En este espacio se ha expresado en varias ocasiones la necesidad para el movimiento de resistencia al capitalismo neoliberal (se dé este bajo una expresión política autoritaria o la que se inserta en la democracia representativa… no menos autoritaria) de recurrir a la Acción Directa entendida esta como el emprender acciones de resistencia que por su naturaleza misma hagan frente a la lógica y naturaleza de dicho capitalismo.
El objeto de esta “entrada” es dar a conocer un tipo de acción de resistencia que, desde hace algunas semanas, se esta dando en varias ciudades francesas (Paris, Rennes, Grenoble, etc.), promovido y ejecutado por diversas organizaciones que se dedican a la defensa de los “sin papeles”, los “SDF” (Sin Domicilio Fijo) y todas las diversas categorias de los “nuevos excluidos”.
Quienes promueven y llevan a cabo dichas acciones las denominan “autoreduction” que, en forma no literal, traduciría personalmente por “autorecuperación”. Lo que en mis tiempos de estudiante, allá por el final de los sesentas, llamábamos pomposamente “expropiaciones revolucionarias”, las cuales consistían en sustraer (robar decían algunos) de ciertos almacenes la mercancía (principalmente libros) que no podíamos pagar por carecer de los recursos necesarios a su compra.
¿En que consisten estas “autorecuperaciones”?
El modus operandi es a cada vez el mismo:
1.- Alrededor de 30 militantes entran en un supermercado, en pequeños grupos, con carros y/o canastas.
2.- Llenan sus carros con comida, llegan todos en forma simultanea a las cajas, y se rehúsan a pagar.
3.- La seguridad del supermercado interviene y se entablan negociaciones con la Dirección del establecimiento.
4.- En forma simultanea, los militantes que se quedaron en el almacén sin carros, reparten entre los presentes folletos explicando y justificando la acción y desplegando mantas con la leyenda: “Frente a la crisis, requisamos para redistribuir”. Es de recalcar que hasta ahorra, en la mayoría de los casos muchos de los clientes han tomado partido por quienes participan activamente en la acción.
5.- Al cabo de treinta minutos a una hora, con tal de evitar que la situación pase a mayores y se pierdan los ingresos de las compras de los demás clientes, el establecimiento cede.
6.- Los militantes, sin ser molestados por la fuerza publica (aun estando esta presente en el lugar de los hechos), abandonan el establecimiento con la mercancía decomisada, procediendo a la brevedad posible a la distribución de esta frente a los centros institucionales donde se agolpan los excluidos y “precarios” en busca de alguna ayuda.
7.- La dirección del establecimiento “asaltado” pone una demanda contra quien resulte responsable por “robo con violencia e insultos”.
8.- Hasta ahorra la “justicia”, no ha inculpado a nadie dado que para que califique la sustracción de robo esta tiene que ser “fraudulenta”, lo cual no ha sido así, dado que el establecimiento “entrego la mercancía a los implicados después de haber negociado con estos.”
Sin embargo ya se esta hablando de una posible inculpación en otra instancia judicial, esta vez por “extorsión cometida en banda organizada”, lo cual es penado con 15 años de cárcel.
No se cual será la decisión final de la justicia francesa y estoy seguro que en caso de alguna condena (lo cual es lo mas probable bajo la presidencia del señor Sarkosy) se dará un importante movimiento de protesta.
De lo que si estoy seguro es que de producirse una situación similar en México, la dirección del establecimiento hubiese llamado a la fuerza publica… que esta se hubiese llevado a los muchachos con lujo de violencia… que los “vándalos” hubiesen sido encarcelados por delito cometido en flagrancia… y que podrían aprestarse a pasar varios meses o años en la cárcel antes de ser juzgados… y evidentemente condenados.
El objeto de esta “entrada” es dar a conocer un tipo de acción de resistencia que, desde hace algunas semanas, se esta dando en varias ciudades francesas (Paris, Rennes, Grenoble, etc.), promovido y ejecutado por diversas organizaciones que se dedican a la defensa de los “sin papeles”, los “SDF” (Sin Domicilio Fijo) y todas las diversas categorias de los “nuevos excluidos”.
Quienes promueven y llevan a cabo dichas acciones las denominan “autoreduction” que, en forma no literal, traduciría personalmente por “autorecuperación”. Lo que en mis tiempos de estudiante, allá por el final de los sesentas, llamábamos pomposamente “expropiaciones revolucionarias”, las cuales consistían en sustraer (robar decían algunos) de ciertos almacenes la mercancía (principalmente libros) que no podíamos pagar por carecer de los recursos necesarios a su compra.
¿En que consisten estas “autorecuperaciones”?
El modus operandi es a cada vez el mismo:
1.- Alrededor de 30 militantes entran en un supermercado, en pequeños grupos, con carros y/o canastas.
2.- Llenan sus carros con comida, llegan todos en forma simultanea a las cajas, y se rehúsan a pagar.
3.- La seguridad del supermercado interviene y se entablan negociaciones con la Dirección del establecimiento.
4.- En forma simultanea, los militantes que se quedaron en el almacén sin carros, reparten entre los presentes folletos explicando y justificando la acción y desplegando mantas con la leyenda: “Frente a la crisis, requisamos para redistribuir”. Es de recalcar que hasta ahorra, en la mayoría de los casos muchos de los clientes han tomado partido por quienes participan activamente en la acción.
5.- Al cabo de treinta minutos a una hora, con tal de evitar que la situación pase a mayores y se pierdan los ingresos de las compras de los demás clientes, el establecimiento cede.
6.- Los militantes, sin ser molestados por la fuerza publica (aun estando esta presente en el lugar de los hechos), abandonan el establecimiento con la mercancía decomisada, procediendo a la brevedad posible a la distribución de esta frente a los centros institucionales donde se agolpan los excluidos y “precarios” en busca de alguna ayuda.
7.- La dirección del establecimiento “asaltado” pone una demanda contra quien resulte responsable por “robo con violencia e insultos”.
8.- Hasta ahorra la “justicia”, no ha inculpado a nadie dado que para que califique la sustracción de robo esta tiene que ser “fraudulenta”, lo cual no ha sido así, dado que el establecimiento “entrego la mercancía a los implicados después de haber negociado con estos.”
Sin embargo ya se esta hablando de una posible inculpación en otra instancia judicial, esta vez por “extorsión cometida en banda organizada”, lo cual es penado con 15 años de cárcel.
No se cual será la decisión final de la justicia francesa y estoy seguro que en caso de alguna condena (lo cual es lo mas probable bajo la presidencia del señor Sarkosy) se dará un importante movimiento de protesta.
De lo que si estoy seguro es que de producirse una situación similar en México, la dirección del establecimiento hubiese llamado a la fuerza publica… que esta se hubiese llevado a los muchachos con lujo de violencia… que los “vándalos” hubiesen sido encarcelados por delito cometido en flagrancia… y que podrían aprestarse a pasar varios meses o años en la cárcel antes de ser juzgados… y evidentemente condenados.
He aquí la traducción de las partes medulares de los folletos entregados a los clientes de los almacenes en donde se produjeron los decomisos:
“¡No pagaremos!
Es la crisis.
Los medios y los profesionales de la economía no paran de repetir que esta se amplificara. Frente a esta solo nos quedaría aguantar pasivamente, cada quien por su lado, viendo como el alquiler, los servicios y los alimentos siguen incrementándose.
Sin embargo, en este periodo navideño la riqueza material de Occidente se expone sin pudor frente a la miseria del mundo… esta riqueza se encuentra bajo vigilancia y bien protegida.
Hay que ser “respetable” para poder acceder a ella, trabajar mas para ganar menos, ser razonable y aceptar cualquier trabajo de mierda.
Esta crisis nos revela la debilidad de un sistema en el cual algunos apuestan la vida de los demás en el casino de la finanza… y cuando pierden nos toca a nosotros sacar a flote sus bolsas, sus bancos y sus empresas.
Para festejar Navidad y Año Nuevo deberíamos de gastar algunas migajas de nuestro raquítico salario (cuando lo tenemos) en sus supermercados.
Esta vez NO, ¡no pagaremos!.
Aquí y ahorra en este supermercado paramos por un tiempo el flujo de la mercancía.
La autorecuperación ya es una tradición de la lucha de los desempleados y “precarios”, la cual llamamos a extender en un año que promete ser rico en revueltas festivas.
¡Rebajas del 100%, antes del cierre definitivo del capitalismo!”.
“¡No pagaremos!
Es la crisis.
Los medios y los profesionales de la economía no paran de repetir que esta se amplificara. Frente a esta solo nos quedaría aguantar pasivamente, cada quien por su lado, viendo como el alquiler, los servicios y los alimentos siguen incrementándose.
Sin embargo, en este periodo navideño la riqueza material de Occidente se expone sin pudor frente a la miseria del mundo… esta riqueza se encuentra bajo vigilancia y bien protegida.
Hay que ser “respetable” para poder acceder a ella, trabajar mas para ganar menos, ser razonable y aceptar cualquier trabajo de mierda.
Esta crisis nos revela la debilidad de un sistema en el cual algunos apuestan la vida de los demás en el casino de la finanza… y cuando pierden nos toca a nosotros sacar a flote sus bolsas, sus bancos y sus empresas.
Para festejar Navidad y Año Nuevo deberíamos de gastar algunas migajas de nuestro raquítico salario (cuando lo tenemos) en sus supermercados.
Esta vez NO, ¡no pagaremos!.
Aquí y ahorra en este supermercado paramos por un tiempo el flujo de la mercancía.
La autorecuperación ya es una tradición de la lucha de los desempleados y “precarios”, la cual llamamos a extender en un año que promete ser rico en revueltas festivas.
¡Rebajas del 100%, antes del cierre definitivo del capitalismo!”.
Como dijo nuestro abuelo anarquista, Pierre Joseph Proudhon, de quien festejaremos el centenario de su natalicio este próximo 15 de enero:
LA PROPRIETE C’EST LE VOL.
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