abril 09, 2014

COITUS INTERRUPTUS



Quizás se deba al progresivo proceso de decrepitud (corporal y mental) propio de la edad… no lo sé… aunque intuyo que no… por lo menos no del todo.
Sin embargo, desde hace algún tiempo, paso el ochenta por ciento de mi vida consciente (aunque parece ser que el sueño sería una “actividad” consciente) dedicado a la lectura (la cual gozo), a ver películas (lo cual también gozo), ver y leer (hasta escuchar) las páginas web de algunos periódicos europeos (puro masoquismo, que refuerza mi natural nihilismo), sin olvidar los partidos del Barça y el Tour de France… y el veinte por ciento restante… a respirar rumiando (o sea, pensando una y otra vez en las mismas intrascendencias, plasmando algunas de estas en este blog.)

Esto... cuando me había hecho el firme propósito de dedicar mi tiempo a escribir un texto (cuyo género no puedo definir ni calificar) en mi lengua materna, el francés: POURQUOI PAS DEMAIN. LA MEMOIRE INFIDELE.
Con una mezcla de excitación y esfuerzo, empecé… llegando hasta más o menos (nunca numero las páginas de mis textos), la pagina cincuenta o sesenta. Como en todos mis anteriores intentos (desde mi adolescencia), llegado ahí, lo deje… preso de las mismas dudas de siempre: ¿Por qué seguir?... ¿Qué valor “literario”, cual interés tiene?… no para ser publicado (lo cual nunca fue mi intención) sino simplemente, para mí mismo, como simple y gozosa “masturbación neuronal”.

Ante esta eterna duda de mi capacidad (o temor a mi falta de talento para tal empresa)… puse las primeras páginas en una botella y la eché a la mar… esperando que alguna gente femenina, de carne y hueso pero virtual “acompañamiento”, se dignara recogerla, destaparla, sacar las hojas, leerlas… y decirme su pensar al respecto. Desgraciadamente, a pesar de echar a la mar varias botellas con el mismo mensaje en su interior, esta sirena se alejo hacia otros mares, menos lúgubres y tormentosos, y nunca supe siquiera si había destapado la botella y leído su contenido.
Quizás… si lo había hecho… y por no herirme prefirió guardar silencio.
Ante tal incertidumbre… deje la pluma… la tinta se seco o evaporo (sin duda intervinieron los dos procesos)… y no la he rellenado.

¿Ochenta mas veinte, es igual a cien? Si es así, hay algún error en alguna parte… falta el porcentaje dedicado a las actividades necesarias al simple mantenimiento en vida del cuerpo… que muy de vez en cuando, pueden ser relativamente placenteras.
Sin olvidar la compra… en esta época hipercapitalista en que todo (absolutamente todo, seres, objetos, vivos, inanimados, fabricados, naturales) se hizo mercancía y es susceptible de ser vendido y comprado… ¿qué sería de nosotros si no pudiéramos comprar?

De vez en cuando… me digo a mi mismo (¿sino a quien?) que tengo que “sacudirme este entorpecimiento”, esta modorra… rellenar la pluma de tinta y pensar que palabra es la más adecuada, que giro el más propio, tachar, tirar la pagina al basurero, escribir, reescribir una y otra vez en mi cabeza, plasmarlo, enojarme, desesperarme, gozarlo. 

Mañana será.

Es como si con la desaparición de la libido, la imposibilidad siquiera de la masturbación sexual (quienes me conocen saben el porqué), se hubiese esfumado toda energía vital, disipada la capacidad de cualquier masturbación neuronal.
Desde siempre me he sentido ausente al mundo,… pero con la suficiente energía para contarme esta ausencia… hoy  (por lo menos de momento) el vacio y la nada se hacen cada vez más presentes y fuertes… ¿vivir?
Espero que mañana… o un día próximo, que espero relativamente cercano… regrese la necesidad de seguir manchando de tinta y palabras alguna hoja todavía virgen.


PD: por lo pronto hoy subiré este texto a mi blog, leeré alguna revista, me pondré alguna película y empezada la tarde veré el partido del Barça contra el Atlético de Madrid (¡¡ojala gane!!, sino estaré deprimido para el resto del día)… pequeños placeres… ¿vivir?


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