
Tanta hambruna… y pedir PAN.
Tanta tristeza… y pedir TRABAJO.
Mucho me temo que el pan mitigara su hambruna pero que el trabajo ahondara su tristeza.
¡Que no habría manera de exigir pan sin necesidad de pedir también trabajo!
La violencia y miseria institucionalizadas, sin reconocer ni nombrar. La falacia del poder, la realidad de la dominación y la servidumbre voluntaria. La mercantilización de la vida toda. La dictadura de la Razón Económica y el Utilitarismo. Todo nos impide "ser al mundo", dejándonos como única posibilidad ¿por cuanto tiempo? la de tratar de entender este mundo en el cual vivimos nuestra ausencia.Tratemos entonces de entender. No nos hagamos, no seamos, lo que tanto quisieran que fuéramos.
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