Hoy el numero se ha independizado del
verbo…
ha adquirido vida propia…
no necesita del verbo para darle sentido.
¡Da sentido!
No me gusta nada… pero nada… la supremacía cada día más
obvia de los números sobre las letras.
Se nos dice que no temamos… que los números y las matemáticas
no son más que medios y herramientas… que las decisiones seguirán siendo el
fruto de la reflexión y el análisis… que por lo tanto la política tendrá siempre
la última palabra sobre la tecnocracia y los expertos… pero… ¿cuál será el
margen de esta si se asegura que las matemáticas son una ciencia exacta (exactísima)?…
¿porque la mente tendría que descartar lo matemáticamente exacto?… negarse a
cumplir los imperativos de eficiencia y rentabilidad sustentados en el cálculo aureolado
del prestigio de lo exacto, objetivo, indudable… por lo tanto ineludible, incuestionable,
irrebatible, indiscutible.
Se dice que las matemáticas (expresadas en las leyes
de la física y la química) gobiernan el universo, desde lo infinitamente
pequeño hasta lo infinitamente grande, desde el quark hasta el universo como
tal… por lo tanto también la vida… también mi vida.
Me rehusó a que los números y las matemáticas gobiernen
las relaciones entre mi ser y los demás… anhelo que estas sean el fruto de mi
querer y el de los demás... este es mi querer.
Se nos dirá que lo espiritual no puede ser sin lo material,
que la mente no puede expresar nada (ni la misma nada) sin el cerebro por
soporte y origen.
Admitida la anterior primicia… pienso que las
cavilaciones de mi mente son autónomas, independientes de mi cerebro fisiológico.
¿Qué me quedaría… que nos quedaría… si no lo creyera… si no lo creyéramos… que sería
de mi humanidad, de nuestra humanidad?
NADA… solo una ordenada conjunción de partículas atómicas
y subatómicas (y quizás algo mas) gobernada por leyes y principios matemáticos…
quizás nombrados como Dios por los creyentes… quienes quizás también piensen
que alguna “entidad superior” (por definir, por definición indefinida,
indefinible) podría estar al origen de las matemáticas, ser su origen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario