septiembre 04, 2007

QUINTAESENCIA DEL FUTURO


Consideraciones económicas… y otras.


Definitivamente 25 centavos es muy barato… para que sea negocio.


Por mínima que sea la inversión de la cabina y del producto proporcionado para llevar a cabo el suicido… 25 centavos son muy pocos.

Aun si el producto fuese propiedad del suicida y el servicio proporcionado por el negociante se limitara al alquiler de la cabina… 25 centavos seguirían siendo muy pocos.

Con mayor razón si la privacidad ya no existiera… falta de algún rincón particular privado (tipo sala de baño u otro)… o de un espacio natural anónimo y discreto (tipo bosque u otro)… y que el suicidio en publico a plena luz del día fuese penado con la pena de muerte… definitivamente 25 centavos no seria negocio.


Al no ser que se pudiese asimilar a un acto filantrópico… y por lo tanto…deducible de impuestos.

Al no ser que la demanda (natural o inducida por alguna efectiva campaña publicitaria) fuese mucha y que por lo tanto la utilidad se sustentara en el volumen (de los suicidas) más que en el precio unitario del servicio proporcionado.

Al no ser que, realmente, la vida no valga nada …y que por lo tanto el negocio sea subsidiado por el Estado… quien, después de un minucioso y exhaustivo estudio de costo/beneficio, hubiera encontrada la solución final al problema de sus déficit de toda índole.
¡Por fin un subsidio que te permite dejar de subsidiar!

Conclusión: descartada la primera por inminentemente inmoral (valerse del suicidio de los demás para pagar menos impuestos... ¡que sinvergüenza!) las otras dos posibilidades son factibles… o se trata de un negocio privado que se sustenta en una demanda exponencial… o se trata de un subsidio que por fin permite al Estado dejar de subsidiar.

En el primer caso porque la vida no vale nada… y en el segundo porque mantenerla resulta demasiado oneroso.

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