en ellos
en sus sueños rotos.
Pienso en mi
le sale étranger
qui vient manger
le pain des français
quienes se mofan
porque habiendo nacido en Francia
no hablo su lengua
sino la mía
el catalán.
Pienso en mí
pegando
supuestos puñetazos
a diestra y siniestra
defendiendo
mi dignidad
y la de ellos
mis padres.
Soledad
herida
que todavía hoy
me persigue.
En la cama
solo
resbalando por las mejías
en mi barba se pierden las lágrimas.
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