GOLPES DE ESTADO "PREVENTIVOS"
(versión texto de "su servidor")
Abrumado por el jubilo desbordado de quienes votaron por el señor gerente cocacolero Fox el dos de julio del primer año del siglo XXI, creyendo haber puesto su granito de arena en la construcción de la "Democracia" en México, al día siguiente me senti obligado a escribir esta fabulita (sin pretensión literaria) para que se sepa que no todos nos tragamos tan facilmente...
EL CUENTO DEL "CAMBIO".
Había una vez unos cuantos señores, invisibles para el común de los mortales, que eran dueños de un camión al cual le habían puesto el nombre de "MEXICO".
Como dueños, detentaban el poder de manejar dicho camión a su antojo. Ellos habían fijado la ruta del mismo, el punto de partida como el de llegada, así como las paradas en el trayecto y los caminos por los cuales transitaba. Decidían, solos, quienes viajaban en el piso superior con todas las comodidades y quienes lo hacían de pie en el piso inferior hacinados hasta el fondo, a proximidad del ruido y calor del motor.
Como dueños que eran, ellos habían contratado al conductor, al cobrador, al mecánico y demás acólitos, agrupados todos en una organización a la que habían denominada "PRI".
Quienes utilizaban el servicio de dicho camión nacían, vivían y morían en él, sin posibilidad alguna de opinar sobre el estado del mismo, el desempeño del conductor, o la ruta fijada. Solo unos cuantos malagredecidos, locos o traidores, cansados de tener que empujarlo cuando el motor fallaba, lo abandonaban para subirse a otro, arriesgando su vida al saltar por las ventanas cuando en una subida el camión disminuía en demasía su velocidad. También solía suceder que algunos de los de la plataforma superior lo hicieran en alguna de las paradas después de haber retribuido al conductor con la suma acordada y sin olvidar de llevarse con ellos todas sus pertenencias.
Dado que el tiempo no pasa en balde para nadie, después de sesenta años de haber fielmente servido a sus dueños los empleados ya se habían hacho demasiado viejos y mañosos. El conductor equivocaba a menudo el camino llevando al camión por brechas cada vez mas intransitables y cayéndose al barranco con asombrosa regularidad cada seis años. Al ver el creciente numero de muertos y heridos que dejaba cada nuevo accidente, llego un día en que hasta los pasajeros del piso superior amenazaron con abandonar masivamente el camión. En cuanto al cobrador, este se quedaban con una parte cada día mayor del monto del pasaje y para colmo estaba en contubernio con los asaltantes que desvalijaban a los pasajeros, sin siquiera respetar, a ultimas fechas, a quienes viajaban en la parte superior.
Además, cuando los dueños decidieron cambiarle el motor al camión y llevarlo por una nueva ruta, sin avisar y mucho menos pedirles su opinión a los pasajeros, resulto que el chofer y sus acólitos se mostraron incapaces de mantener el nuevo rumbo, llegando incluso en algunas ocasiones a preguntarse si esta nueva ruta era la mas indicada para sus propios intereses. Viéndose en alguna ocasión en la penosa necesidad de recurrir a la eliminación física de un candidato a chofer en demasia indeciso y escéptico, lo que lo hacia sospechoso (quie sabe de que) y poco confiable.
Así que después de mas de sesenta años, al ver el lamentable estado en el que sus empleados hab´´ian dejado el camión asi como su palta de pericia y su poca fe en el nuevo rumbo, los dueños llegaron a la conclusión que de seguir así las cosas este dichoso camión ya no seria negocio para ellos. En este momento tomaron la decisión de despedir a sus viejos empleados, sustituyéndoles por unos mas jovenes, quizás menos experimentados pero menos amañados, mas dúctiles, y sobre todo con mucha fe en el nuevo rumbo y muchas ganas de dejar su condición de simples pasajeros para sentir la ilusión de poder que proporcionaba el ponerse al volante.
Tomada la decisión de proceder a dicha sustitución o cambio, faltaba a los dueños decidir como llevarlo a cabo para que sus fieles emplados aceptasen presentar su renuncia voluntaria sin oponerse de una u otra forma a lo que en realidad no era mas que su despido por incompetentes y corruptos.
Después de estudiar concienzudamente los proceders de sus competidores de otras latitudes, llegaron a la conclusión que la mejor manera (la mas aséptica y menos traumática) era la que estos aplicaban bajo el nombre de "democracia", la cual consistía básicamente en que el cambio no apareciera como impuesto y producto de su única voluntad sino que fuesen los pasajeros mismos del camión quienes tomaran formalmente tan delicada y quizás peligrosa decisión, escigiendo de entre los pasajeros del piso superior quienes pensaban ellos que eran los mas capacitados para componer y manejar el camión. Sobra decir que los diversos pasajeros candidatos a tan alta responsabilidad habián sido previamente seleccionados por los dueños en función de sus probabilidades de salir avante en esta particular carrera. Siendo que, de entre todos ellos, el candidato escogido para vencer y quedarse con tan alta responsabilidad lo había sido en función no tanto de sus destacados servicios como su probada fidelidad. En fin... que se podía decir que era uno de ellos disfrazado de mosquetero al servicio de la Democracia o bufón del Cambio.
Hoy los pasajeros ya eligieron al nuevo conductor del camión en que todos viajan... el anterior, sin siquiera esperar al resultado de la carrera (amañada de origen auque se pretenda y celebre su pulcritud), ungió a su sucesor... los dueños, felices de que tal sustitución se haya dado sin que se interumpiera el provechoso viaje, dan las gracias a quien deben de dárselas congratulándose de lo bien que les salió... soñañndo en los beneficios de la operación "CAMBIO"... preparándose para la siguiente después de jurar que no volverán a cometer el mismo error de mantener a sus emplados en el puesto mas alla del momento en que la curva ascendente de sus ganancias empiece a revertirse poniendo en peligro al negocio... al no ser que, cansados de transitar por caminos cada día mas inseguros, les resulta mas rentable vender el camión a la competencia (en su totalidad en una sola vez o en partes poco a poco), con todo y sus pasajeros, dedicandose a administrar la rentabilidad del producto de la operación.
A menos que, hartos de escoger el enésimo conductor capaz de llevarlos al destino escogido por los dueños... por la ruta que a ellos les convenga... los pasajeros decidan adueñarse del camión para ir por donde ellos quieren... al destino que ellos escojan... pudiendo cambiar de camino y meta las veces que se les pegue su real gana.
Aqui termina el cuento y empieza la realidad.
A un poco mas de cuatro años del supuesto cambio y a un poco menos de dos del nuevo ejercicio democrático que nos debe de llevar a la renovación del equipo que conduce este camión, resulta que quienes lo manejan tomaron gusto al asunto y ya no quieren soltar el volante y los dueños mucho menos correr el riesgo de dejarselo a un pasajero, con legitimas pretensiones esi si, pero muy poco confiable para llevarlo a buen puerto por la ruta trazada, existiendo la sospecha de que intente desviarse de esta, recurriendo a la herejía populista (¡retro Satanás!) con tal de pretender hacer el camino un poco (muy muy poquito) menos pesado a quienes viajan hacinados en la parte inferior.
Vaya dilema, como hacer para dejar fuera de la competencia a este advenedizo y nada confiable prtendiente al trono, sin que se caiga el teatro que cada seis años permite que se mantenga en pie el tinglado... ¡eureka!... recuremos al ya muy gastado pero siempre muy útil...
ESTADO DE DERECHO.
Aqui ante tal desfachatez y sinvergüenza ya no tiene cabida el recurso del cuento sino la contundente afirmación... que no requiere de mas comprobación que la del sentir (sentido comun) de todo "honesto hombre", como decía el excelente y profético George Orwell.
La petición de desafuero de AMLO es el segundo eslabón de la estrategia desarrollada por el Poder (político, economíco, el que quieran, el de quienes ejercen la dominación para su propio beneficio) cuyo fin es impedir el riesgo que le representa la muy poca probable pero siempre posible victoria de AMLO en las elecciones del 2006.
El primero fue la manipulación mediática de las videograbaciones, la cual al no lograr su propósito es ahorra reforzada por el recurso jurídico del desafuero, el cual, de no cumplir con su cometido, será seguido del tercer y definitivo eslabón, la eliminación física (es bien sabido que todos estamos a la merced de un loco o expuestos a un desafortunado accidente y que estas cosas ocurren cuando menos se lo espera uno). Porque de esto se trata, de la eliminación de un posible peligro para la tranquila y beneficiosa permanencia en el Poder.
Tomandonos por lo que no somos, nos quieren hacer creer que el respeto del estado de derecho los obliga a solicitar el desafuero de AMLO porque este quebranto la Ley al no acatar ipso facto una orden judicial que le impedia seguir con la construcción de un pequeñisimo tramo de vialidad para dar acceso a un hospital, cuando hay Poderesos Señores que desde el Poder violan todos los días las leyes robándose el presente y futuro de millones de súbditos.
"Es que desde julio del 2000 vivimos en democracia y que al vivir por lo tanto en un estado de derecho la Ley tiene que aplicarse, caiga quien caiga, y con mayor razón si el infractor es un pólitico que solapa la corrupción.
Lo malo de este bonito discurso es que la Democracia no existe ni aquí ni en ninguna parte (ni en China, ni en Cuba, ni en Irak claro esta, pero tampoco en Argentin, Brasil, Argelia o Camerun, ni siquiera en Japón, Francia Inglaterra o el mismo Estados Unidos).
Si la Democracia es la estructura política que se da una comunidad para regular el ejercicio del poder de tal suerte que todos sus miembros estén en posibilidad de tomar libre y directamente las decisiones que construyen su porvenir (y no el derecho de ir a las urnas para ¿elegir? sus ¿representantes? cada cierto tiempo abdicando voluntariamente de su libertad y responsabilidad) entonces, hay que decirlo bien claro, no hay Democracia donde impera el Estado (totalitario, liberal o benefactor, poco importa) o la sacro santa Ley del Mercado (con un estado cómplice, fuerte, débil o inexistente, poco importa)... y hasta donde se sepa estos dos "modos de organización politico-economicos" campean, juntos o separados, en mas del 99% de la superficie de nuestro globo terráqueo. Como lo expreso muy bien Paul Curnier, "el totalitarismo es el destino del poder, de cualquier poder".
Y la peor de las desgracias es que en todo el orbe, sea cual sea el régimen politíco, el estado de derecho "desnaturalizado" no es mas que la argucia mediante la cual los detentores del Poder aseguran la salvaguarda y permanencia ad infinitum del orden vigente SU Orden. La Ley esta hecha por el Poder y sus esbiros para que quienes lo detentan puedan ejercerlo al amparo de la servidumbre voluntaria garantizada en ultima instancia por el uso de la violencia legitima. Nos dicen que sin Leyes reinaría la ley del mas fuerte... decimos que en cualquier organización politica de corte "estadista" y cualquier organización económica de corte "liberal mercantil" (donde la única ley que el Poder reconoce, respeta e impone es la del Mercado y la única aspiración legitima es la de la mercantilización de la vida toda), las Leyes estan hechas por los mas fuertes para su propio y exclusivo beneficio y para que ellos sigan siendo los mas fuertes, por los siglos de los siglos.
La Ley podrá ser el marco legitimo que rija las relaciones entre individuos y comunidades solo cuando esté elaborada y reconocida como tal por todos y cada uno de quienes vivan en una organización social en la cual el ejercicio del poder se dé conforme al principio del "mandar-obedeciendo" y la estructura libertaria (anarquista si recuperamos una de las tantas palabras que nos robaron) de una "federación de municipios libre y autonomos".
Hoy, muchos hablan de atropello, de regresión, de golpe mortal a "nuestra" incipiente democracia... cuando valorado desde la perspectiva de lo que llaman falsamente Democracia... es simple y llanamente un golpe de estado "preventivo". Como buenos y aplicados alumnos que somos aprendemos rápidamente del amo mayor (por lo de la guerra ella tambien preventiva).
Hay quien dice que quienes lo idearon y lo perpetraran son por lo tanto unos delincuentes... cuando, al ser la pretendidda democrcia una falacia, estos señores no son unos criminales... son lo que son... los capataces que cuando sus amos les ordenan sacar a patadas al intruso... obedecen... porque su presencia en perpetua genuflexión al pie del amo les permite hacerse de las migajas que este sabe oportunamente soltar.
Hoy el intruso populista o el nuevo Satanás para unos, el valiente portador de la esperanza o el nuevo Don Quijote para otros nos llama a sumarnos a una resistencia civil pacifica. ¿Quien sabe lo que sea y signifique?. Pero nos sumaremos... porque... resistir es empezar a crear.
Si... pero no para aspirar a hacer el viaje un poco menos pesado.
Si... pero no para tener unos cuantos días la ilusión de ser protagonistas de la historia o los forjadores de nuestro destino.
Si... pero no para autoengañarnors pretendiendo dejar atras nuestra condicion de perpetuos sometidos dominados por la mercantilización de nuestra vida... de nuestra ausencia.
Si... simplemente para dejar bien claro que no somos tan pendejos como creen y quisieran que fueramos.
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