agosto 24, 2016

PROHIBIDO LUCRAR CON MIS CENIZAS



Por si no lo saben (¿cómo lo van a saber si nadie lee este blog?) resulta que con cierta regularidad actualizo la entrada “Testamento vital”, subida por primera vez el 6 de mayo 2015.
Actualizaciones de poca monta, meros detalles que se me ocurren de vez en cuando, por lo que de ninguna manera merecen un addendum o codicilo a dicho testamento.

Sin embargo, al ver lo que, en estas últimas fechas, está pasando con las cenizas de personajes de cierto renombre, me siento, ahora sí, no solo con la obligación de redactar un addendum, sino de subirlo a este blog como una entrada más.

El hecho es que, aun sin ser adictos a la lectura de la sección “necrológica” de la prensa, se habrán seguramente enterado del funesto destino “postmortem” de las cenizas de dos personalidades del mundo de la elite cultural.

Por ahí del día 3 de agosto, al leer la prensa, supimos que a la “artista conceptual” estadunidense Jill Magid, se le había ocurrido utilizar una parte (al parecer fueron 525 gramos, de un total de ¿?) de las cenizas del afamado arquitecto mexicano Luis Barragán, para con ellas mandar hacer el diamante de un anillo de compromiso, destinado a peregrinar por varias exposiciones.
Lo que la noticia no nos dice, es si la autorización dada por la familia para la exhumación de estas cenizas, fue a cambio de alguna remuneración, o si fue un acto desinteresado y altruista, destinado a “revivir el recuerdo” del ser querido.

Hoy, veinte días después, siempre mediante la lectura de la prensa, nos enteramos que una casa de subastas, radicada en Los Ángeles (USA), abrirá el próximo 23 de septiembre una puja por una parte de las cenizas del renombrado escritor Truman Capote fallecido en el año de 1984.
Interrogado sobre el posible carácter “irrespetuoso” de tal subasta, el director ejecutivo de la casa de subasta respondió: “Truman Capote amaba el elemento sorpresa. Le encantaba la publicidad. Y estoy seguro de que está mirando abajo, riendo y diciendo: Esto es algo que habría hecho yo.”

Pues bien.
Aun sin ser un afamado y renombrado personaje del mundo de la cultura (a quien le guste o no la publicidad) por si las dudas, me rehusó terminantemente a que mis cenizas (o una parte de estas, por mínima que sea) sean el objeto de una operación mercantil… disfrazada de lo que sea, o abiertamente comercial.

El día en que la huesuda venga por mi… y se haga realidad la famosa sentencia bíblica “polvo eres y al polvo volverás”… favor de hacer con mis cenizas, lo que en su momento indique en mi testamento… prohibido lucrar con ellas.





No hay comentarios.: